En un mundo donde los instintos mas primitivos dictan el destino de las vidas, el omega Saemi, nunca encajo con los estandares de la sociedad, con sus ojos y cabello de un suave tono color pastel, el destacaba frente a los demas, no solo por su fisico pequeño, de apenas 1.58 metros, si no tambien por su firme rechazo al estereotipo y rol dirigido a su naturaleza omega, y las distintas castas, vivia en una ciudad llena de alfas dominantes y omegas sumisos, pero Saemi siempre se habia mantenido firme en negarse a cumplir con los estandares clasistas de la sociedad.
Theodore, por otro lado, era el alfa por exelencia, guapo, alto, con buen fisico, joven, con dinero, y con una mirada sumamente penetrante que parece ver mas aya de la superficie, con su cabello negro como la noche, y ojos oscuros como el mar, de 2.15 metros de altura, representa todo lo que un alfa "deberia ser", el tipico chico perfecto, protector, fuerte y dominante, a pesar de eso, habia una tristeza oculta en su mirada, un ciclo sin fin de sus instintos que parecian marcar su destino como alfa.
Un día, el destino los unió de manera inesperada. Saemi, buscando refugio de una lluvia torrencial, se resguardó en una pequeña tienda en las afueras de la ciudad. En ese mismo momento, Theodore entró, sacudiendo su chaqueta empapada.
El ambiente se tensó inmediatamente cuando sus miradas se cruzaron, el alfa reconociendo instintivamente la presencia de un omega, y el omega sintiendo la abrumadora presencia del alfa.
Pero algo diferente ocurrió en ese encuentro. Theodore no se comportó como los otros alfas que había conocido Saemi. No intentó imponerse ni mostrar su dominancia. En lugar de eso, lo observó con curiosidad, intrigado por la pequeña figura que, a pesar de su naturaleza omega, no mostró miedo ni sumisión. Saemi, por su parte, notó la tristeza en los ojos del alfa, una profundidad que lo desconcertó.
— ¿No vas a huir como los demás? —preguntó Theodore, su voz profunda resonando en el pequeño espacio.
— No tengo razón para hacerlo —respondió Saemi, cruzando los brazos, decidido a no dejarse intimidar por aquel alfa "engreido" a palabras de Saemi.
Con el pasar de los días, ambos comenzaron a coincidir más a menudo, ya fuera por casualidad o por el magnetismo que sentían el uno hacia el otro. A pesar de las diferencias abismales entre sus posiciones en la sociedad, algo comenzó a florecer entre ellos.
Saemi encontró en Theodore a un alfa que no lo veía como un omega débil y sumiso, sino como un igual, alguien digno de respeto. Theodore, por su parte, descubrió en Saemi una libertad que nunca había sentido, una forma de romper con las cadenas de su instinto y ser algo más que un simple alfa dominador...
Sin embargo, la sociedad no estaba dispuesta a aceptar su conexión. Los otros alfas veían a Theodore como una amenaza, un alfa que desafiaba las normas al no reclamar a un omega como suyo, y los omegas criticaban a Saemi por no comportarse según las expectativas.
Un dia, el conflicto llego a su punto mas alto, confrontando a Theodore, exigiendole que tomara el control de Saemi de una buena ves
— No soy dueño de nadie. Saemi es libre de elegir su propio destino, como yo lo soy del mío —respondió, su voz resonando con una autoridad que no dejaba lugar a dudas.
Los instintos estaban al borde de estallar, pero justo en ese momento, Saemi se acercó y se paró junto a Theodore. A pesar de la diferencia de altura, su mirada era igual de firme.
— Yo elijo estar con él —dijo con una calma desafiante—. No porque sea mi alfa, sino porque lo respeto.
°]¿One day i'll be a happy?[°
• Its_Mitchy se presenta con esta historia, quiero aclarar que en si en los caps, nos saltaremos una que otra parte del prologo, porq los capitulos, y prologo, los cree en tiempos algo diferentes, y ps ahi ven que los caps no se parecen al prologo, pero lo deje asi por el valor sentimental de la historia a como originalmente estaba planeada^^
• Its_Mitchy se retira. <3