PEQUEÑA RESEÑA
Una mañana me despierto con un sueño previo en la mente que me inspiró bastante y que estuve constantemente pensando en cómo llamarlo, aunque no tengo idea si libro es el termino correcto para este momento. Sin embargo, no le di tanta importancia desde entonces, pero muy por dentro mi mente me pedía a gritos que escriba algo al respecto, la escritura es un tema raro, con mucho que exprimir. ¿Me animaré? ¿Podré? ¿Saldrá algo? Eso solo lo sabremos más adelante, mientras tanto comencemos con una historia atrapante, para atraparme a mí y a vos. Quiero que te guste, espero y deseo que me sigas en esta historia, que ni yo me imaginaba hasta hoy.
Agustín.
Era una tarde lluviosa de otoño, cuando Martín un chico de 20 años de cabello castaño, ojos negros, delgado y alto se dio cuenta de algo raro que su mente le mostró. Normalmente rara vez uno se acuerda de los sueños, pero este sueño tan peculiar de hace 4 años vino a su mente, primero pensando en un deja vú, luego pensando que se estaba volviendo loco, pero finalmente se dio cuenta de algo que quizás nadie se ha preguntado nunca.
Esa película es muy similar a un sueño que tuve años atrás.
- ¿Será que está basada en mí y mi sueño? Hay algo que no me cabe en la cabeza, ese sueño era mío, ¿cómo pudo llegar a la industria cineasta? ¿Me pasa solo a mi o quizás a muchas más personas también? Hasta no llegar al fondo de todo esto no voy a detenerme. Dijo Martín.
Voy a escribir al grupo para contar lo que me está pasando. Pensó.
-Más tarde, Martín escribe a un grupo donde estaban sus amigos Gabriel, Angela y Pau explicándoles mediante un audio larguísimo:
-No saben lo que me acaba de pasar, mientras me levantaba a la mañana me di cuenta que la película que va a salir en el cine, la soñé hace 3 años, y no tengo la más pálida idea de porque hasta ahora se me viene a la mente... además es como si el sueño me hablara y más.
A lo que Gabriel responde:
Estás loco al pensar eso.
Pero Martín no se iba a quedar de brazos cruzados ante semejante situación.
-Buscando por Internet no encontró nada sobre lo que estaba viviendo, quizás era su cabeza la que idealizaba, obviamente pasó horas buscando hasta que volvió a tener esa especie de visión o sueño, pero esta vez despierto y cambiando un poco a lo que era un sueño, a esto se agregaba la visita de el mismo a una casa donde lo recibirían como alguien al que esperaban, quizás es por ver tantas cosas en Internet, pero de verdad se sentía de otra manera.
Buscando y buscando no encontró nada, fue entonces que empezó a buscar en todos los enlaces que Google podría darle, buscado de mil maneras para poder obtener algo, y finalmente sus ojos se hicieron de forma de huevo cuando de pronto encontró un enlace por la página 30 de Google que titulaba como una persona cuenta en su blog como la película "Mandaman" fue robada de su mente. Martín saltó de su silla antes de cliquear el enlace, porque no estaba preparado para leer lo que pasaba, Mandaman iba a ser una película muy famosa que trataba de un hombre que quería olvidar las cosas a la que estaba destinado a ser y hacer.
Primeramente, Martín ya estresado por ver que su sueño iba a ser película y que a la vez sus amigos creyeran que estaba loco, empezó a leer el artículo de ese tal Oliver Mansalmanks. Si, Mansalmanks... coincidencia? No creo que este sea el caso. Oliver relata como una tarde al despertarse de una siesta, se dio cuenta que la película que posteriormente en 3 meses se iba a estrenar, se trataba nada más ni nada menos que de su personaje ficticio, el que dibujaba en su cuaderno, el que creó por el simple hecho de gustarle el dibujo y los cómics, solo que nunca los compartió con nadie. Oliver tiene 20 años, al igual que Martín nunca compartió nada con nadie sobre su sueño y su "película".
-Martín al leer todo lo que contaba Oliver, decidió dejarle un comentario sobre lo que sucedía. Sin embargo, no obtuvo respuesta.
Por lo tanto, optó por usar sus conocimientos sobre computación y trató de recopilar datos sobre Oliver para conseguir su domicilio, y poder hablar con él. Después de dos horas buscando entre Oliver y Oliver, encontró uno que coincidía con la información que el blog aportaba. Finalmente, Martín encontró la dirección de Oliver y al día siguiente decidió ir a esa dirección y conversar con alguien que pasó por lo mismo que estaba pasando él.
Al día siguiente, Martín luego de salir de la universidad donde estudiaba Contaduría se dirige a Langumar, donde supuestamente vivía Oliver. Al llegar notó que la puerta de su casa era roja y tenía un timbre particular, con una insignia en forma de corona que casualmente él tenía como marca de nacimiento en el hombro, pero un poco vieja. Al tocar timbre, una mujer con aspecto observador y con energía agradable pero nunca antes sentida, sale y atiende amablemente a Martín.
- Hola, disculpe el atrevimiento, pero estoy buscando a Oliver. ¿Esta es la casa Mansalmanks? Pregunta Martín con amabilidad.
- Buenas tardes, está en lo correcto, es la casa Mansalmanks. Adelante por favor. Expresó amablemente la señora.
Martín notó que la casa era sumamente grande, y tenía un aspecto raro pero que le hacía sentir raramente en casa.
Con confianza Martín ingresa a la sala de estar, esperando a Oliver.
La amable señora que atendió a Martín se aleja por el pasillo acercándose a la habitación de Oliver diciendo:
- Ha llegado quien has estado esperando.
- Muy bien, es hora de que sepa que es lo que le está sucediendo y por qué, madre. Expresó Oliver. Por favor déjanos solos.
- Recuerda que no todos tienen la capacidad de procesar todo lo que tu viviste hasta saber controlarlo. Comentó su madre.
- Lo sé, pero también sé que él no es como los demás, tú sabes a que me refiero.
Oliver, un muchacho medianamente alto, rubio, con ojos verdes muy claros, con un aspecto de confianza y de amabilidad entra a la sala de estar:
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Editado: 22.09.2020