Capítulo II

Como cada mañana la alarma me despierta, hoy es de esos días donde no me despierto gracias a una pesadilla.

Voy al baño y realizo mi rutina mañanera, cuando salgo del baño aún tengo el cabello húmedo, me lo envuelvo en una toalla y me visto, soy de las pocas chicas que buscan un día antes su ropa, me gusta tener todo listo y no estar sufriendo en las mañanas al no encontrar nada que ponerme.

Me visto con una pantalón tiro alto negro, un crop top lila que tiene una mariposa en el pecho y mi botas negras.

Nunca me a gustado maquillarme mucho así que solo me maquillo natural y me hago el delineado que nunca falta. El gloss me lo aplico después de desayunar.

Antes de bajar a desayunar agarró mi mochila donde ya tengo todo los que necesito para las clases de hoy, agarro mi teléfono y las llaves de mi auto.

Al bajar al comedor ya está el desayuno servido, me siento frente a mis padres .

—Buenos días – saludo.

—Buenos días hija, ¿Cómo dormiste? — esa pregunta nunca falta en las mañanas.

—Bien ma, no tuve ninguna pesadilla.

—Que bueno hija – responde mi papa.

El desayuno fue rápido ya que mis padres tenían una junta hoy, la última en salir soy yo, me encargo de cerrar todo y salgo a la casa de mi mejor amiga.

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Toco el timbre de la casa de los padres de Verónica y en menos de 10 segundos sale mi mejor amiga y se me lanza encima dándome un abrazo.

—Te extrañé muchísimo, la próxima vez que me valla un fin de semana a la playa te vas conmigo. – si, así de dramática es ella

—Te cuento de camino a la universidad.

Ella entra a buscar sus cosas y yo me voy a mi auto a esperarla, mientras camino los pocos metros que me separan de mi auto siento una mirada en mi espalda, busco a los lados y no veo nada, las manos me empiezan a sudar, mi respiración se descontrola y ya se que va a pasar, corro a mi auto y hago mis ejercicios de respiración que poco a poco van haciendo efecto, menos mal Vero siempre se tarda ya que ella es lo contrario a mi y deja todo a última hora.

La puerta del copiloto de abre y mi mejor amiga entra.

—¿Estas bien? – me pregunta cuando estoy por arrancar.

—Si, estoy bien ¿Por qué?

—No por nada.

En el camino a la universidad le cuento mi fin de semana, de mi nuevo vecino, claramente obviando algunos temas.

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Estamos en el salón de clases, tengo la suerte de que mis mejores amigos estudien lo mismo que yo.

Gabriel es mi mejor amigo desde siempre, fuimos juntos al jardín, en realidad siempre hemos estudiado juntos y cuando pensé que nos separaríamos me dice que va a estudiar administración de empresas y lo mejor es que los demás de nuestro grupo de amigos estudia lo mismo.

Somos 6, somos Verónica, Gabriel, Valentina, Eduardo, Andrés y yo.

Todos nos ponemos al día sobre nuestro fin de semana antes que la profesora entre.

—Cantillo en director te quiere ver en su oficina. – dice la profesora Miller.

Los chicos me ven confundidos, yo también lo estoy. Decido no alargar más la intriga y salgo a la oficina, la secretaria de él me dijo que me esta esperando pero igual antes de entrar tocó y luego de escuchar el “pase" entro.

—Buenos días di… sr. Ramírez – corrijo ya que el prefiere que lo llamen así – la profesora Miller me dijo que me necesitaba. – le digo tomando asiento.

—Buenos días Cantillo, iba a esperar a su compañero pero ya que aún no llega iré directo al grano y luego cuando llegue lo pongo al día, me llamaron de la universidad de Sunsent ¿sabe cual es? —asiento ya que si se cual es, es la universidad de la ciudad vecina y me dijeron que van a dar una conferencia en 2 semanas, la conferencia es más que todo capacitación para los estudiantes de administración, iran estudiantes de diferentes universidades, esto los ayudará para cuando se gradúen, me dijeron que podía mandar a 2 estudiantes que tuvieran el mejor promedio en la carrera, tu eres una de las elegidas, eres la que tiene el mejor promedio.

—Esta bien, no tengo ningún problema en ir, pero te lo una duda ¿quién es el otro estudiante?

—Ya tendría que haber llegado… — unos toques en la puerta lo detienen – adelante. —dice y yo volteo a ver quién entro y me quedo en shock al ver quién es.

Es él

Esteban.

Él será mi compañero.

¿ENSERIO?

Por Dios, como puede ser el si tiene pinta de que es de los que lo entran a clases y solo vienen a estorbar a las universidades. Recuerdo que me dijo que tenía buen promedio pero no le creí.

Nuestras miradas se encuentran y el esta igual que yo.

—Adelante ¿Smith? – la pregunta de sr. Ramírez nos hace separar nuestras miradas.

—Si, mucho gusto. – le dice Esteban mientras le tiende la mano, no se en que momento llego a mi lado.

—Toma asiento, como le explicaba a tu compañera… —le explica los que ya me había explicado a mi anteriormente y yo todavía no salgo del estado de shock que tengo al saber que tendré que viajar con el.

¿Por qué acepté?

Me da vergüenza con él, sabía que seríamos compañeros pero esperaba no tener que compartir mucho con el.

—Se les mandará un correo con toda la información que necesitan. —termina de hablar el sr. Ramírez y no se si dijo algo más ya que estaba metida en mis pensamientos – Aprovechando que se encuentra aquí Cantillo le agradecería si pudiera mostrarle las instalaciones de la universidad, de mostrarle donde está cada área y así se conocen ya que serán compañeros de viaje.

—La clase de la sra. Miller ya empezó.

—Yo hablo luego con ella y le pides a alguno de tus compañeros los apuntes.

—Esta bien – acepto ya que no me queda nada más que hacer.

—Gracias a Dios ya termino – exclama Esteban y lo miro con confusión —deje mi moto mal estacionada porque venía tarde – dice levantándose, se despide del director y me hace una seña para que lo siga, luego de despedirme, lo sigo sin decir nada.