Parte 1

#1 Confianza

El viento se movía entre las hojas de los árboles, y sus pasos aplastaban la tierra del suelo del bosque. La noche estaba tranquila, y él necesitaba esa calma. Aquietaba su mente. Callaba su Locura.

“¿Estás seguro de querer hacer esto?” preguntó Medes, el pequeño búho sobre el hombro del mago.

“Claro. ¿Por qué no lo estaría?” respondió Kier, el Mago, mientras ponía su mano sobre la piedra que conformaba la base de una colina. Un rectángulo de luz verde apareció en la superficie de ésta.

“Porque apestas viviendo. En general, en todo, completa y extensivamente.”

“Confianza,” dijo Kier. El rectángulo de luz se desvaneció y la piedra que cubría con ella, dejando un hoyo negro y geométrico del tamaño de una puerta. “Busca lo que significa.”

“Sé lo que significa. Es algo que definitivamente no me inspiras.”

#2 Lo Básico

Kier recogió una piedra del suelo y susurró un encantamiento. La piedra brilló con luz blanca, reemplazando la oscuridad, dejándolo ver su trabajo.

“Nada mal, ¿no?”

“Nunca apestaste en la Magia. Sólo en la vida,” dijo Medes.

La luz reveló un cuarto circular con entradas a otros cuartos. Con solo un toque y unas cuantas palabras, Kier había creado un hogar para sí mismo.

“Pero...” Medes hizo una pausa antes de terminar su comentario. “Manejas los hilos de la realidad con palabras arcanas, ¿y no pudiste crear algunos muebles?”

#3 Oscura e Infinita Hambre

“¿Ya vas a probar la rata?” Medes estaba parado sobre la mesa de piedra, en frente de Kier, quien veía con añoranza el plato de madera entre él y el búho.

“Espero no,” dijo Kier.

“Podría ir por ardillas.”

“¿Qué tal venado?”

“Claro. Hazme más grande e iré por venado.”

Kier mordió sus labios, nervioso. “No. No me gustó la mirada hambrienta que me diste la última vez que lo hice.”

#4 Inserte Rugido

Soy el acosador a flote, pensó Medes. El depredador de ojos negros y vastos, la sombra de la perdición, el cazador silencioso, las garras de la noche.

El búho arrancó unas bayas de un arbusto en el suelo. Y estoy recolectando bayas para un lisiado de la vida de habla rara. Acaso no sabe que mi chillido congela el corazón diminuto de mi preza, paralizándolos justo…

Medes se vio empujado al suelo. Podía sentir la presión de dos patas sobre él, sujetándolo contra la tierra del bosque. Volteó su cabeza, y vio el brillo hambriento en los ojos de un zorro.

#5 Enlace Mágico

“Guau. Sí es inquietante, ver una mirada hambrienta,” dijo Medes. “Tendré eso en cuenta la próxima vez que Kier me haga grande.”

La zorra inclinó su cabeza a un lado, como si las palabras del búho la confundieran.

“Así es. Soy un Familiar. El enlace con mi Mago suprime tu instinto de comerme. Ahora, si pudieras quitarte…”

La zorra soltó a Medes, quien revoloteó en el piso para poder pararse.

“Una bestia común comiéndose a un Familiar.” Medes se rió. “Claro.”

“¿Y qué tal un Familiar comiéndose a otro Familiar?” dijo la zorra.

#6 Prioridades

“Kieeeeeeeeeer.”

Medes entró disparado por la entrada sin puerta del hogar de Kier. El búho voló directo a la cara del Mago, quien se estaba llevando una cucharada de algo café y sin forma a la boca.

“Kieeeer.” volvió a gritar Medes. Sus alas revoloteaban sin control mientras Kier lo agarró para dejarlo sobre la mesa.

“¿Qué?”

“¿De verdad te ibas a comer eso?”

“Ah- sí. Lo hice con magia.”

“Lo sé. Lo he probado. Sabe horrible.”

“Sí.” Kier reflexionó. “Lo sé. Gracias por detenerme.”

“Kieeeer.”

“¿Quéee?”

“Me encontré a otro familiar.”

#7 Frustración

Kier se le quedó viendo al búho directo a los ojos. Pero su mirada estaba ausente, perdida en una frustración que crecía muy lento, pero sin duda crecía.

“Ammm.” Medes parpadeó e inclinó su cabeza a un lado y luego al otro. “¿Kier?”

“¿Qué?” dijo Kier con una calma que contrastaba con el brillo maníaco en sus ojos.

“La última vez que te veías así, tu hermano pasó seis semanas viviendo como una rata en el castillo de tus padres.”

#8 Vecinos

“Conocí a otro familiar hoy,” le dijo Menta a Ina.