Operación Astra

Capítulo 1 : Una Pequeña Sombra

2 de Julio de 2017, Base Aérea, Condado de Lincoln, Nevada.

En el aire los aviones realizaban sorprendentes piruetas, el sonido que estos desprendían ensordecian los oídos de los espectadores, los soldados, quienes pasaban su soleado domingo descansando bajo el caliente sol, ignoraban lo que sucedía bajo sus pies.

Un grupo de hombres uniformados seguían como patitos sin cerebro al Dr. Wagner por el extenso pasillo grisáceo, entre ellos el Coronel Williams.

Los pasos de los hombres(exceptuando los del Dr) se hacían escuchar en el blanco piso de cerámica como si mientras más ruido hicieran más fuertes se volvieran. 

Los hombres llegaron frente a una puerta de hierro sólido. 

El Coronel Williams miró con desdén por la pequeña ventanilla viendo a esa extraña criatura.

-Me da asco.

Espetó sin cuidado. El Dr. Wagner ignoró eso, observó el informe en sus manos con una vaga atención.

-Su composición es de silicio, capacidades metamórficas, rápido metabolismo, capacidad regenerativa acelerada, edad biológica 12 años, esto último se sabe por el análisis de isótopos realizado el día jueves 29 de Junio. 

El Coronel lo miró con cansancio mientras masajea su cien. 

-Me estás diciendo que en 70 años esa es toda la información que han recolectado?.

-Si señor, eso es justo lo que digo.

El desinterés del Dr. Wagner podría verse como una falta de respeto, pero estaba claro que ya habían tenido esta conversación.

-Wagner. Dígame porque lo contratamos?. 

-Porque soy el mejor Biólogo, especializado en biología celular y molecular del país. Señor.

-Entonces como es que esa es toda la información que ah obtenido. 

-Señor. Solo eh tenido al sujeto 27 durante 3 años, y créame es un milagro que supiéramos su composición.

Era tonto intentar razonar con ese hombre, pero que más da. 

-Milagros, Dr., Milagros, es un hombre de ciencia por el amor a Dios!!. Usted no debe creer en milagros mucho menos darles el mérito de sus pocos logros.

-Lo siento. Señor. Pero hemos tenido avances psicológicos. El sujeto 27 logra comunicarse en nuestra lengua. 

-Y dígame sabe contar?.

Solto con total credulidad. 

-Disculpe?

-Que sí el sujeto sabe contar?. Por lo que me dice debo felicitar a esa cosa por saber hablar. También sabe contar?.

-Señor. Es un avance muy importante. Es que acaso no le interesa la información que logrará conseguir con esto?.

Unos pasos pasos se hicieron oir, interrumpiendo la disputa entre los hombres. La atención de los soldados fue robado por la mujer que apareció ante ellos.

Con una bata blanca, vestido negro y tacones del mismo color nada cómodos, su labial carmesí y sus gafas negras, la Dra. Jean Murphy, el diablo rojo, como se la conocía por su característico cabello. Los miro con desaprobación. 

-Discutir altera a mi paciente. señores. Les agradecería que se retiraran. 

-Señorita Jean, también es un gusto verla.

-Siempre es un placer verla. Señorita Jean.

Dijo el Coronel, en lo que el Dr. Wagner lo veía como si compitieran por la atención de la mujer.

-Doctora. 

Corrigió con indignación.

-Disculpe?.

El Coronel y sus hombres eran los únicos confundidos en el lugar. El Dr. Wagner se maldecia mentalmente por su error.

-Es Doctora Jean Murphy. No eh pasado 5 años en la carrera de psicología infantil, y otros 5 en la carrera de biomedicina básica experimental para ser llamada "Señorita", de acuerdo?.

Enmarco una de sus definidas cejas. Y procedió a entrar a la habitación de paredes alcolchonadas.

La intensa luz blanca la ensegecio por un momento. Cuando sus ojos se recuperaron pudo notar una pequeña sombra moverse velozmente detrás de ella. No sé molesto en voltear, ya sabía quien era.

-Astra. Asustarme, eso no funcionará. 

Al voltear se encontró con una criatura de piel plateada y ojos verdes como los de un gato, vestía un uniforme blanco. Y parecía lista para atacar.

Esa criatura reacomodo sus huesos de una manera desagradablemente ruidosa, su piel y silueta comenzó a tomar un color y una forma más humana.

Pronto nada quedaba de esa criatura. Una pequeña rubia de ojos verdes como aceitunas y piel pálida como la de un zombie, era lo único que había. 

-Hola, Dra. Jean.

-Hola, Astra. Estas lista para nuestra sesión de hoy?.

La "niña" parecía procesar lentamente las palabras, pero finalmente asintió. 

-Muy bien, empecemos.

 

 

 

 

 

 




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