ONÍRICA

Anoche tuve un sueño muy extraño. Soñé con mi amiga Lorena, la misma que una vez se convirtió en una mariposa blanca. Sin embargo, en esta ocasión ella no tenía alas ni antenas. En su lugar, su figura era idéntica a la mía.

Nos encontramos en un prado lleno de flores de colores vibrantes. Lorena me sonrió con su cálido rostro y yo pude notar la familiaridad en su mirada. Comenzamos a caminar juntas, disfrutando del paisaje que nos rodeaba. Pude sentir una gran conexión con ella, como si nuestra amistad se hubiera fortalecido aún más.

De repente, Lorena se detuvo y se giró hacia mí. Me tomó de las manos y me miró fijamente a los ojos. En su expresión había algo que no lograba comprender. Pero en un instante, vi cómo su forma se transformaba de nuevo en la de una mariposa.

Me quedé mirando sorprendida cómo la mariposa volaba en círculos alrededor de mí. De repente, sentí como si estuviera siendo absorbida por ella. Una energía brillante y cálida comenzó a rodearme. Sentí una gran paz en mi interior mientras la mariposa se alejaba volando.

No estoy segura de lo que significó el sueño, pero estoy segura de que tuvo un gran impacto en mi estado de ánimo.