Pacto de Linajes

Capítulo V

El sol se oculto con rapidez, lo que significaba que Carolyn se encontraba lista para partir; sin embargo, la mansión estaba para esos momentos fuertemente vigilada, debido a las órdenes de Padre, a la joven heredera la tenían bajo resguardo, por lo que salir de forma normal no era una buena idea.
Haber conocido a André durante la mañana mientras la reunión se llevaba a cabo fue la única distracción que tuvo, el pasar encerrada cual prisionera en una cárcel estaba poco a poco haciéndola perder la paciencia y tarde o temprano, iba a estallar en furia.
Kristov y Luna esperaban en la entrada principal, algunos de los guardias comenzaron a sospechar, estos ignoraron a sus compañeros y salieron hacia la verja que llevaba a la calle, voltearon un momento observando a la habitación de Carolyn, de esta salía una niebla muy densa de un color amarilloso, la pareja hizo una sonrisa, que mas parecía una mueca de satisfacción.

En silencio caminaron con cierta rapidez mientras aquella niebla los seguía, el viento soplaba con relativa fuerza y la luna estaba oculta por las nubes, el único ruido que se podía escuchar era el de las hojas de los árboles al contacto con el viento, incluso parecía como si entonaran una melodía tranquila en medio de la densa oscuridad, de alguna manera esa melodía le provocaba cierta calma a los jóvenes, era el escenario perfecto para un momento romántico y muy íntimo.
Los mechones de cabello y la chaqueta de Luna se movía de una manera rítmica cubriéndole los ojos, detrás aquella niebla amarillosa tomo la forma de Carolyn quién se posó caminando en medio de los dos. A diferencia de otras ocasiones, la pequeña vampiresa vestía con las comunes prendas negras que usualmente utilizaban los demás vampiros y en su cintura portaba una funda y dentro de esta una daga, con una hoja lo suficiente grande como para defenderse con eficacia.

—¿Cómo hiciste para que no se den cuenta de que estabas transformada en niebla?

—Son tan estúpidos que ni siquiera notaron la niebla —contestó Carolyn con un tono sarcástico—. ¿Qué escucharon en la reunión?

Kristov tronó sus dedos y desvío la mirada a Luna, esta hizo lo mismo, un silencio se apoderó de ellos por unos segundos, continuaron caminando hasta llegar a centro de Londres, buscaron un sitio donde sentarse y con un tono de voz suave le explicaron la situación a Carolyn, los alrededores estaban apenas iluminados por las luces de farolas, el lugar se encontraba completamente vacío, de vez en cuando una brisa los golpeaba con suavidad, casi como una caricia, una muy tierna caricia.

—Veras... para resumirte, tenemos la potestad de enfrentar a cualquiera que tenga una actitud sospechosa, interrogarlo y matarlo, incluyendo humanos, se sospecha que algunos están colaborando con Mydian en secreto —Kristov acomodó las piernas.

—Todos somos sospechosos incluyendo a nuestro propio clan.

Carolyn bajo la cabeza por un momento.

—Utilizaran niños... lo vi cuando mordí el cadáver de ese muchacho, en aquel recuerdo luego de la conversación; vi como un grupo de infantes eran torturados y convertidos en vampiros, pero a diferencia de nosotros, se transformaron en seres sin razonamiento.

Kristov la miraba con el ceño fruncido, tratando de entender la revelación que hizo Carolyn.
Por un momento, los tres se quedaron en blanco, como asimilando esas palabras, nadie dijo nada; incluso esperaban a que cualquier de los tres hablará, la luna volvió a aparecer ante ellos, esta brillaba con cierta suavidad.

—Sospecho de Katrina —añadió Luna abrazándose a si misma protegiéndose del frío de la madrugada—. Desde que la conozco se muy bien que le tiene aberración a los humanos y estoy mas que segura que será capaz hasta de matar a Padre.

—Eso es exagerar... sabemos bien como es ella pero el que sea capaz de hacer eso es muy precipitado.

Al instante, Carolyn esquivo un golpe que provenía de ninguna parte, Luna y Kristov hicieron lo mismo, postrándose delante de la niña, como otras veces los ojos de los tres vampiros destellaban. Una silueta acompañada de otras pequeñas se presentó ante ellos, tenía una voz fina, era una mujer.

Kristov cambio de posición, desenfundando su arma, la silueta comenzó a reírse alocadamente, era una risa psicópata, por razones obvias causaba miedo el escucharla, Carolyn se abrió paso poniéndose delante de sus compañeros e interrogó a la visitante, ella no soltó palabra alguna, en su mirada se reflejaba claramente odio, luego de la nada, desapareció.

—Siento que algo no va bien —dijo Luna al percatarse de aquel ataque—. Nunca atacarían para luego desaparecer.

La mujer desconocida apareció detrás de Kristov y de un certero golpe, lo mando al suelo, esta a su vez tomó el arma del joven y comenzó a dispararle, poco a poco este comenzaba a convertirse en polvo. Luna se abalanzó directamente hacia ella pero aun con sus esfuerzos no pudo evitar el ver morir a Kristov.

Carolyn se había transformado y al ir hacia aquella mujer, esta desapareció, sin embargo sus lacayos se quedaron, los ojos de Luna comenzaron a brillar de un rojo carmesí muy destellante, sin pensarlo, casi actuando por instinto, se abalanzó y con una certera fuerza, mucho mayor a la que comúnmente Luna tenía, golpeaba salvajemente a su víctima, la joven heredera se puso delante de ella con intensiones de protegerla, el otro acompañante se quitó la capucha y ante la mirada de la niña, se convirtió en un licántropo.

—Miserable —dijo en un tono sereno Carolyn mientras desenfundaba su daga, se puso en posición de combate y corriendo hacia el enemigo comenzó a atacar, aquel gigantesca bestia esquivaba los ataques y respondía con certeros golpes.

Luna seguía golpeando sin detenerse a su presa, esta logró quitarse de encima golpeando a Luna y ante ella se convirtió en un extraño vampiro, tenia una apariencia delgada, casi cadavérica, dio un grito ensordecedor y con las garras que brotaban de sus huesudas manos inició su contraataque, Luna evadía los ataques de su rival al mismo tiempo que se defendía, una niebla comenzó a cubrir la calle nuevamente hasta que la misma se volvió completamente densa dificultando la visión de las jóvenes, Luna y Carolyn juntaron sus espaldas mirando a todos lados como esperando al próximo ataque, sus respiraciones eran entrecortadas, incluso Luna temblaba, pero no era de miedo si no mas bien de emoción.




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