Siento un calor terrible como si me fuera a desmayar en este instante. Nos miramos y da un paso adentro del ascensor. Las puertas se cierran automáticamente y empiezo a sentir el movimiento del ascensor bajando.
-Ahora si que vamos a hablar- dice en tono autoritario.
-Déjate de chorradas ahora, no quiero hablar con nadie-suspiro sujetando la barra del ascensor.
-Pues para no querer hablar con nadie, muy charlatana estuviste con aquel tío en la azotea,¿No?-me dice con sarcasmo.
-Con el si, y contigo no-Arqueo una ceja-¿Lo entiendes?
-Demasiado bien lo entiendo-Pasa su dedo índice por la boca y da fuerte al stop del ascensor hasta sentir que se queda bruscamente parado.
-¿Se puede saber que estás haciendo?- suelto un pequeño chillido.
-Te he pedido hablar, y eso voy a hacer- dice serio sin apartar sus ojos de mi. Me pego aún más al espejo y mi respiración se entrecorta.
-¿Que quieres?- Cuanto antes acabe esto mejor para mi corazón, el cual está desatado.
-¿Porque me odias Gina?- suelta de repente y mi cara se transforma. Oír de su boca mi nombre me ablanda.
-Yo no te odio Marco- le miro a pesar de que me duele.
-Lo Siento desde que nos vimos en la reunión-su mirada se afloja y puedo respirar un poco más.
-Yo no te odio, pero no me apetece llevarme contigo, es sencillo- me muestro fuerte.
No me vas a volver a derrumbar nunca más.
-Creo que a partir de ahora tendrás que llevarte conmigo, recuerda que ahora trabajamos juntos- lo dice cerca de mi rostro pero esta vez no me muevo hacia atrás.
-Y si no me da la gana,¿Qué?- le respondo amenazante.
-Olvidas con quien hablas-dice acercándose aún más. Si da un paso más no voy a poder escapar de él.
-Te olvide hace tiempo- le contesto para alguna forma defenderme de esta situación.
-¿Ah si?-me acaricia el labio inferior.
-Si, y no me toques- aparto mi rostro hacia un lado.
-No puedo hacer eso- suspira.
-¿Que no puedes él que? -le miro enfadada.
Su boca se choca contra la mía, y creo que he vuelto a uno de mis sueños de estos últimos meses. Su boca me reclama y siento hasta dolor, pero a la vez siento que no quiero que pare. Nuestras lenguas juegan al unísono y sus manos recorren mi cuello con posesión. Sus manos bajan a mi cintura y me pega por completo al espejo del ascensor mientras no deja de besarme como si fuera la última vez. La última vez, si. Miles de recuerdos me devuelven a mi ser. Me aparto bruscamente empujándolo hacia atrás.
-¿Qué estás haciendo?-le reprocho.
Se queda sin palabras y se pega hacia las puertas del ascensor. Desbloqueo el ascensor y empieza a funcionar. Vamos bajando y siento como su mirada me consume.
Al llegar a la planta principal, las puertas se abren y me dispongo a salir hasta que sus manos me detienen.
-Gina
-No me vuelvas a tocar Marco.- las palabras salen de mi boca con enojo.
Sus manos desaparecen de mi cuerpo y salgo decidida de ese lugar. Evito a toda costa volver a recordar ese momento, pero mi mente se opone a lo que quiero y no para de golpearme una y otra vez. Me abrazo a mi misma y camino sin saber muy bien a donde ir. Sus besos, sus caricias, volver a sentirlo ha desatado todos mis males y todos mis deseos hacia él. Y no puedo volver hacia atrás. Unas luces parpadeantes me alejan de mi insomnio y veo Justo encima de mi un coche hasta que alguien me empuja contra la acera, me quejo ya que mi cabeza se estrelló contra el suelo.
-Joder-intento levantarme pero la cabeza me estalla.
-¿Se puede saber que hacías?- me grita tan enojado que intento tragarme las ganas de llorar ahí mismo. Me ayuda a levantarme mientras me observa de arriba a abajo.
-Marco por favor, déjame.
-¿Que te deje?- sigue gritándome- Casi te arroja un puto coche, Dios Gin.
Sin poder evitarlo suelto las lágrimas y su rostro cambia totalmente. Me acoge en sus brazos y me levanta del suelo. Me observa por unos segundos y aparta su vista de mi.
-Te llevo a tu casa- me baja de sus brazos y me deja en el suelo.
-No- niego varias veces con la cabeza mientras me libero de mis lágrimas.
-No es una maldita pregunta-rechista y me arrastra del brazo hacia un coche que parece ser el suyo.
Aunque me niego a montarme me empuja dentro del coche y me ata con el cinturón quedándose a unos centímetros de mi rostro.
-Si no te calmas volveré a hacer lo mismo que hace un rato-dice cerca de mi boca y no puedo evitar quedarme paralizada.
-Lo has entendido, bien- cierra la puerta del coche y sube por el lado del piloto. Evito mirarlo para no caer en la tentación una vez más.
-Dame tú dirección-me exige mientras arranca el coche, el cual ahora que me detengo para verlo es bastante amplio y está equipado con la última tecnología.
Decido darle la dirección y pone rumbo hacia mi piso. Me entretengo observando las calles de madrugada, tan solitarias, que solo encuentro tranquilidad en ellas.
-Sigues observando la ciudad como si fuera la primera vez-dice con algo de tranquilidad.
-Si, eso por lo menos no ha cambiado.- digo sin más.
En todo el viaje restante solo se escucha silencio hasta que me encuentro enfrente de mi portal. El coche frena y oigo un suspiro.
-Ya estamos- dice serio mirando al frente.
-Gracias por traerme- me suelto el cinturón y abro la puerta del copiloto.
-Nada, ya nos veremos-sigue sin mirarme así que bajo cerrando la puerta del coche. A los pocos segundos el coche sale acelerando y me quedo quieta en la acera. Siento como mi corazón va a estallar y no puedo evitar dejar de Mirar hasta que el coche desaparece de mi vista.Menuda noche.
******
Buenas noches exactamente desde Ibiza,España.(Estoy de vacaciones jajas)
¿DE DONDE SOIS POR CIERTO? OS LEO, YA SABÉIS SI OS HA GUSTADO ESTE CAPI, UN ME GUSTA Y OS ANIMO A SEGUIRME.