Once upon a time in a cafe (libro #1))

Epílogo

 

Un año después.

El olor de las flores indicaban que la primavera ya estaba aquí, y que mejor momento para realizar una boda , para celebrar el amor que en la primavera.

No digo que fue fácil, si algo me había enseñado esta vida era que no todo era fácil , ni siempre lo sería, pero había disfrutado cada momento de la organización .

Había sido una futura novia muy feliz.

Una novia que había conseguido todo lo que había querido.

Si me ponía a pensar en mi relación con William como si de un cuento de hadas se tratara, realmente haría sentír envidia a más de una persona.

No es que buscara aquello.

No disfrutaba hacerlo.

O bueno tal vez un poco.

Pero quien podría negarme aquel derecho.

Después de todo lo que habíamos atravesado.

Las idas, las vueltas,y los pormenores.

Las perdidas y nuestras ganancias.

Los te amo y los te odio.

Las reconciliaciones.

El apoyo de nuestros amigos y de nuestras familias.

Las cosas que hicimos por volver a estar juntos.

Todo eso valio la pena.

Pero que pasó en el último año? Pues mi café tuvo tanto éxito que tuvimos que abrir una sucursal en Brooklyn que la manejaba mi hermana junto a su novio Chris, y Will había pasado a ser el gerente de su empresa.

Nuestros perros habían unido sus lazos cada vez más y parecía que habían sido paridos por la misma perra. Nunca había visto algo asi.

Jill había conseguido un trabajo en Nueva Zelanda pero se las había arreglado para volar hasta aquí hoy porque según ella no se perdería por nada del mundo el momento en que yo "cerrara el trato".

Por su parte las gemelas , Kent y Maddie vivían muy felices en la casa que se encontraba tan solo a 20 metros de la nuestra. Si había algo que podía mejorar nuestra amistad , era esto definitivamente.

Un golpe a la puerta me sacó de mi ensoñación .

-Estás hermosa-dijo Maddie llevando con ella el carrito donde estaban las bebés.

-Cómo están mi madrina y las niñas de las flores?

-No tan rebosantes de alegría como la novia.Estás lista? Ya están todos abajo.

-Vamos –dije tomando su mano-Vamos a casarnos.

-Estamos en esto juntas-posó su mano en mi estómago que cada vez crecía más y más- Y se que los tres serán inmensamente felices.

La música comenzó a sonar indicando que era mi momento de caminar por aquel pasillo. Quien diría que aquella persona que no creia en el amor , y se negaba a este estaba a punto de aceptarlo en su vida para siempre?

Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver al final del pasillo a William con un traje gris y su corbata a juego, que resaltaba aún más sus ojos.Una de mis manos se fue directo a mi panza de embarazada al ver que él nos miraba con una gran sonrisa en su rostro .

Ibamos a formar una familia a partir de hoy, y podría no ser perfecta, podría tener miles de defectos, pero al final del día sabía que era la familia que yo había elegido. Y pensar que todo esto comenzó gracias a mi sueño de abrir mi propio café y ese mismo sueño me llevó a conocer al mejor hombre del mundo con el que compartiría mis sueños,temores,y aciertos.

Luego de tantos corazones rotos, de caídas,tropiezos y personas que no eran las correctas me dí cuenta de que había tomado la mejor decisión de mi vida al elegir a Will como mi compañero . Y me dí cuenta de eso al dar el "Si,quiero" metiendolo en mi vida así, para siempre.

Realmente mi cuento de hadas se había hecho realidad.

Eso por lo que tanto había luchado estaba frente a mis ojos.

El feliz para siempre se estaba cumpliendo y no podía pedir nada más, porque con tener a Will a mi lado para toda la eternidad era todo lo que quería.

Y no solamente lo tendría a él en mi vida.

Tendría un pedacito de Will cada vez que mirara a los ojos de nuestra bebé,cada vez que la viera a los ojos, y la viera sonreir ,observando como esos hermosos hoyuelos se formaban en su rostro.

Aún no sabía precisamente como sería ella.

O si de verdad era una ella.

Esos éxamenes médicos solian fallar y más de un padre se ha llevado una sorpresa a causa de ello.

Pero no me importaba.

Lo único que me interesaba era que fuese una persona feliz en su vida, que alcanzara todo lo que sueñe.

Y que nunca deje que ningun bastardo le haga sentir que era menos.

Que la trataran como una reina de la misma manera en la que su padre me había tratado a mí durante toda nuestra relación.

Por supuesto que le contaría que no todo sería arcoíris y corazones, le mostraría los pormenores del amor y le dejaría saber que estaría a su lado cuando un imbécil le rompiera el suyo.

Tampoco tendría porque ser un imbécil.

Podría ser una .

Porque dejaríamos que nuestra hija fuese lo que ella quisiera en la vida. Si ella quería amar a un hombre lo aceptaríamos y si preferia amar a una mujer también, como si quería amar a ambos.

Solo queríamos su felicidad.

Como la que habíamos alcanzado nosotros desde que estábamos juntos.

Era muy loco que todo esto comenzó por un café. Y estaba segura de que en nuestra vida es lo único que no nos faltaría.

Amor y café.

Porque una buena historia debía ser contada de esa manera.

En familia.

Con amor.

Con una buena taza de café.

Y sin omitir ningún detalle.



#37813 en Novela romántica
#6231 en Chick lit
#9339 en Joven Adulto

En el texto hay: diversion, romance, amor

Editado: 23.05.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.