7. Lamento Críptico

Estoy deprimido, no quiero salir de mi cama.

Me encuentro en forma fetal, lloro por las mañanas.

En mi cuerpo hay heridas, espinas que me dañan

Y me rasgan, quiero morir porque no siento nada.

Ya no siento dolor, gracias a todo el horror.

Cada día tengo que salir y sufro de sudor.

Me señalan y me avergüenzo, ya es temor

Porque no puedo seguir, en mi pecho sufro un ardor.

En mi bañera, las dudas me enferman.

Rojo es el río que va por mis venas.

Corto el dolor con lo que sea.

Y libero aquella toxina que me envenena.

Cada día es peor, cada vez tiene más hambre.

Un día estuve triste, y encontré un mapache.

Lo recogí, no hacía más que pedir algo de carne.

Y da igual cuánto le dé, no le satisface.

Quiere más y voy a la cocina.

Carne roja se gasta, pues es su comida.

Corto lo que desea con un cuchillo.

Él sigue comiendo y quedo cada vez más tranquilo.

¡Que vacío! Siento como un hastío.

Pesado corazón que sangra, ese es mi destino.

¡Que desafío!, correr hasta la meta

Prefiero quedarme donde estoy, pues tengo miedo.

¿Seguir adelante? Eso es una mierda.

Me obligan a rendirme porque no valen mis sueños.

Tirarles al suelo, ahí es donde pertenezco.

¿Nacer en una casa? ¿Qué es eso? Yo nací en el vertedero.

No quiero y aunque entre por aquella puerta.

Me echan afuera, no quieren saber de mis problemas.

Me asusta la gente nueva, es aquella que me miente.

No me entienden, y me entierran, soy un insolente.

Sin preferente y referente, mis dilemas no son importantes.

Mejor que lo quemen, y que me dejen de ignorante.

¡Que arte! Figuras y secretos de una catedral.

Con hoces y rastrillos para linchar.

Atar con cuerdas a pensamientos que no son de mi pesar.

¡Qué más da! ¡A quemar!, la caza de brujas acaba de empezar.

¡No hay más! No hay resentimiento.

¡Que miedo! Un ser que debe ser violento.

Ciego es aquel que no quiere verlo.

¿Qué más da que sufra! Ya no me molesto.

Corazón negro, el mío está podrido.

Está oxidado como el hierro, más queda reducido.

Me han quitado de todo y no me queda nada de lo que he sido.

Quedaré enjaulado conmigo mismo, en este lamento críptico.