Oscuridad ©

4.

Mes 08, día 15/4.109

Observo como el humo se desvanece en el aire y luego no queda nada.

Estoy sentada en una de las últimas ramas de un enorme y viejo árbol de la propiedad, mirando el humo que sale de la boca de William, quien se mantiene fumando.

Da otra calada al cigarrillo y esta parece ser más honda porque esta vez sale mucho más humo de su boca y de su nariz.

Quiero decirle que fumar es malo, que solo puede hacerle daño, pero entonces él saldría con que el cigarro está libre de nicotina y no sé qué otras cosas más que fueron eliminadas del mismo hace años, que este cigarrillo solo sirve para relajarlo y que, contrario a los que se piensa, ese cigarrillo no hace daño, así que descarto la idea y lo observo esperando el momento en que se relaje del todo y decida decirme porque me saco de mi cama a la una de la madrugada.

Da una última calada y luego arroja la colilla al césped y se acomoda de forma que ahora está acostado en lo largo de la rama.

-Odio cada vez que mamá hace comentarios sobre un matrimonio entre tú y ese imbécil de Marcus.

-Ya deberías estar acostumbrado, como yo –Me encojo de hombros y muevo mis piernas en el aire.

-Si me acostumbro le afianzo la idea de que tú estás encantada y muy dispuesta a hacer sus sueños realidad –Gruñe y comienza a picar el árbol, quitándole la corteza- A todas estas, ¿Por qué estas saliendo con ese imbécil de buena gana?

-Solo han sido dos salidas –Me defiendo- Y lo he hecho porque me conviene.

-Dame una pista de por qué te conviene salir con él –Pienso en decirle que me da libertad, que por unas horas puedo perderme en el bosque, puedo hacer lo que yo quiera sin que mamá pongo el grito en el cielo, pero, sé que ayer lo hice porque quería ver a Xander, quería estar con él- Estoy esperando tan interesante argumento, Anahia.

Muerdo las esquinas de mis labios mientras busco la forma de disfrazar el motivo de mi conveniencia en salir con Marcus. No le puedo decir la verdad a William porque entonces me obligaría a ir con él en el tiempo libre y no siempre quiero que mi hermano sea mi niñera. Busco la salida fácil y que es un ochenta por ciento de la verdad.

-Él hace feliz a alguien muy importante para mí –William se incorpora y ahora me observa con sus ojos rojos, interesados y dispuesto a buscar un indicio de que estoy mintiendo.

-Sé más explícita, soy tu hermano.

-Promete no decir nada –Le pido y él enlaza mechones de nuestros cabellos haciendo la promesa de hermanos. Suspiro y dejo caer la bomba- Marcus está saliendo con Sofía –Por un momento todo lo que mi hermano hace es observarme.

-¿Sofía? ¿Sofía como tu amiga? –Asiento lentamente y entonces él se vuelve loco- ¡¿Y qué putadas hace ese imbécil saliendo con ella?! ¡Lo que es peor! ¡¿Por qué jodidamente lo estas apoyando Anahia Marie Altermayer Hoggins?! –Cubro mis oídos mientras mi hermano despotrica diciendo que Marcus es un imbécil que solo va a jugar con ella, que no quiere más que follársela y dejarla. Luego tengo que soportar que me trate de mala amiga y mala influencia para ella.

Dejo que diga todo lo que tiene que decir, que me llame demente, insensata y otras más mientras se calma y deja que le explique lo que quiero decirle.

-¿Terminaste?

-Puedo seguir toda la jodida noche, jovencita –Gruñe y luego aparece otro cigarrillo entre sus dedos.

-William –Me gruñe y suspiro. Odia que yo le llame William cuando estamos hablando de algo porque siente que lo estoy reprendiendo a pesar de que la menor aquí soy yo- Iam, no voy a dejar que Marcus le haga daño y Sofía tampoco, confía un poco en nosotras.

-Me cortaría el jodido pelo si me equivoco y tú no has hablado con ella sobre esto –Entrecierro los ojos sintiéndome pillada y bajo la cabeza.

-No lo he hecho, pero ella sabe lo que hace, tú lo sabes y yo lo sé. Ella no es alguien a la que puedes engañar fácilmente y sabe cuidarse.

-Dile a ese imbécil que si ella suelta una puta lagrima no le va a alcanzar el imperio para esconderse. Ni este ni los otros. Y me va a valer mierda si su papá es amigo del nuestro, Marcus será niño molido en cuestión de minutos –Sus ojos rojos brillan con intensidad y si fuera otra persona tendría algo de miedo, pero soy yo, y es William, soy su hermana y él nunca me haría daño.

-Marcus ya fue amenazado por mí.

-Las amenazas de una niña no surgen efecto en imbéciles como ese. –Resoplo.



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En el texto hay: primer amor, magia

Editado: 28.03.2018

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