Prólogo

Un solo camino: ¡No te rebeles!

En el Pueblo Paz su población se reduce constantemente, y no, las mudanzas no son la razón. Esto es porque todo aquel que entra allí, sólo tiene una forma de salir y definitivamente sabes cuál.

Las personas que vivían allí, los afortunados en perdurar por tanto tiempo, sabían su temeroso destino. Lo conocían sólo de nombre “Anthonyt”.

Albert, amo y señor del lugar, aquel que tenía el derecho de terminar con tu vida para prolongar la suya. Teniendo en cuenta que el Pueblo Paz tuvo inicio hace 500 años atrás, es más que evidente de que no hay nada normal allí, quizás sólo las personas que pasan por el pueblo dejando únicamente huellas en el tiempo.

En este pueblo, sólo había una regla que se les decía a los niños: “Cuando llegué tu momento, hay un sólo camino: no te rebeles”. La seguridad del día era completamente una farsa cuando el sol comenzaba a ocultarse a través de las montañas, seguido de esto, se escuchaban fuertes golpes al cerrar ventanas y puertas, rezos y todo lo que puedes imaginar.

Te invito a adentrarte en esta pesadilla.