CHAPTER 4

~ NARRADOR ~

Cuando el joven Rinaldi resbaló de la piedra y se golpeó contra la piedra, Luke fue quien presenció aquello, sintió miedo de que el hombre haya muerto por dicho golpe, sentía miedo por no saber cómo moverse, pero gracias a los gritos de su pareja lograron bajar, la adrenalina lo había hecho tener fuerzas para salir de esa situación, les esperaba una caminata de unos 20 minutos hasta el puesto de seguridad que habían visto, así que tenían que darse prisa para evitar que el hombre estuviera mucho más tiempo en ese lugar y en esa posición. Aunque hicieron lo posible, Nicolás se vio en ese lugar por mucho tiempo y cuando los paramédicos los rescataron su pierna se veía muy mal.

—Nosotros apenas le conocemos, estábamos escalando y gracias a la lluvia el resbaló, pero sabemos sus apellidos y sabemos que viene desde Italia —Dennis estaba hablando con la policía mientras que Luke esperaba su turno, aunque los policías no encontraron mucho más en el rubio de lo que ya había dado el otro hombre, así que comenzaron con la investigación para contactar a la familia del hombre que ahora estaba teniendo una cirugía mayor.

El que recibió la llamada había sido Santino, la policía tuvo que pasar por dos filtros antes de llegar al presidente. Al principio pensaron que era una broma, pero las personas que habían recibido las primeras llamadas estaban enteradas de lo que había sucedido. Así que cuando Santino atendió el celular, ya había comenzado el rumor de que Nicolás Rinaldi había muerto.

—¿Usted es familiar de Nicolás Rinaldi? —Preguntó el policía con un inglés un poco tosco habló preocupando enseguida al hombre, quien se imaginó lo peor con su hermano.

—Sí, ¿algo sucedió? Dígame, por favor —Sofía entró a la oficina ya que tenía que entregar unos papeles cuando vio que su esposo tenía una mala expresión y, en seguida, se preocupó. Santino había comenzado a sentir un nudo en la garganta gracias a su propia de imaginación.

—El señor Rinaldi tuvo un accidente en las montañas, parece ser que estaba escalando y, gracias a la una fuerte tormenta, se resbaló —El policía explicó mientras que Santino había comenzado a sudar frío. Sofía se acercó a su esposo pensando que algo demasiado grave había pasado, no tenía que escuchar nada, solo con ver como se había puesto su hermano.

—Comenzaré a moverme para poder trasladarlo a un hospital italiano… —Anunció el hombre. La breve conversación terminó con un par de datos más, pero ahora Santino tenía trabajo que hacer. Al colgar la llamada el hombre miró a su esposa y se largó a llorar, ella solo pocas veces lo había visto de esa forma y no le gustaba en lo absoluto—. Nico tuvo un accidente y creen que podría ser grave…

—¿Quieres que le hable a Loretta? —Preguntó Sofía limpiando sus lágrimas, quería mucho a su cuñado y saber que algo le había pasado le había dolido muchísimo. Santino negó con la cabeza y tomó el rostro de su esposa.

—No, yo ahora mismo llamaré al aeropuerto, me iré en el privado para allá, esperemos hasta la noche para hablar con la mamma —Era obvio que el hombre quería cuidar a su madre y que querría estar con su hermano, quien no sabía que había salido de la operación después de un par de horas ahí. Los únicos que estaban esperando por alguna respuesta eran Dennis y Luke—. Habla con Elettra, ve a su oficina y luego váyanse a la casa con los niños, esperen respuesta de mi parte, por favor…

—Pero tu madre va a sospechar que algo está pasando, no creo que podamos ocultarle mucho… —Sofía acompañaba a su esposo al ascensor ya que tendría que ir hasta la oficina de su cuñada para avisarle lo había pasado. Santino no podía sentirse más confundido, no habían querido que eso pasara, por más que le dijeran al hombre que era mala idea, lo que menos querían es que le pasara algo como eso.

—Tendrán que decirle, pero no que es algo grave, esperen a mi llamada —Sofía asintió bajándose en el piso que le correspondía. Camino como pudo hasta la oficina de su cuñada, que al tocar la puerta y abrirla noto que había algunas personas ahí, estaban teniendo una reunión importante, pero era su hermano mayor y Elettra había estado muy pendiente como para hacer esperar aún más la noticia.

—Sofía, en un momento te atiendo, ya estamos por terminar —Sofía sentía un gran nudo en la garganta, no podía soltar la noticia frente a aquellas personas, sería una bomba para la presa italiana y mucha gente podría hacer llegar la noticia a Loretta, que era lo que querían evitar. Así que se esperó un par de minutos, cuando los hombres salieron, Elettra tenía un buen ánimo y en cuanto la mujer entró a la oficina comenzó a contarle las cosas que había estado cerrando con esas personas y que se vendrían cosas muy grandes. Pero ese entusiasmo se apagó cuando vio los ojos llenos de lágrimas de su cuñada—. ¿Qué hizo Santino?

Sofía negó con la cabeza y se acercó para tomar las manos de, quien consideraba su hermana, Sofía no sabía cómo decirle lo que había pasado, ni siquiera tenía mucha información al respecto, solo que lo que le habían dicho a Santino no eran muy alentadoras tampoco.