La primera semana luego de la gran apertura fue genial, me sentía en mi propio oasis. Un oasis de café , muffins y gente entrando y saliendo del lugar.
Y lo mismo ocurría dentro de mi vida personal. Luego de tantas idas y vueltas, gritos, portazos, llantos y muchas cosas más, podía decir que las cosas con Will habían encontrado un equilibrio casi orgásmico.
Las cosas estaban cambiando y si bien muchas otras veces me mostré reacia a este, últimamente solo me estaba trayendo alegrías más que disgustos.
La puerta se abrió y una pareja entró al lugar. Se veían felices , llenos de vida e ilusión. No deberían tener más de 22 años.
Recuerdo cuando tenía esa edad, estaba abatida, defraudada por la vida, dejando la universidad por segunda vez y con un corazón roto.
Si la vida marchaba sobre ruedas para mí.
Pero las cosas habían cambiado por suerte, una vez en mi vida había tenido salido victoriosa.
Al final el charlatán barato tenía razón después de todo, en mi vida habría amor, perdidas y cambios. Mis disculpas por no haber creído en él y en su talento con las cartas de tarot.
Me acerqué a su mesa para llevarles la carta a la mesa.
-Bienvenidos a Amour, espero que estén teniendo un maravilloso día y que podamos mejorarlo con nuestro café.
Me había aprendido estas líneas de memoria y debía decirlas por lo menos 20 veces al día. Con una gran sonrisa en el rostro por supuesto.
-Buen día-respondió la chica- Que lindo café tienes-O no Peter?
-Es maravilloso, las paredes, los colores, las líneas-meneó la cabeza-Disculpame soy pinto y no puedo evitar hacer esas observaciones.
-No te preocupes. La verdad es que mi hermana hizo un gran trabajo junto a sus amigos aquí. Ya saben que quieren tomar o les dejo la carta?
-Tomaremos la carta-dijo la chica- Dejaré que el elija mientras yo voy a arreglar mi maquillaje.El baño?
-Al final del pasillo-dije con una sonrisa.
Parada frente al chico podía notar que estaba nervioso,pero no sabía muy bien por que.
-Te encuentras bien?
-Claro-dijo acomodando su camisa de manera compulsiva-Es solo que hoy es un día muy especial,le pediré que se case conmigo.
-Oh eso es maravilloso.Los felicito.
-Gracias-su sonrisa era honesta pero denotaba un gran nerviosismo-Te puedo pedir un favor?
-Para eso estamos.
-No podrías poner esto-dijo pasándome el anillo- Dentro de un muffin-Ya sabes , no dentro, sino en la punta?
-Es pan comido, tu no te preocupes.Lo que consuman va por cortesía de la casa.
-Te lo agradezco mucho.
-No hay de qué, lo mejor para nuestros clientes-grité alejándome de la mesa.
Cuando volví a la barra Felicia me miraba confundida.
-Qué haces?
-Ya lo verás.Podrías llevar esto a la mesa 4?-tomé mi telefóno que había empezado a sonar .
-Por supuesto.
Era un mensaje de Will que necesitaba saber a que hora llegaría a casa porque tendría una sorpresa para mí.Una muy grande. Según sus palabras “una que nunca olvidaría”
Estaba jugando con mis nervios y mi ansiedad haciendo eso pero a él le perdonaba lo que fuese.
Cuando me dí vuelta, Peter ya estaba de rodillas y su novia que me llegué a enterar que se llamaba Samantha estaba llorando mientras él le colocaba el anillo en el dedo.
-Gracias-murmuró él.
-Los felicito chicos-grité desde mi lugar.
Era tan feliz al ver que los finales felices se cumplían , que no se quedaban solo en los cuentos de hadas. Que a pesar de todas las cosas malas que este mundo tiene, hay personas que buscan y eligen el amor. Y nada me llenaba más el corazón y el alma como eso.