Ópera: Rosas De Invierno

CAPITULO 2: VIAJÉ AL PASADO

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(https://www.youtube.com/watch?v=sJCyIuZ012s)

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CAPITULO 2: VIAJÉ AL PASADO

 

     “No tengas miedo de los muertos, sino de los vivos, y sobre todo, de aquellos que viven sin amor”

 

Una extraña sensación aterradora recorrió el cuerpo de Heder al darse cuenta de que estaba nuevamente en su habitación. No escuchaba más el sonido del rio ni mucho menos los lamentos de aquel Hombre. Estaba con la misma pijama que durmió, las cosas donde las dejó...nada había cambiado ¿Tal vez fue un sueño?  

— No, no...¡esto no fue un sueño!— Heder mira la herida de su dedo ya vendado. Sentía el dolor, sintió esa espina ¿Cómo pudo ser un sueño? 

Se acercó a su teléfono, son tan solo las 6: 39 de la mañana. 

—¿A de A? ¿Por qué sigue la foto de este hombre aquí? — El terror la invadió al recordar lo que vivió hace unos minutos, la risa malvada de ese hombre y esos horribles...gritos. 

Su habitación se sintió insegura al instante— ¿¡Quién está ahí!?— La respiración de la joven se aceleró al escuchar entre las paredes pequeños fragmentos de la voz de A de A, eran como pequeños susurros en un idioma extranjero. Tal vez ¿francés? ¿italiano? No podía pensar con claridad... estaba aterrada. 

— Es la voz de A de A que está... ¿¡cantando!?  Esto, esto... ¡no es un sueño! — Se alejaba de cada rincón donde escuchaba la extraña voz la cual ya no cantaba sola. Las voces que escuchó gritar en la Ópera ahora coreaban la desconocida canción. Era tan perturbador —Por favor, ¡Para!¡Para! — 

Inmediatamente llamó a Samuel mientras se arrinconaba en una de las esquinas de su habitación con Duque en brazos, el aún dormía y ¿Ronroneaba? 

Sámuel contestó la llamada de Heder: 

—¿Qué sucede Heder? — respondió Sámuel adormilado —¿Qué es tan importante como para que me despiertes a las 6 de la mañana? 

— Sámuel, por favor ¡escucha! Está sucediendo algo aterrador, Hay... u-unas voces que... —Heder mira a su alrededor. La habitación está en total silencio, también duque ha parado de ronronear y continúa dormido. 

—¿Cuáles voces? —Sámuel bosteza. 

—Te juro que había voces en mi habitación hace un momento, pero eso no es lo importante Sámuel — 

—Ah, entonces si no es importante procederé a mimir ¿Ok? Buenas noches —  

—No, espera. Si hay algo... estuve en, estuve en 1892 hace algunos minutos — Heder camina alrededor de su habitación buscando algún rastro de las voces que ya no están. 

—Si ¡claro! como no, eres muy graciosa Heder—  

—No te molestaría a esta hora para una broma. Sabes que no soy así. Es enserio, estuve en esa época — 

—Heder, ayer estuvimos hablando de eso…seguro lo soñaste por lo mismo— 

—Es lo mismo que yo pensé, pero tengo una prueba verídica, bueno más bien dos — responde mientras mira el vendaje de su dedo. 

—A ver dime —Samuel suspiró — ¿Cuáles pruebas? — 

—Te lo mostraré más tarde porque explicarlo aquí sola me aterra un poco — 

—Lo soñaste Heder — 

—Samuel, lo que vi no fue un sueño...todo fue real. El supuesto atentado terrorista que vimos en la leyenda de ayer, no fue un atentado...fue un, fue un terremoto. Eso hizo que la Ópera colapsara — 

—Espera, ¿qué? ¿Un terremoto dices?...— Samuel se levantó de la cama —Veámonos. 

Heder finalizó la llamada, ahora estaba un poco más tranquila pero ¿Qué fue todo eso que había escuchado?. 

Miró por todos lados, el rastro de aquellas voces había desaparecido. Al mirar la pantalla de su celular, la imagen de A de A ya no estaba, nuevamente su fondo de pantalla era Duque.  

—¿Qué fue todo eso que pasó?— Heder está aterrada. 

… 

Unas horas más tarde, se encontraba caminando por la universidad, El clima de hoy también era lluvioso pero con más frío de lo normal. 

Se encontraba un poco pálida y débil. El cruel frío la acechaba más que de costumbre; sería un día difícil. 

—¿Podría darme un té caliente por favor? —Pidió a la de cafetería y mientras esperaba, intentaba calentar sus manos —Gracias— 

… 

Heder bebió del té pero el frío dentro de su cuerpo no cesaba. Decidió ignóralo y asistir a la primera clase donde encontraría a Samuel pero aún no había señales de el ¿Se habrá quedado dormido? 

—Buenos días alumnos—pronunció el profesor de Música — Por favor firmen la carta de asistencia virtual que les envié por correo. Daré 10 minutos y después iniciaremos con la clase— 

—Buenos días ¿Puedo pasar?— preguntó Heder 

—Nunca te había visto ¿Me darías tu nombre por favor?— respondió el profesor. 

—Soy Heder Haydn—  

—Señorita Haydn… ¡Oh! como el compositor— 

—Si— 

Miró la lista de asistencia—¡Oh! Pero ¿Qué tenemos aquí? Una voz nueva. Claro, entre señorita Haydn— 

Heder asintió y entró al aula de clases la cuál era enorme. Casi como un auditorio. 

Decidió sentarse en la silla final de la mesa tres, no quería llamar la atención. Después de algunos minutos, Samuel ha llegado al aula… ni siquiera miró al profesor, su mirada solo estaba enfocada en encontrar a Heder. 

—Señor Thomas, yo también me encuentro muy bien— exclamó el profesor en tono burlón. 

—Perdone— responde sin siquiera mirarlo 

—¿Se le perdió algo señor Thomas?—  

—Si— los ojos de Samuel logran encontrar a Heder—Se me perdió eso— la señala con el dedo. Heder ni siquiera lo notó, estaba concentrada leyendo su libro. 

—Pero miren quien está aquí—Tres chicas se acercaron a Samuel—Profesor, Sámuel se sentará con nosotras ¿De acuerdo?—las tres chicas lo tomaron del brazo. 




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