Capítulo 31: Una escapada de fin de semana.

El aire que se respiraba a mi alrededor era por demás embriagador. Dondequiera que girara no podía evitar ver caras felices.

Mientras saludaba a mis compañeros todo se volvió oscuro.

-Adivina quien soy?

-Mmm no lo sé.Dejame pensar. Tu nombre comienza con J y termina en ill?

-Oh no es justo , siempre lo adivinas.

-Tengo un sexto sentido-dije apuntando a mi sien.

-Por eso eres lo mejor de lo mejor-Will se acercó y beso mi mejilla.

-Creo que ese es la señal para que me mueva y los deje a los tortolitos tranquilos,Nos vemos esta noche en el bar irlandés para festejar .

-A las 9?

-A las 9.

-Ahí estaremos .

-Adiós niños,pórtense bien-nos guiño un ojo antes de desaparecer.

-Estoy soñanado o estoy frente a la nueva barista del grupo.La mejor barista del mundo.

-No exageres-dije riendo.

-Es que estoy muy orgulloso de ti,no puedo creerlo.Te tenías esto guardado.

-Siempre me guardo estas cosas asi,ya sabes en caso de que

-En caso de que?

-De que las cosas salgan mal,ya sabes llevo un gran historial de fallas.

-Te entiendo pero escucha-tomó mi cara en sus manos- Hay algo que debes entender no hay nada , y cuando digo nada , que no puedas hacer.Eres la mujer más capaz del mundo-depositó un suave beso en mis labios.

-Eres increíble.Por qué eres tan dulce conmigo?

-Porque lograste cautivarme y embrujarme-besó mi mano.

-Pues tú también lo hiciste.

-Que te gustaría hacer ahora?

-Te molestaría si me quedo en tu casa un rato? Me vendría bien una siesta.Pase toda la noche preparando cafés.

-Lo que quieras, yo no tengo ningún problema.El auto está un poco lejos ,espérame aquí .

-Aquí estaré.

Cuando terminé de despedirme de mis compañeros el auto de Will ya estaba estacionado frente a mí, rugiendo como un gatito.

-Alguna vez te dije lo mucho que lo amo a este auto?

-Nope.

-Pues lo amo.

-Vamos a por esa siesta?

-También te convencí de ello?

-Afirmativo mi capitán.

-Vamos por ese merecido descanso.Nos lo merecemos.Por suerte siempre hoy traigo ropa de más asi no tendré que andar con la ropa de tu hermana.

-Siempre vas un paso adelante.

Asentí con una sonrisa en el rostro.Me sentía imparable.

Llegamos a su casa media hora más tarde y me llevé una gran sorpresa cuando abrí la puerta y ví que Parker estaba durmiendo en una cucha improvisada.

-Espero que no te moleste pero me tomé el atrevimiento de pedirle a Maddie las llaves de tu departamento para traer conmigo a este bebé.No quería que estuviese solo.

-No, no me molesta para nada-me acerqué para besarlo-Gracias por estar en todos los detalles.

-Hablando de eso , te tengo dos regalos.

-En serio?No debías molestarte , en serio.

-Quería hacerlo.De veras.

Abrió su saco y sacó del bolsillo un pequeño pedazo de papel.

-Mientras esperaba a que se hiciera la hora de que tu graduación, Parker y yo decidimos hacerte esto-me entregó un dibujo de las patitas de mi perro con un gran cartel de felicitaciones encima.

-Le tomó mucho tiempo, me dijo que esperaba que te gustara.

-Lo amo-me lo llevé al pecho.

-Y espero que el segundo regalo te guste aún más.

Me tendió un sobre blanco que tenía en una de sus orillas el dibujo de un avión.

-Esto es lo que creo que es?-lo miré emocionada.

-Lo es.Nos iremos a los Alpes un fin de semana.Espero que disfrutes la lluvia y la nieve.

-Estas bromeando?-me tiré a sus brazos-Amo las dos cosas.

Tal vez no era el momento adecuado, tal vez no sería correspondido, tal vez lo que estaba a punto de decir derrumbaría este castillo de naipes tan perfectamente construido o lo fortalecería aún más.Pero quería decirlo.Eran dos palabras que me estaban quemando dentro y me harían explotar si no las decía.

-Y no es lo único que amo.

-No te sigo-me miró confundido.

-Te amo a ti idiota-dije arrojando mis brazos a su cuello y besándolo no dándole tiempo para responder.

Cuando pudo zafarse de mí y recobrarse de mi arrebato logró decir:

-No sabes lo que me alegra saber eso, porque yo también te amo,como no te das una idea.

Lo había dicho.

Me había sacado esas dos palabras de mi boca.

Dos palabras que para muchas personas podían tener dos connotaciones.

Podías decirlas para conseguir algo a cambio.

Yo no entendía a estas personas.

Cual era el punto de lastimar a alguien por beneficio propio?

Supongo que la gente no se movía con mis mismos modales y valores.

O simplemente las podías decir porque de verdad las sentías y no las decías a las apuradas como yo.

Pero una vez que salieron de mi boca , sentí un gran alivio.

Claro que el agregado de “idiota” , le dió mi toque especial.

Me gustaba esta nueva Olivia, que había dejado el miedo de lado y se aventuraba a una nueva vida con el hombre que amaba y el que acababa de decirle que también lo hacía.

No podía pedir nada más. Mi vida era perfecta en este momento.