Otra vez,nosotros

Capítulo 1 “Un día cualquiera”

Conduzco hacia el trabajo mientras suena una de mis canciones favoritas del momento  "For you". Las extensas avenidas de París pueden ser abrumadoras, pero a mí me gustan, aquí fue donde conseguí el éxito que tanto buscaba ansiosamente. Freno en un semáforo y miró el reloj.

Mierda, al final voy a llegar tarde. Salgo lo más rápido que me permite el tráfico cuando la luz verde se asoma. Voy esquivando los coches hasta que llego a la empresa donde trabajo. Os preguntaréis a qué me dedico, pues bien soy la relaciones públicas, y me encanta lo que hago, aunque a veces resulte un tanto estresante. Camino hacia la puerta del edificio donde Jonathan me saluda con una sonrisa de lado a lado. El es el segurata de el edificio, y no hay ni un día en el que no muestre su mejor cara hacia los empleados. Camino hacia el ascensor haciendo resonar mis zapatos de tacón y embriagándome del ambientador de la sala hasta que una voz me interrumpe en la puerta del ascensor.

-Gin,falta poco para que lleguemos tarde.

-No se como lo hago, pero todos los días vengo con prisas. Me gusta estar al límite- suelto una pequeña risita Antes de llamar al ascensor.

-Por eso a veces odio ser tú amiga, me pegas todo lo malo- me devuelve otra risita y me guiña un ojo entrando al ascensor. Entro junto a ella y suspiro tocando la tecla 22.El último piso del edificio nos espera.

Laura es una de mis mejores amigas, ella y yo empezamos aquí como unas simples becarias hasta que conseguimos hacernos un hueco en los puestos más deseados. Somos inseparables y algo parecidas. Aunque ella es a veces más realista de lo que a mi me gustaría llegar a ser. Salimos juntas del ascensor y caminamos a nuestros respectivos despachos, los cuales están uno pegado del otro.

Ahora te veo-me dice y yo asiento con la cabeza antes de entrar en mi despacho. Suelto el bolso de mala manera en mi pequeño sofá de dos plazas naranja. Todo el que entra se queda mirando ese sofá, porque si, es bastante llamativo, pero me recuerda a la calidez que siento en esos días de verano cuando el sol comienza a caer. Me siento en mi silla y enciendo el ordenador. Observo durante unos escasos minutos mi lugar de trabajo, os puedo decir que no es demasiado grande pero la decoración y las cristaleras enormes que tengo detrás de mi escritorio hacen que no quiera estar en otro sitio en este momento. La verdad que si, es raro, pero alguien que casi toda su vida se resume en trabajo, pues deja de ser tan raro.

La puerta suena.

-Adelante- Lila se asoma por la puerta y me deja ver su rostro inocente una mañana más.

-Disculpe Señorita, pero tengo aquí los informes finalizados para la reunión- dice tímidamente. Lila es la nueva becaria , la queda mucho trabajo por delante pero tiene su mérito de seguir aguantando el caos.

Asiento y me levanto a recogerlos para echarlos un vistazo rápido.

-Si, parece que hay un buen trabajo después de todo-asiento pasando las hojas - espero que ellos también estén descuerdo- suelto una pequeña risa para disimular mi nerviosismo.


 

Dejo los papeles sobre mi escritorio, todavía quedan un par de horas hasta que la reunión comience, así que decido que es hora de ir a buscar a Laura para nuestro café.

Entro sin llamar y me dejo caer en su butaca.

-¿Cuando aprenderás a llamar Gina? - pone los ojos en blanco antes de dejar todo el papeleo.

-Pensaba que era una buena costumbre tuya-muestro mi mejor sonrisa y acomodo mi espalda en el respaldo

-Yo lo hago, tú lo haces,¿Somos almas gemelas y todavía no me había dado cuenta?-ríe y se acerca hacia mi.

-Vamos anda, que no tengo mucho tiempo hoy-tira de mi brazo hasta que me dejo levantar. Juntas salimos de su oficina.

Decidimos bajar a la cafetería de enfrente del edificio, ya que el café de la empresa es un auténtico asco, más aguado no puede estar, agg.


 

Tras sentarnos y pedir, Laura se me queda mirando fijamente.

-Deja de mirarme tan intensamente que me desgastas- sonrío levemente mientras bajo la mirada.

-Disculpa, pero hoy pareces tener mejor cara que otras veces- hace una mueca y bebe un sorbo de su café.

-Al final, deje de torturarme aún más si se podía-acaricio la taza sutilmente.

- Te dije que en estos casos lo mejor que podías hacer es dejar de estar tan centrada en el trabajo y salir a conocer gente nueva- me mira con un rostro serio.

-No me queda mucho para las vacaciones y eso es lo que intentaré hacer, pero a veces se me hace agotador solo el pensar empezar de cero- suspiro y doy un pequeño trago al café.

- seis meses, Gin,seis meses que ya pasaron de aquello,¿No crees que te mereces que te pase algo bueno?

-Tengo el trabajo que siempre quise- me encojo de hombros. Miro como niega con la cabeza repetidas veces y da otro sorbo algo cabreado.

-Esta noche tú y yo salimos, decidido- dice firme dejando la taza vacía.

-¿Hoy?- levanto una ceja y niego levemente.

-Es viernes, así que no puedes negarte- ríe suave y empieza a recoger sus cosas- y nos vamos.

-Mierda.- me acabó el café y salimos de la cafetería.

Nos encendemos un cigarro camino al edificio y por unos segundos siento que hoy podría ser un buen día y que Laura tiene razón. Debería disfrutar algo más de la vida.
 

 

***
OS DEJÓ SEGUNDO CAPÍTULO.

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