Dos mujeres de cabello oscuro,
de piel blanca como la nieve,
un misterio en sus ojos,
que mi curiosidad eleve.
Su risa alegre y sus juegos siniestros,
me llevaron a un sueño lúcido,
donde descubrí que ellas no eran buenas,
que ocultaban un poder desconocido.
Mis ojos clavados en ellas,
parecían sentir mi mirada,
y se asustaron al darse cuenta,
de que mi presencia estaba.
Pero yo tengo poderes,
que ellas no pueden comprender,
que me permiten ver más allá,
y no una vez me harán temblar.
Porque aunque ellas sean malas,
y jueguen con lo oculto,
yo tengo el secreto de mis sueños,
que me lleva a lugares inciertos.
Así que seguiré explorando,
este mundo que me ofrece la mente,
y si vuelvo a ver a esas dos mujeres,
sabré que mi poder no es impotente.