*(4 meses después) Pasado (17años)
Esta noche fue diferente.
Las mismas pesadillas, sudores y temores de siempre.
Sabía que papá no estaba en casa. Su trabajo de neurocirugía requería que muchas noches fuera las que pasaba entre paciente y hospital, por lo que mi madre dormía sola en su cuarto.
Ya estaba grande para ir a dormir a su cama, pero eso a mí nunca me importó, igualmente tomé mi almohada y salí de mi habitación evitando hacer ruido.
Ojalá yo pudiera dormir con la paz que ella reflejaba justo en el momento en el que me acosté a su lado.
No me bastaba solo con verla, necesitaba que me abrazara como alguna vez lo hizo en el pasado.
—¡Mamá! ¡Mamá!
No respondió. Me extrañó que siendo ella una persona de sueño ligero, siempre acostumbrada a mis noches inquietas aún no había respondido a mi llamado.
—¡Mamá! ¡Mamá!
Volví a llamar un poco alarmada.
"¡Oh, cariño! ¿Otra pesadilla?"
Jugué con mi subconsciente esperando que esas palabras salieran de sus labios, que me abrazaran sus brazos y me brindara su pecho para dormir.
Pero eso jamás pasó.
Nunca despertó.