Mierda y eso que fue no puedo creer aun lo que Paso, como pase de ser casi despedida a tutear al dueño de la revista, ser cuidada por él y aún más a que se disculpara conmigo definitivamente esto es algo de no creer y es que enserio me siento en otro planeta en una dimensión desconocida.
Yo estaba completamente segura de que ese hombre iba a estar furioso conmigo y que no dudaría en echarme de su empresa, ¡PERO NO!, todo lo contrario, está aquí conmigo en plena madrugada cuidando y preocupándose por mí además de que verlo en ese lapsus de celos que tuvo cuando nombro la relación entre Alex y yo me dejo aún más desubicada.
¿Qué es lo que pretende en realidad?
Ahhh, porque si lo que quiere es que le pague de otra manera está muy equivocado yo no soy de esas que tal, Pero no puede ser eso, porque si así fuera se me hubiera insinuado de la peor forma como todos esos cerdos asquerosos con los que me he topado, en cambio el no, él se disculpó conmigo, y se notaba realmente preocupado además de que la forma en que se me acerco fue muy respetuosa y se podría decir que hasta un poco tímida.
Pero verlo así vestido no le hizo nada bien a mi imaginación y peor aún a mis hormonas es que con ese Jean rasgado que marcaban la zona correcta, con esa camisa blanca de manda corta, por Dios se veía como la fantasía más caliente de cualquier mujer además de que tiene unos brazos de ensueño y por dios ese trasero que se ve tan redondo y comestible que es imposible desviar la vista de ay, es más creo que debió cacharme con la mirada ay en algún momento.
Con todo esto en la cabeza me quede profundamente dormida, y les diría mentiras si les niego que no soñé con el gran Luther Wayne y su muy apetecible trasero.
Lo primero que vi cuando abrí los ojos fue a Alex entrando con una sonrisa más grande que la del gato ese de Alicia en el país de las maravillas.
Y se ve absurdamente guapísimo en ese traje de color crema con camisa blanca y sin corbata.
Ay santa pacha bendita, estar rodeada de tantos hombres guapos no es bueno para mi salud mental.
--Veo que disfrutas de la vista, lo escoja solamente pensando en ti— me sorprende comiéndomelo con la mirada, pero eso entre nosotros ya es como un ritual, y ya no logra intimidarme como antes.
--Como siempre querido—me encojo de hombros – y si lo escogiste pensando en mi déjame decirte que tengo muy buen gusto—le guiño un ojo divertida.
-- Querida si aprecias mi presencia de esa forma que siempre lo haces definitivamente si tienes buen gusto, ¡LINDA!, al igual que yo—maldito con eso si logra hacerme sonrojar.
-TE ODIO IDIOTA- le grito con las pocas fuerzas que tengo debido al sedante que aún no termina de pasar su efecto, se salió con la suya.
--Yo sé que amas ¡LINDA!, y no te puedes resistir a mis encantos—dice con una sonrisa pícara para empezar a acercarse lentamente a mí y definitivamente se lo que se le cruza por esa cabeza.
--No, no, no te me acerques ALEXANDER SOKOLOV—finjo estar enfadad para que no siga, pero mi intento fallo.
Y el empieza a hacerme cosquillas y yo a gritar como loca.
--NOOOO M…AA..A-..S A..LLLL…EEEX PPP…OOO..R FA..VO..RRR, PA…RRRA, P.OOR L.LO QUU…..UUUE M..AAAAAAS SSS QU…IIIIEEEE.RRRAS NNNN…O AAAAA…GGGGUA…NTOOO M..AAASSSS, V…AAA..SS H..A HA..CEEE..R Q…UEEE M..E HA..AA..GA PIII..SSS EN ..L…AAAA CA…MA,POR …FA…VOR NO MAS—le ruego entre risas y sin aire en mis pulmones y hablo enserio con lo de hacerme pis, me acabo de levantarme y aún no he ido al baño eso es algo perjudicial para mi vejiga y Alex lo empeora con sus cosquillas.
--INTERRUMPO—un Luther bastante enfadado nos interrumpe.
--Para nada, señor Wayne. contesta un Alex totalmente calmado, pero sin quitarse de encima mío aún.
--Alex quítate me aplastas —lo empujo con todas mis fuerzas las que al parecer son pocas por que no logro moverlo mi un milímetro –Alex es enserio quítate de encima-. Lo vuelvo a empujar y esta vez entiende por qué se levanta de encima mío, pero sin quitarle la mirada a Luther de encima.
--Buenos días señor Wayne—lo saludo formalmente por que no se si le guste que lo tutee enfrente de los demás.
--Buen día Vik—devuelve el saludo con una sonrisa, pero sin dejar de asesinar a Alex con la mirada y mi impertinente amigo no se queda para nada atrás en este juego de miradas entre ellos.
--¿Qué lo trae por acá señor Wayne? -- pregunta Alex en tono frio.
--Vengo a visitar a Vik, aún sigue siendo mi empleada y quise saber cómo seguía de salud—contesta el en el mismo tono.
De un momento a otro el ambiente se volvió tenso e incómodo además que la forma en que esos dos se matan con la mirada no colabora para nada.
--¿VIK? —pregunta Alex mirándome esta vez a mí.
--Si así le digo de cariño, y ella me ha dado su consentimiento ¿No es así VIK? — me pregunta Luther remarcando la abreviación de mi nombre solo por cabrear un poco más a Alex.
--Ehh, si, si, el señor Wayne—Luther me mira ofendido —Luther -- me corrijo inmediatamente no queremos enfadar al jefe ¿verdad? – vino y paso la noche conmigo— cuando Alex abre los ojos de par en par es cuando caigo en cuenta de la estupidez que acabo de decir.