☆ NUMBER TWO ☆
-Buenos días, Sarah
-¿Cómo llevas el examen de literatura? -me preguntó y pude notar el nerviosismo en su voz
-Bastante bien -admití encogiendo los hombros antes de ver que me extendiera un café- ¿Te he dicho que te quiero?
-Y yo a ti
Le di un largo trago al café antes de sentir una pelota chocar contra mis pies
-¡Ey, Nev! ¿Te importa pasarnos la pelota? -me preguntó Zach, el mayor idiota en el planeta
Miré la pelota unos segundos antes de darle una patada, pero hacia el lado contrario al que estaba el rubio
-¡Ups! Qué torpe soy -me excusé de manera sarcástica, haciendo que Zach rodase los ojos antes de ir a por la pelota
-¿Se puede saber por qué odias tanto a Zach Cameron? ¿Lo has visto sin camiseta? -me preguntó Sarah señalándolo
Giré mi cabeza hacia él y lo vi con la camiseta levantada, limpiándose el sudor de la cara
Abrí la boca fingiendo sorpresa antes de rodar los ojos y volver a caminar hacia el edificio
-Es un idiota, y ninguna cantidad de abdominales me hará cambiar de idea -le informé, haciéndola soltar un pequeño bufido
-¿No solíais ser como... mejores amigos? -me preguntó, pero no contesté- A veces eres tan cabezota... -suspiró por lo bajo mientras negaba con la cabeza
El examen no fue demasiado complicado, así que salí antes de lo previsto, lo que aproveché para apresurarme al trabajo, ya que siempre llegaba justo a tiempo
-Que graciosa has sido esta mañana -me aseguró Zach de manera sarcástica colocándose frente a mí
-En cualquier otro momento me quedaría a discutir contigo, pero tengo que irme -me excusé antes de intentar alejarme, pero volvió a colocarse frente a mí - Hablo enserio, Cameron, apártate
-¿Y si no, qué? -me preguntó de manera burlona
-O te romperé una de esas piernas y no podrás volver a jugar a fútbol -lo amenacé, lo que pareció hacerle gracia, ya que se empezó a reír- ¿Qué es tan gracioso? -le pregunté confusa
-Que tengas un buen día, Nev -me dijo una vez había dejado de reírse
-Deja de llamarme así -le ordené antes de empezar a alejarme de él
-¿Entonces, cómo me metería contigo, Demers? -me preguntó alzando la voz, así que le saqué el dedo corazón sin siquiera mirarlo, antes de seguir mi camino hacia la librería
Volví a colocarme los auriculares y me dejé llevar por la música mientras caminaba con calma al trabajo
Por muchas horas extra que hiciese, siempre parecía faltar dinero para los gastos de la casa, y las visitas al hospital con Margarett por su asma no ayudaban económicamente
El trabajo también me consumía demasiado tiempo. Los últimos meses apenas había podido pasar tiempo con mi hermana por los exámenes y el trabajo, cosa que odiaba, ya que no quería que sintiera que no era importante en mi vida
Margarett era la cosa más importante para mí, sin excepción
Al llegar a la librería, mi jefa, Nellie, me sonrió
-Hoy llegas temprano-dijo algo sorprendida
-He terminado antes las clases -le expliqué mientras dejaba mi mochila detrás del pequeño mostrador
Trabajaba en la librería más grande de mi ciudad y, gracias a Dios, Nellie era más que comprensiva conmigo
Ella tenía una hija de mi edad y se apiadaba de mí por tener que cuidar de todo en casa por mi cuenta
-¿Cómo te ha ido el examen de literatura? -me preguntó, ya que el día anterior estuve estudiando mientras no venían clientes
-Mejor de lo que esperaba -le aseguré, haciéndola sonreír
-Me alegro, tengo que irme a buscar a mi hijo, nos vemos en un rato -se despidió de mí, así que le dediqué una sonrisa antes de verla salir de allí
#515 en Joven Adulto
#5699 en Novela romántica
amor romance felicidad, accidente de amor, adolescentes romance juvenil problemas
Editado: 30.11.2024