La fe se ha ido, como el viento del norte se llevó consigo mi esperanza y mi confort. Ahora me siento sola y vacía, con un hueco en mi corazón que nada puede llenar.
He buscado en las sombras, en las dudas y en la oscuridad, algo que me dé paz pero nada parece alcanzar.
He tenido conversaciones con Dios, preguntándole, - ¿donde estas? Porque no haces algo? Dejaras que sigan sucediendo atrocidades? Existes realmente? O solo sos una ilusión? Y sigo perdida en la noche.
La fe es una flor delicada, que necesita de cuidado constante y Dios la dejó morir por falta de amor y de atención.
Sola en la oscuridad me encuentro, sin la luz de la fe a mi alrededor. He perdido mi camino y mi guía, y me siento vacía y sin valor.
He buscado en libros y en oraciones, en el consuelo de amigos y seres queridos, pero nada parece llenar el hueco en mi corazón que dejó la pérdida de mi fe.