Once upon a time in a cafe (libro #1))

Capítulo 50: Malas compañias y llamadas a media noche

Faltaba tan solo un día para la gran inauguración . Y  yo simplemente no podía creer como era posible que estoy me estuviese sucediendo a mí.

Llevaba fácilmente unos 10 años de mi vida soñando con este momento, desde que puse un pie en ese café y pude ver la magia que allí ocurría, simplemente lo supe.Yo también quería vivir y tener algo así.

Algunas personas lo experimentan con el amor, otras lo experimentan con cosas más profundas, yo con 15 años había descubierto mi verdadera vocación, tal vez  sin saberlo.

Y ahora una década después, estaba en mi propio café arreglando los últimos detalles , para que a esta misma hora mañana, todo comenzara a funcionar. Las invitaciones ya habían sido enviadas, el stock de café y comida estaba completo y mi nível de emoción y satisfacción estaba por las nubes.

Mientras estaba chequeando la lista de invitados la puerta se abrió y una ráfaga de viento me golpeó como una cachetada.

-Solo espero que para mañana el clima esté mejor-dijo Maddie sacándose su abrigo y dejando asomar una pequeña pancita.

-Puedo?-estiré mi mano para tocarla.

-Claro que puedes-se acercó a mí para estar más cómoda.

-Ya sabes que será?

-La pregunta del millón es si tu quieres saber que será.

-Y esa pregunta a que se debe?

-A qué tu serás su madrina y serás la encargada de organizar el baby shower y comprar toda su ropa a estrenar de ahora en más.

-Por supuesto que quiero saber.Igual algo me dice que ya sé que es y tu estás solo estirando esto a propósito para hacerme sufrir.

-Puede que sí, puede que no-tomó un muffin que había en el aparador-Sabías que vendría verdad?

-Lo supuse.Bien , ahora habla.

-Bien, prepárate.Olivia Marie. Serás la orgullosa madrina de una pequeña.

-Ya dijiste pequeña-la interrumpí emocionada dando saltos en mi silla.

-Primero deja de hacer eso porque te caerás y no podrás ser madrina de nadie si te rompes la cabeza. Segundo podría haber dicho una pequeña criatura y no sabrías asi si hablaba de un niño o una niña.O de mellizos o de gemelos.

-Madeleine tendrás gemelos?

Sus ojos se llenaron de lágrimas y una gran sonrisa asomó en su rostro.Salté de donde estaba para aterrizar en sus brazos y oprimirla en un gran abrazo.

-Las niñas , cariño las aplastaras.

-Son niñas?-dije casi sin voz.

Asintió.

-Cómo se lo tomo Kent?

-Creo que aún está digiriendo la noticia, pero está feliz. Tanto él como yo solo queríamos que fuera un bebé sano. Fue el bebé el que nos sorprendió trayendo compañía.

-Y ya han pensado en nombres?-pregunté emocionada.

-Ava Rose y Leila Margaret.

-Son tan preciosos como lo serán ellas, es por eso que voy a ser la mejor madrina del mundo y les cumpliré todos sus caprichos.

-De eso no me cabe duda alguna.Pero por ahora quería llevarte a celebrar, una despedida de la chica Starbucks para recibir a la importante empresaria.

-Si me das un momento , arreglo mi maquillaje y estoy lista para salir. Después de todo no había visto la hora que era-miré el reloj que tenía en mi muñeca con más añorancia de la que me hubiese gustado.

-Te lo regalo Will?

-Si, fue durante nuestro viaje a Aspen.Tal vez deberías sacármelo.

-Yo creo que no, déjalo. Es un lindo recuerdo.

-De alguien que me rompió el corazón.

-Pero un recuerdo en fin-respondió seca sin oportunidad a que siguiera quejándome- No has sabido nada de él?

-Absolutamente nada.

-Tal vez sea para mejor. O no?

-Es para mejor. Créeme.

-Mejor no sigamos hablando de él-meneó su cabeza- Esta es tu noche y la disfrutaremos.

-No tanto recuerda que tu estás embarazada y yo mañana tengo que abrir este lugar.

-Lo sé.Anda , tenemos 15 minutos para llegar ahí.Ya le avisé a Jill.

El destino final de nuestra aventura fue el bar Boogie’s , un bar que estuve de moda durante un tiempo pero luego fue perdiendo su magia y solo iban chicas que querían pasar un buen momento con sus amigas para olvidar sus mal de amores y mujeriegos. Una combinación letal en muchos sentidos.

Mientras iba por mi cuarto daiquiri y estaba rompiendo mi promesa de no beber hasta desmayarme, Maddie se acercó a mí del brazo de un chico.Alto, guapo, y nada parecido a lo que estaba acostumbrada.

-Él es Josh y me estaba contando que quería invitarte un trago.

-Y sacarte a bailar-rascó su nuca-Si me lo permites.

-Claro , vamos. Hagamos nuestra a la pista.

La música de J Balvin llenó el lugar y nuestros cuerpos se movían al ritmo. Las luces, los tragos , el ambiente me hacían sentir una mujer distinta, una mujer a la que nunca le habían roto el corazón. Una mujer quien era ella la que rompía los corazones.

Josh me tomó de la cintura para acercarme hacia él.

-Eres muy divertida-dijo pegándo su frente a la mía.

Podía sentir su aliento en mis labios y un escalofrío recorrió mi cuerpo anticipando lo que iba a pasar.

-No tanto como tu-bajé la mirada.

Josh tomó mi mentón para que pudiera mirarlo a los ojos y con cuidado pasó directo a la acción. Sus labios eran dulces y sus movimientos cuidadosos. Parecía ser el beso perfecto , pero algo ahí estaba mal.

-Lo siento-me alejé de él-Debo irme.

-Cuando te veré de nuevo.

-Cuando el destino lo decida-dije alejándome y dándole a entender que posiblemente ese momento no llegaría nunca.

Cuando salí fuera del bar tomé mi teléfono y marqué torpemente el único número que me conocía de memoria.

-Te extraño-susurré antes de cortar-Por favor, vuelve.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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En el texto hay: diversion, romance, amor

Editado: 23.05.2020

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