P O E S Í A

BLANCA MARIPOSA

 

 

 

Te convertiste en blanca mariposa, un ser de gracia y belleza sin igual, desplegando tus alas de maravilla, en el jardín de mi corazón, para siempre volar.

Dejaste atrás la vida terrenal, para convertirte en un ser celestial, y aunque ya no estás aquí en cuerpo, tu espíritu sigue presente. 

Tu belleza se eleva en el cielo, como una mariposa blanca y sin fin, y aunque el dolor nos ha dejado perplejos, tu vuelo nos recuerda que la vida sigue su camino.

Te convertiste en blanca mariposa, y aunque se nos hace difícil aceptarlo, sabemos que es un símbolo de tu liberación, de tu trascendencia, de tu llegada al hogar.

Te recordamos con cariño y amor, como una mariposa que nos visitó, para traer luz, para enseñarnos a volar, y para dejarnos un legado de amor y paz.

Te convertiste en blanca mariposa, y aunque te extrañamos y tu ausencia duele, sabemos que tu espíritu sigue presente, en el jardín de nuestro corazón, para siempre volver.

 

 

Mariposa blanca, ligera como el viento, que revoloteas por el jardín en primavera, tu belleza es un regalo del firmamento, una muestra de la vida que se renueva.

Tus alas, suaves y delicadas, son como pétalos de flor, y cuando vuelas, pareces un hada, una criatura de ensueño, un amor.

Tu vuelo es un baile de alegría, una danza llena de gracia y de color, y tu presencia es una poesía que inspira paz, tranquilidad y amor

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




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