Capítulo 2

Estamos Valeria y yo en la oficina de la directora esperando a que ella llegue. No siento culpa por haberme comportado así, al contrario, lo único que hice fue defenderme. De repente la puerta de la dirección se abrie de golpe dejando ver a la directora Valencia con una expresión de molestia, decepción y seriedad frente a la situación. Esta da la vuelta alrededor de nosotras para llegar a su escritorio, una vez que llega se deja caer en su asiento colocando sus manos entrelazadas sobre su escritorio dejando de lado los papeles que estaban sobre ella, se inclinó hacia delante y con una expresión seria pregunta...

— ¿Creen que esto es un orgullo?. ¿Díganme que ganaron con hacer esto delante de toda la institución?.

Ninguna de las dos responde nada, esa era la verdad, no habíamos ganado nada.

— Díganme que fue lo que pasó — Levanto mi mano rápidamente para relatar los echos — Tienes la palabra señorita González y por cierto, no pensé que usted fuera a estar en una situación así.

— Yo tampoco pensé que lo estaría directora, pero todo pasa por una razón ¿No? — Pregunto con sarcasmo a la vez que ella asiente — Lo que pasa directora, es que la joven aquí presente no ha superado a su ex novio Ángel, el chico más popular del colegio y como él empezó a hablar conmigo desde el año pasado, ella cada vez que me ve por los pasillos se mete conmigo sin razón y hoy fue la gota de derramó el vaso. Ella me jaló del cabello diciéndome que no se iba a quedar quieta y lo único que hice yo fue defenderme — La directora tuvo toda su atención en mi, miró repetidas veces hacía dónde Valeria quién estaba cabizbaja.

Sinceramente... Yo no creo nada de lo que ella está dispuesta a hacer creer a los demás.

— ¿Usted tiene algún tipo de relación con el joven Ángel? O ¿Ha echo algo para hacer molestar a su compañera? — Me pregunta la directora con evidente confusión.

— No tengo nada con Ángel, sólo lo veo como un amigo y tampoco he echo algo que haga enojar a Valeria, si ella se mete conmigo es porque quiere hacerlo — Le di mis argumentos a la directora.

— Me temo que llamaré al joven García. Necesito saber más de esta situación — Anuncia la directora.

Minutos después llegó Ángel a la oficina y al verme ahí junto con Valeria me preguntó que si me encontraba bien a lo que yo le respondí que no había nada de que preocuparse.

— Joven García, tome asiento — Ángel hizo lo que la directora le pidió — Hay una situación con estás dos jóvenes y usted me va a sacar de dudas.

— Lo que necesite directora, no se preocupe por hacer las preguntas necesarias — Le dijo Ángel con comodidad.

Valeria y yo estamos calladas, ella no ha dicho ni una palabra desde que entró a la oficina.

— Ángel, ¿Tienes una relación con la señorita González? — Pregunta la directora a lo que Ángel niega rápidamente.

— No tengo nada con Carolina — Me alivia que él diga eso, pero no se detuvo ahí — Pero en algún momento quisiera que ella me diera una oportunidad.

Abrí los ojos como platos y en ese momento me ahogué con la saliva mientras tragaba grueso. Ángel se levantó rápidamente de la silla a buscar un poco de agua en la pequeña nevera que está en la oficina.

— Ten, toma un poco — Me tomé el agua y rápidamente paré de toser. Los ojos se me pusieron llorosos y la cara se me puso roja — ¿Que te pasó?.

— No sé, de repente me estaba ahogando. Ni idea de cómo — Le dije mirando a la directora y por lo que puedo ver en su rostro deduzco de que ella sabe perfectamente de que yo no estoy así porque sí. Ella sabe la razón.

— Sigamos — Anuncia ella — ¿Usted fue algo de la señorita Castillo? — Él asiente.

— Fuimos novios por dos años, pero me di cuenta de que me estaba engañando con alguien de familia con dinero y le terminé dándole mis verdaderas razones. Para no hacerla quedar mal delante de los demás decidí decir que le terminé "porque no era mi tipo" — Dijo Ángel haciendo comillas en la última oración — Cuando empecé a hablar con Carolina ya habían pasado más de seis meses que le terminé. Es obvio que me he dado cuenta de que Valeria busca la forma de molestarla, pero nunca he sentido la necesidad de intervenir ya que no le ha dado importancia al asunto y... No sé que fue lo que pasó hoy.

La directora estaba escuchando atentamente y más cuando Ángel le dijo que Valeria lo había engañado. Tanto la directora como yo quedamos estupefactas. Luego de un momento de que la directora terminara de procesar todo giró hacia Valeria.

— Castillo — Ella no respondió — Valeria Castillo, ¿Que tienes para decir?.

Ella miró para todos lados menos hacía dónde la directora. No dijo nada al respecto.

Después de que la directora respiró profundamente, habló — Creo que he tomado una decisión. Ambas el día de mañana me traerán su acudiente, hablaré con ellos y quedaran suspendidas por tres días — Asiento en cambio Valeria quiere protestar — No quiero escuchar más nada, usted tuvo su tiempo de hablar y no quiso, espero ver a sus padres mañana, de lo contrario las consecuencias serán mas graves. Joven García, gracias por su tiempo y la información — Él asintió amablemente.

Los tres salimos de la oficina, Valeria claramente derrotada y humillada.

Yo no tengo la culpa.

Mientras subo las escaleras Ángel se me acerca.

— Carolina, ¿De verdad estás bien? — Me pregunta poniendo una mano en mi hombro.

— Si, si estoy bien, es sólo que... No sé — Le respondí mirando al cielo.

— ¿No sabes qué?. Puedes decirme, si es que quieres hacerlo — Me dijo tomando mis manos.

— Es que hay algo que siento que debo decírtelo y es mejor ahora.

— Y... ¿Qué es eso que me tienes que decir?. ¿Qué debo saber? — Pregunta con seriedad.

— ¿Te parece si nos sentamos? — Él asiente — Es que desde hace tiempo había escuchado el rumor de que tú estás enamorado de mi y... — Intenta hablar, pero lo interrumpo — Por favor, déjame terminar — Asiente nuevamente — Quería decirte, que desde el principio pensé que era una broma o algo así porque siempre he pensado que un chico popular como tú no se fijará en alguien como yo, pero con el paso del tiempo he caído en cuenta de que no es así, de que es cierto — El asiente — Lo que quiero decir con esto, Ángel... Es que sólo te he visto y te veo como un amigo. Desde ese día no te he mirado de otra forma. No quiero hacerte daño después.