El ambiente esta tenso, Dayana, Aiden y Esteban están pálidos.
¿Qué ha pasado? Nada
—Mucho gusto, me llamo Marian, soy compañera de Esteban – extiendo mi mano hacia ella. Decidí romper la tensión, ya que vi que ninguno quiere hablar.
—Ho-Hola, m-me llamo Da-Dayana – dice nerviosa.
No entiendo porque está nerviosa, ¿estará así por Esteban? ¿él le habrá hecho algo?
—Buenas tardes, le pedimos a todos que tomen asiento ya que en pocos minutos iniciaremos todo – dice una chica de aproximadamente 27 años.
Esteban y yo nos sentamos en nuestra mesas y me sorprende cuando Aiden y Dayana se sienta en nuestra mesa, veo a Esteban y está tenso, miro a Aiden y me regala una sonrisa, de último veo a Dayana y ella está pálida viendo la mesa.
Okey, esto es incómodo.
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—Aiden y yo iremos a cenar – acabamos de salir del evento, ya son las 7p.m, Dayana no se donde está, apenas el evento termino - ¿Nos acompañas? – pregunta y no sé qué responder, porque ellos seguro tienen muchas cosas de que hablar y querrán ponerse al día, pero no quiero irme al hotel, yo odio los hoteles, solamente pensar que en ese lugar puede estar un asesino planeando matar a todos me asusta.
—¿Estas seguro? Ustedes seguro tienen mucho de que hablar – les digo dejando la decisión en sus manos.
—Él y yo hablamos todos los días, no tenemos nada de que hablar, así que muevan esas piernas que tengo mucha hambre. – dice Aiden.
Ellos son tan diferentes, mientras Aiden es amigable, Esteban es odiosamenteamigable, ya que hay días que es amable y hay días que es un grano en el culo.
—La pregunta del año – dice Aiden deteniéndose a mitad del pasillo. - ¿Pizzas, hamburguesas o sushi?
—Hamburguesa – decimos Esteban y yo al mismo tiempo.
—Hamburguesa será. – dice Aiden y nos dirigimos al puesto de comida ya que no hay mejores hamburguesas que las callejeras.
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—Esta deliciosa – les digo a los chicos al morder la hamburguesa.
Estamos sentados en una de las mesas que están frente al carrito de hamburguesas, los chicos están sentados frente a mi.
—Si están buenísimas están más buenas que las que hace Mónica - dice Esteban – No le digas que dije eso – dice señalando a Aiden, ¿Quién será Mónica?
—Tranquilo – dice Aiden levantando ambas manos – no tengo ninguna intención de que te quedes sin mejor amiga.
Esa tal Mónica es la mejor amiga de Aiden.
—¿Qué tal todo en la nueva universidad? – le pregunta Aiden a Esteban y este me mira a mi.
—La verdad, me ha ido bien, todavía me estoy adaptando, pero agradezco que mi papá tuviera que adelantar el viaje. – me mira y entiendo porque lo dice.
—Y tú Marian, ¿Cómo te va en la universidad?
—Me va bien, tengo uno de los mejores porcentajes, siempre quise estudiar esto así que no me fue difícil adaptarme a la vida universitaria.
—Es bueno que pudieras estudiar lo que querías.
—La verdad si. ¿Ustedes siempre quisieron estudiar Administración?
—Si – responden ambos al mismo tiempo.
—Nosotros escogimos la carrera juntos, nos fuimos a inscribir a la universidad juntos, ese día conocimos a Moni y desde ese momento somos inseparables – dice Aiden.
—¿Mónica es tu mejor amiga? – le pregunto a Esteban.
—Si, nos conocimos cuando nos inscribimos en la universidad.
—Ella iba a venir al viaje, pero se cayó por las escaleras de su casa y se fracturó el tobillo.
—¿Cómo sigue? – pregunto.
—Fastidiada por estar encerrada y no poder venir. – dice Esteban.
—Y añádele que su mamá no se le quita de encima – dice Aiden – su bebé se enfermó – dice en tono de burla y él y Esteban se ríen a carcajadas. Los miro sin entender.
—La mamá de ella es muy sobreprotectora, ya te podrás imaginar cómo esta.
—Si, lo sé, mi mamá es igual – les digo, mi mamá es protectora, no tanto como para llegar a ser extremista, pero, si es protectora.
—Creo que todas las madres son así, algún se pasan de protectoras y otras son más tranquilas en ese sentido. – dice Aiden.
Seguimos hablando y cuando terminamos de comer nos vamos al hotel y nos sorprendemos al ver que Aiden también se queda en el mismo hotel.
—Nos vemos mañana. – le digo a Aiden ya en el pasillo
—Mañana voy a salir a recorrer la ciudad, ¿Quieres ir conmigo? – me pregunta ¿Nervioso?.
—¿Por qué no vas con Aiden? – pregunto ya que me sorprende que no le dijera a Aiden.
—Ya tiene un compromiso – ya entiendo, me dice porque él no puede acompañarlo – No creas que te dije porque él no puede, la idea era ir los tres, pero el tiene un compromiso.
—Siendo así acepto, nos vemos mañana, ¿no te parece raro que aún tú no tengas mi número ni yo el tuyo?
—No me había dado cuenta de eso, díctame tu número y yo te mando un mensaje cuando te agregue.
—Ok – le dictó mi número y entro a mi habitación luego de darle las buenas noches.
Me doy un baño, me pongo mi pijama y me acuesto, en eso me llega un mensaje.
Número desconocido:
Que descanses hermosa.
Atte.: Tu sexyvecinocompañero.
No puedo evitar reírme al ver su mensaje, guardo su número y le respondo que descanse también, pongo el teléfono a cargar en la mesita de noche, como el día de hoy fue agotador no me cuesta mucho dormirme y eso es algo raro en mi…
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Me despierto por el sonido de la alarma, me voy directamente al baño a hacer mi rutina, salgo con una toalla enrollada en mi cuerpo y con otra secándome el cabello, hoy lo llevaré suelto y mi atuendo consiste en un pantalón negro, una camisa blanca semi-formal y unas sandalias blancas, algo sencillo ya que saliendo de la universidad Esteban y yo iremos a dar una vuelta.