¡ Oye guapo! ¿eres soltero?

6 Luchando contra la corriente 2

Narrador omnisciente

Chris Junior miro los gemelos que estaban siendo atendidos por una chica que habia llegado hacia apenas unas horas su madre estaba atenta viendo como ella se desenvolvía con sus nietos, no obstante la podre chica estaba angustiada por el llanto incesante de los infantes.

Varios medicos tanto de la familia como otros especialistas en el campo los habían visto y no encontraban nada fisiológico que explicara por qué lloraban tanto simplemente lo hacían y punto.

—Yo tengo cinco años de experiencia y es la primera vez que conozco bebes que no paren de llorar y lo hagan por tantas horas—musito ella algo confundida y apenada.

—Tranquila ellos son asi siempre llorando y con nadie se tranquilizan son unos inco...

—Chris ya basta los bebes son asi desde que nacieron nunca los vi calmados... bueno si con la chica aquella. ¿Cómo se llamaba?—cuestiona la Jones.

—Camila, tienes razón con ella se quedaron plácidamente dormidos en su pecho—musito Chris.

—Debe de ser porque ella fue el primer corazón que escucharon cuando nacieron ya que su madre ni los cargo—expresó la abogada un poco molesta aunque sabia que ese era el plan de la madre biológica.

Habían investigado y la chica luego de dar a luz de manera natural, pidio ser dada de alta ya que según ella se sentía bien.

Los niños habia nacido en la madrugada y ella se fue del hospital por la tarde, según supusieron compro algunas cosas y luego de ir a donde se estaba quedando por sus cosas los metió en el auto y fue a la casa de Chris.

Las cámaras mostraban como ella estaba afuera esperándolo y en cuanto lo vio llegar tomo la canasta y los llevo a su puerta luego de tocar el timbre se escondió para vigilar y cuando lo vio salir y la interacción con la chica y que tomaron la canasta se marchó, lo que nunca vio fue como él salió unos minutos después.

—Les recomiendo que busquen esa muejr que mencionan y ella este con ellos un tiempo quizas asi sepan si fue que ella es un caso aislado o en verdad la creen su madre—ambos se miraron sin decir nada.

—Deberías investigar talves  ella necesite un empleo o al menos puede estar con los niños y asi sacarnos de dudas—dice su madre pero el niega.

—Cuando la lleve me dijo que la dejara antes de llegar a su casa asi que no sé cuál es y no tengo su número, la verdad es que sería raro ir preguntando casa por casa asi que debemos descartarlo—musita aunque el rostro y la voz de Camila no se fueron de su cabeza el resto del día.

...

Camila estaba preocupada por no encontrar empleo ya tenia varios días buscando y nada, se decidió lavar su ropa y organizar todo cuando descubrió la tarjeta que le dio la madre del chico con el que casi pierde su virginidad.

—No pierdo nada con investigar—expreso mirando el reverso, vio que era abogada en un bufete asi que de inmediato busco en su movil información de este lugar, estaba al otro lado de la ciudad pero se animó a buscarla y salir de dudas.

Emocionada preparo todo para ir al lugar busco un vestido sencillo que le llegaba hasta las rodillas, se veía hermosa, soltó su largo cabello pinto sus labios y tomo el transporte público.

Un poco mass de una hora más tarde estaba frente al edificio, fue hasta la recepcionista y después de los saludos y preguntarle a quién queria ver menciono el nombre.

—Abril Jones-Walker—musito con timidez.

—Ella tiene variso dias que no asiste por asuntos per...—la muejr se quedó en silencio cuando vio a su jefa entrar con una carriola doble y unos débiles llantos se escuchaban.

—¿Señora necesita ayuda?—cuestiono la mujer, Camila se quedó detrás escuchando los bebes llorando.

—Si pudieras hacer que se callen te daría un aumento del 50% y vacaciones pagadas, no encontramos que hacer para que descanse sus pulmones y nuestros oídos—musito con claras ojeras, Chris venía detrás con una pañalera y mal semblante.

—Si me prometen protección yo puedo hacerlo—la voz de Camila hizo que los tres pares de ojos la miraran expectantes.

—Eres...

—Soy Camila, yo fui...

—Te recuerdo y acepto—musito la abogada empujando la carriola y entrando a su oficina, Camila miro a Chris el cual no le apartaba la mirada.

—Si haces que se calmen que duerman y no lloren 22 horas al día me caso contigo y te doy el 90% de todo lo que poseo—expreso mirando, camila se sonrojó luego asumió que bromeaba.

—Déjame ver que tenemos aquí—expreso ella sentada en un cómodo sillón y sacando los niños, ellos se movían buscando su voz peor ya no lloraban tan fuerte entonces la abuela sonrió complacida.

—Sin duda no podemos ir contra la corriente

 




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