Oscuros Secretos

Capítulo 28

Sheri

Mi cabeza da muchas vueltas, sobre todo a sus palabras.

— No se puede rescatar a un muerto, puedes traerlo a la vida si, pero pierde su humanidad y su alma. No será lo mismo. – Dice el señor Spare.

Los susurros y los sueños me decían que si podía traerlo de vuelta. ¿Qué tan riesgoso es?

Antes de subirnos al auto el me detuvo para decirme unas palabras, no sé qué pensar sobre lo que me dijo.

— Entiendo que quieras recuperar a esa persona, pero no puedes abrir el portal. Liberaras el peor mal que habita en esa casa, nadie puede controlar esa oscuridad. Y ten cuidado de Jodie. – Dice él.

Ya estaba de lo peor y de que destruyeran mi esperanza era como una patada en el trasero.

En el camino suena la canción de Call Me Maybe de Carly Rae Jepsen, de seguro a Adelaide la estaría cantando, pero no está aquí. Todos la cantamos, ya que es imposible no cantarla cuando suena hasta que el celular de mi cuñada suena, resulta ser una llamada de Travis.

— Si, si idiota. Ya vamos de camino. – Dice ella en la llamada.

Yo solo observo a Jacob que está a mi lado manejando sin dejar de prestar atención a la carretera.

— ¿A dónde? ¿Estás seguro? Bien, danos unos veinte minutos. – Dice D en la llamada a Travis para después terminar.

Ella suelta un suspiro.

— ¿Y? ¿Qué paso? – Le pregunto.

— Nada, quiere que nos veamos en Starbucks. Allá están los dos tortolos. – Responde la pelinegra a mi pregunta.

— Vamos a Starbuscks. – Dice Jacob para acelerar.

.

Cuando llegamos nos bajamos del auto para entrar, a lo lejos pudimos ver a Travis con Adelaide riendo mientras toman un café ¿Eso no le causara un efecto en Travis? Se que también es vampiro, pero no sé hasta qué punto la comida humana le puede afectar a él.

— Ahorita lo vemos vomitando ese café. – Dice en un tono burlón Delancy.

— ¿Por qué? – Le pregunto.

— Al activar su lado vampiro no puede ingerir comida humana, su sistema no se lo permite. – Responde ella.

— ¿Ni, aunque sea medium y licántropo? – Cuestiono.

— No, tiene las especies a su favor, pero esa es la parte de morir. Pierdes el gusto por la comida humana. – Responde.

Aunch.

No podría vivir sin comida humana por el resto de mi vida.

— Sera divertido, aunque seguramente cuando Adelaide se entere querrá matarlo. – Comenta Jacob a mi lado.

— No lo creo... - Digo.

— No subestimes a Adelaide, puede que se vea muy inocente por fuera, pero por dentro no lo es. – Dice D.

Elevo una ceja ante lo que dice. ¿Qué no se de Adelaide? Bueno ¿Qué no se de esta familia?

Tomamos asiento junto a ellos, los tres pedimos para comer en el lugar.

— ¿Y? ¿Cómo les fue? – Pregunta el rubio.

— Nos dieron buena información, sin embargo, la situación empeora. – Responde la pelinegra.

Adelaide lleva la taza de café a sus labios para darle un sorbo mientras nos observa.

— ¿Cómo? – Pregunta la castaña.

— Delancy cree que el demonio y el poltergeist son como marionetas de lo que realmente pasa en esa casa. – Responde Jacob.

— Tendría sentido todo, ya que quiso lastimar a Sheri más de una vez. – Comenta Travis.

— También explicaría el hecho del porque su abuela se ha manifestado mucho en el cuerpo de Delancy. La oscuridad la alimenta. – Dice Adelaide.

Trato de no calentarme la cabeza, pero con estas teorías o ideas como no hacerlo.

— Entiendo que muchas cosas tendrían sentido con todo lo que ha pasado, pero ¿Podemos dejarlo para después? O al menos cuando lleguemos de nuevo a Long Island, por favor. – Les digo en general.

Todos asiente con la cabeza sin decir nada mientras comen.

Suena la campañilla de la puerta cuando entra, son cuatro chicos riendo y contándose cosas entre si hasta que llegan con la cajera. La pelinegra frunce el ceño.

— Que escándalo. – Dice quejándose para voltear a ver de quien se trata.

Cuando D se voltea a ver un chico de cabello oscuro y unos ojos verdes la observa a ella, rápidamente ella se voltea a vernos a nosotros con las mejillas rosadas.

Todos vimos eso.

Travis casi se ahoga con el pastel de chocolate por querer reírse, Jacob se mantiene serio y firme como el primer día que lo conocí ¿Es en serio? Mientras Adelaide y yo cruzamos miradas para luego seguir comiendo.

— Vaya hermana ¿Qué paso con tu actitud de leona? – Pregunta Travis en un tono burlista.

Adelaide le da una pequeña patada y este la observa para que la castaña le niegue la cabeza.

— Ya sabes lo que es ¿Verdad? – Le dice Jacob a su hermana.

El chico sigue viendo en nuestra dirección, aunque está muy distraído, ya veo que el momento embarazo se acerca y no quedara bien.

— Lo sé, pero mejor vamos a dejarlo así. – Responde ella en su defensa.

— ¿Qué? No, recuerda que hay que salvarte y si debo tirarte al agua con todo el gusto lo hago. – Dice Travis para luego levantarse un poco para observar a donde está la cajera y silbarle al muchacho.

Oh Dios...

— ¡Oye, ven aquí viejo! – Le dice Travis al muchacho.

Puedo ver como el color de piel de mi cuñada se pone completamente pálido y por supuesto Jacob tuvo que levantarse y fingir una tos porque no contenía la risa. Yo estaría igual, pero por supuesto la entiendo, me da un pesar.

— Te voy a matar. – Le susurra D a Travis.

— Mentira, me lo vas agradecer. Después, no ahora. – Dice él en su defensa.

Quiero esconderme y sé que Adelaide también, lo peor es que no somos nosotras la que pasa por eso.

— ¿Me llamo? – Pregunta el muchacho ya estando cerca de nosotros.

— Así es, me llamo Travis Miller. – Responde el rubio para darle la mano al joven.

— Un gusto Travis, yo soy Luke. Luke Dankworth. – Dice presentándose mientras toma la mano de Travis.

— La castaña es Adelaide, mi novia. Y la rubia es Sheri, mi cuñada. – Comenta Travis presentándonos.



#8728 en Fantasía
#4068 en Thriller
#1626 en Suspenso

En el texto hay: supernatural, romance, amityville

Editado: 27.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.