Epílogo.

Quiero decirte tantas cosas que no pude, asume que te amo por encima de todo aunque a veces lo dudes. Cada discusión nos hizo más fuerte, no fue la suerte quién nos unió, y no me alejaría de ti ni ante la muerte. Nada fue tú culpa amor, nada de lo que sucedió, no quiero verte llorar más hazlo por mí por favor, pienso y pesare que fui una idiota, lo daría todo tan solo por escribirte solo una nota. Ahora no puedo, desespero joder, que duro resulta estar tan cerca y saber que no me volverás a escuchar nunca. El tiempo pasa lento aquí, no hay pared de cemento que me pueda separar de ti, no sin que antes puedas sentir mi aliento en el viento cuando sopla. Yo planee un futuro pero no lo imagine así te lo juro, y me pregunto  si es verdad que podrás perdonarme un día. Condenada a estar contigo cuando no puedes ser mía.
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Acompañaba a Camila a cada paso que daba, aunque sabía que ella no sabía de mi existencia me gustaba acompañarla, por lo menos para sentirme cerca de ella aunque solo fuera una ilusión. Camz estaba cocinando y yo tranquilamente estaba sentada en la isla, por un momento creí que notaba mi presencia por cómo me estaba mirando pero todo aquello fue quitado al ver que derramaba lágrimas.

—Lauren — dijo mientras lloraba, yo ya había bajado de la isla para colocarme delante de ella—. No sabes cuánto te extraño, cuanto lamento haber provocado aquel accidente.

—No fue tú culpa— dije en vano pues ella ni si quiera podía verme, mucho menos oírme pero aun así quería intentar—. La culpa ha sido mía, fui yo quien no frene a tiempo.

—Sé que mi madre, Dinah y Ally creía que nuestra relación era toxica pero yo no lo veía así, te lo prometo.

—Lo sé amor, eres demasiado buena para ver lo mal que íbamos— dije mientras tocaba su mejilla, aunque sabía que no sentía nada—, pero ellas tenían razón, puedes conseguirte algo mejor.

—Creo que no puedo seguir viviendo en un mundo en donde tú no estés.

—Deja de decir estupideces Camila.
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Confía en mí, he oído por ahí que el tiempo todo lo cura, sentí el dolor solo un instante, ese instante ya te anhelaba. Joder, dame una última oportunidad, no lo puedo aceptar, solo pido un día más. De todo a nada en cuestión de segundos, el dolor de ver con tus propios ojos como se derrumba tu mundo. No llores, no voy a dejarte sola, ¿me oyes? Te intente decir que no sufrí por mucho que me ignores. Aunque lo merezco, porque la culpa ha sido mía y he salido por la puerta sin decir que te quería.

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—Debes dejarla ir Camila — La voz de Dinah resonaba por toda la habitación, esta vez sí que estaba presente—. Sé que la amas pero ya ha pasado tiempo Mila, debes superarla.

—Tú lo has dicho, la amo, por eso no puedo ir con cualquiera para quitarme este dolor— dijo Camila mientras la miraba.

—Dios Camz, solo estando muerta le puedo dar la razón a Dinah, por suerte no me puede escuchar — dije mientras me sentaba enfrente de ella y me cruzaba de brazos.

—Aunque no lo quiera admitir Lauren siempre fue tú mejor pareja. — Debo admitir que eso sí que fue una sorpresa para mí, no lo esperaba y mucho menos por parte de ella. —Incluso cuando ustedes peleaban ella te miraba con amor, dentro de ella se veía todo el amor que te tenía.

—Lo sé, cada discusión nos hizo más fuerte— dijo Camila limpiándose una lagrima que corría por su rostro—. Lamentablemente no lo suficiente.

—Por algo debes dejarla ir, sé que ella no le gustaría verte así Mila — dijo Dinah mientras la abrazaba—. Aunque ella y yo nunca nos llevamos bien pero lo único que conozco bien es que ella se desvivía por tu felicidad y deberías por lo menos intentar ser feliz por Lauren.

—Hazle caso Camz, ella tiene razón —dije mientras lloraba al igual que Camila.
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Vi tu cara pálida, sin alma, sin nada. Lagrimas caen de tus rostro sobre nuestra fotos, seré tu relato corto, el relato que cubre tu corazón roto. Y aunque me joda vete con otro y que te cuide ¡VIVE! Tan solo pido que no me olvides.
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Estaba presenciando una imagen totalmente desagradable, algo que me dolía, que me entristecía y a la vez me alegraba. Era Camila abrazada en nuestro sofá junto a James, su ex-novio, el chico nunca me cayó bien pero algo que debo respetar era que él nunca irrespeto a Camila y nunca se atrevió a alzarle la voz por más furioso que estuviese, o eso recuerdo cuando ellos estaban juntos antes de mi llegada.
Camila se veía tranquila entre sus brazos y eso me daba cierta paz, el saber que ella estaría bien con otra persona me hacía sentirme feliz por ella, porque poco a poco está superando el dolor. Pero algo en ella me decía que no estaba del todo bien, aunque su cara mostrara tranquilidad en sus ojos no podía ver el brillo que tanto mostraba cuando la conocí, aquel chocolate no estaba, era simplemente era un marrón oscuro, que mostraba el vacío que había en su interior.
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