¡Enserio!, no lo puedo creer, mi vestido esta totalmente embarrado y por culpa de un pequeño demonio el cual sus padres al parecer no le han enseñado modales.
-Lo siento, lo siento enserio señorita yo le pagare lo que cueste la lavandería, Elian suele ser un pequeño travieso aveces - se acerca el que al parecer es el padre del demonio, ¡Ohh! pero mira el mas bien parece ser un angel o no es una completa delicia para los ojos, esos ojos azules son divinos, además de su nariz perfilada y ay santa pacha bendita esos labios rosados y gruesos me provocan demasiado y que me dicen de su cuerpo totalmente firme provoca acostarse encima y muchas cosas ricas mas.
-señora le presto mi pañuelo para la babas, o mejor le traigo un valde para que deje de ver a si a mi papa.- me saca del ensoñamiento la voz de ese desagradable mocoso a demás de como se le ocurre decir eso, me acaba de dejar en completa evidencia con ese papazote, ay que la tierra me trague y me escupa en marte, por que este hombre me esta mirando con una expresión de total burla, ay santa pacha bendita ayúdame,desgraciado chiquillo es que si fuera mio ya le hubiera dado una muenda por insolente. A demás que me acaban de llamar ¡SEÑORA! Como se atreve si hasta ahora tengo 27 años estoy en la flor de mi juventud y es que definitivamente odio a los niños.
Carraspeo un poco incomoda antes de contestar y le doy una mirada asesina a ese niñito para fijarme en su padre –Pss la verdad si debería usted sabe cuanto cuesta este vestido es un ARMANI original un ¡ARMANI! Por dios santo póngale una correa o algo asi a ese demonio- grito totalmente enfadada y el me mira con una cara de horror y después pasa para por una de enfado pero es que enserio no pude aguantar la cólera que se colo en mi interior cuando ese chiquillo empezó a hacer caras ofensivas detrás de su padre,¡MALDITO CHIQUILLO!.
--Yo le acabe de pedir perdón por la impertinencia de mi hijo y como se le ocurre decir que le ponga una correa por si no se da cuanta es solo un niño, aunque un poco travieso e impertinente- dice esto mirando de reojo a el demonio que pone cara de angel—pero jamas le pondría algo así, es que acaso usted no tiene hijos—me pregunta y yo no puedo hacer más si no poner cara de horror ante el solo pensamiento.
--por supuesto que no como se le ocurre acaso no ve que soy muy joven para tener demonios— me cruzo de brazos totalmente indignada y el me mira sorprendido por mi respuesta mientras se soba el puente de la nariz tranquilizándose para responderme.
--mire señorita no voy a seguir discutiendo con usted viendo que no tiene ni un poco de sentido común—mis ojos se abren por la sorpresa de lo poco caballeroso que es al hablarme así—entonces tome mi tarjeta para que me envié la factura de la lavandería adiós-. Se da media vuelta toma la mano del chiquillo que ahora sonríe triunfal para irse y dejarme con la palabra en la boca.
Uy dios mío dame paciencia porque siempre me encuentro con los más patanes, cupido porque me odias tanto, en vez de mandarme estos intentos de adonis mándame un bizcochito que aparte de estar para comérselo enterito que sea todo un caballero—digo mirando al cielo y extendiendo las manos en más de ruego.
¡MIERDA! Voy llegando tarde, No, no puede ser, si pierdo esta oportunidad me muero, maldito niño del demonio, como dejo mi vestido y ahora que voy a hacer no tengo tipo de volver a mi apartamento y cambiarme --¡AY! AHORA QUE HAGO- grito a todo pulmón haciendo que la gente me vea como una loca, cosa que no me importa, mi prioridad es buscar cómo arreglarme y llegar rápido a mi entrevista, esta oportunidad no me la voy a perder por nada del mundo.
Entro como un flash a la primera tienda que veo, no es una de las que usualmente visitaría pero como dice el dicho ” a tiempos desesperados, medidas desesperadas.”, corro por los pasillo buscando un vestido que combine con mi maquillaje y zapatos, y a lo lejos en unas cajas encuentro el perfecto: un vestido negro con de tiras gruesas con un escote recto, sencillo y perfecto apenas lo que necesitaba el día de hoy, pero cuando lo voy a tomar leo lo que dice en la caja y me quedo estática ,para mi mala suerte es la caja de ropa usada y no por nada del mundo me voy a poner un vestido usado ¡JAMAS! Me oyeron, haber soy Viveka Koch.
--Tranquila está totalmente higienizado, esta para poner a la venta si lo deseas llevar, con tu cuerpo te quedaría precioso, linda—habla una linda señora que sale de la bodega con otra caja—Linda es una tienda de segunda mano- me explica después de ver mi cara de confusión y horror total, no, no poder ser enserio una tienda de segunda mano, ¡Uy! Ahora si mato a chiquillo del demonio, pero no tengo más opciones, ni tiempo tampoco y las tiendas más cercanas están casi a una hora y debo estar a cinco calles de aquí en 20, resignada me dirijo al probador y me lo mido para sorprenderme al verme al espejo es verdad lo que dijo la señora me queda como un guante además de que resalta mi figura haciéndome ver como una bomba sexy y arrolladora.
--ME LO LLEVO—grito emocionada desde el vestidor y escucho una pequeña risa mientras paso el vestido que tenía puesto para que me lo envuelvan.
Cuando salgo la señora me mira con una sonrisa tan amable y tierna que me hace sentir demasiada cómoda, envuelve mi vestido y me lo entrega y yo le pasó mi tarjeta de crédito pero ella muy amable me rechaza.
--Pero ¿qué? ¿Por qué?, si yo me lo quiero llevar en serio me gusto y además no tengo tiempo de ir a otra tienda por que están muy lejos y tengo la entrevista que podría brindarme la oportunidad de mi vida y cuando venía en camino choque con un chiquillo-empiezo a hablar demasiado rápido siento que va a darme un soponcio si no puedo comprar este vestido que voy a hacer, no puedo llegar sucia a la mejor editorial de Perth cuando veo que la señora niega con la cabeza me callo.