Durante el resto del día nadie más apareció a perturbar mi tranquilidad ,y todo este tiempo a solas e sirve para pensar que es lo que realmente está pasando en mi vida y como volver a tomar las riendas de esta.
Teniendo en cuenta claro que soy un desastre en todo, y eso me frustra demasiado.
No puedo negar que, en una porción pequeña, pero demasiado pequeña se siente bien ver a ese par de bizcochos bien hechos pelando por mí, tal vez sí, mi ego se sentía un poco, demasiado grande.
Ay santa pacha bendita, que voy a hacer ahora no me gustaría elegir y perder a alguno de los dos, y peor aún que sea fuera Alex, ese sí que nunca de los Nuncas, me permitiría perderlo, pero como hago para explicarle, que sí, puede que este demasiado bueno que dan ganas de darle una mordida a esa chocolatina que esconde debajo de esos caros trajes, o que no puede estar cerca mío sin que lo devore con la mirada.
PERO, si lastimosamente aun pero , y ese es que solo lo veo como un amigo, es más es casi como ese hermano que tú sabes que esta bueno y te gusta lucirlo y molestarlo por todo pero que en el fondo sabes que nada nunca va a pasar por que es un cariño o mejor dicho un amor demasiado fraternal para poder llegar a algo más – suelto un suspiro de rabia y frustración creyendo que todo el caos de mi mente se va a ir con él, pero adivinen ¿Qué pasa?, pues sencillamente nada sigo igual con la cabeza a explotar.—
Y por otro lado esta Luther y su extraña actitud de las últimas horas. ¡Si no voy a negar que está más bueno que la Nutella!, y que provoca comérselo despacito y con gomitas, maldita mente pervertida la mía, me hace desviar de todo para imaginarme las más pecaminosas escenas con ese espécimen bien hecho. – sacudo mi cabeza alejando todos esos pensamientos, y enfocándome en lo que estaba. – puede estar muy bueno y todo, pero es ¡MI JEFE!,MI ALDITO JEFE!, como voy a dejar en la Friendzone a la persona que con un chasquido de sus dedos me puede dejar en la calle sin trabajo y totalmente arruinada, pero ese vendría siendo el peor escenario ¿No?.
Entonces el mejor seria, que yo le siguiera el juego disimuladamente , nos enamoráramos y viviéramos felices por siempre. ¡PERO!, ese maldito, pero siempre arruina todo—me cruzo de brazos enojada y en ese momento entra la enfermera que gusta de Alex, con esa hermosa sonrisa, tanto que me contagia un poco de paz y alegría.
--Buenas Tardes, señorita Koch ¿Cómo se siente? —pregunta tan amable que es inevitable no sonreírle.
-- Viveka, ese es mi nombre me puedes llamar así por favor—hago un gesto con la mano restando importancia, ella asiente aun sin borrar su sonrisa.
--Bueno señorita Viveka ¿Cómo se siente el día de hoy? —Ruedo los ojos, al parecer no entendió, que no quería formalidades.
--Muy bien gracias…-- no me acordaba de su nombre, ni siquiera sé si alguna vez me lo dijo en realidad.
--Luciana—que nombre tan bonito, debo presentársela a Alex de seguro quedaría encantado con ella, pero primero la debo conocer un poco mejor, no puedo presentarle a mi amigo una completa desconocida, puede que sea una psicópata o algo por el estilo y yo enviando a mi Alexito a la boca de lobo.
--¡Ohh! Qué lindo nombre, ¿de dónde eres? —le pregunto por qué además de que tengo que hacer bien mi trabajo como cupido y averiguar más de ella, también tienes unos hermosos rasgos latinos que me llaman mucho la atención y sé que a Alex también lo harían.
-- Soy colombiana, señorita Viveka ¿Por qué la pregunta? —me mira esperando mi respuesta, al parecer eso era lo último que la retenía para no irse, puesto que ya había acabo con su trabajo de revisarme?
Pero la verdad es que no quiero que se valla y quedarme otra vez sola con el lio que tengo en mi cabeza, además que una segunda opinión femenina respecto a mi pequeño problema con esos cavernícolas no sería mala idea , aunque el tema con Alex es más fácil de abordar debido a la confianza que tenemos sería más fácil dejar las cosas claras .Pero a decir verdad mi verdadero problema es Luther, no sé cómo dejarle las cosas claras a decir verdad y no es solo porque sea mi jefe, si también está la poca confianza que tenemos y por ultimo pero no menos importante esta su demonio eso es algo con lo que no estoy dispuesta a lidiar por ningún hombre, sin importar que sea una tan apuesto, atento, caballeroso y buen partido como lo es ese delicioso hombre, estoy incluso dispuesta a admitir que hasta sus celos y esa forma tan sensualmente sutil de intentar marcar territorio, esta mañana enfrente de Alex ,“territorio que no es de él por supuesto”, me encantan pero siendo 100% sincera, mi mayor impedimento para dejar que se siga haciendo ilusiones es su Demonio, definitivamente si un hombre tiene uno es rotundo ¡NO!, para mí.
--Viveka ¿estás bien? —la voz de Luciana me hace salir de mi debate mental para concentrarme en responder a su pregunta.
--Lo siento, es que tengo un dilema demasiado grande en mi cabeza y me quede pensando en cómo solucionarlo.—conteste con la verdad, necesito que ella me ayude, pero para no espantarla es mejor intrigarla, por ahí dicen “ que la curiosidad mato al gato” .—y respecto a tu pregunta de por qué quería saber de dónde eras, es porque creo que tienes unos hermosos rasgos latinos además de esa piel bronceada de ensueño, por eso mi curiosidad de donde eras, estaba segura que no eras de aquí—le sonrió para que no crea que soy una loca necesita de amigos, y al parecer mis palabras la tomaron por sorpresa porque el sonrojo en sus mejilla se asomó inmediatamente.