Partituras del Corazón "Musica en mi interior"

Capitulo 1

Mi nombre es Grace.
Yo antes de conocerlo era una chica normal, que vivía junto a su padre, en una  pequeña casa, ubicada en el lugar más peligroso de la cuidad; Con apenas quince años de edad, ya me sabia mover por la cuidad sin depender de nada ni nadie, por la mañana iba a ala preparatoria y por las tardes trabajaba como mesera en  la pequeña funde de mi abuela, no era el mejor restaurante del mundo, pero por lo menos nos daba suficientes ganancias para pagar la renta y mantener los absurdos vicios de mi padre, quien era un borracho mantenido por su madre y su propia hija.

Durante mis tiempos libres me iba a la única biblioteca con libros para jóvenes de mi interés, siempre iba a leer un rato, no soy de gustos literarios comunes en una chica, en lo que otras chicas prefieren romance, vampiros y esas cosas. Yo prefiero géneros de acción, ficción, pos-apocalípticos, suspenso y terror. Normalmente leo esa clase de libros porque me ayudan a salir de mi cruda realidad, cada vez que leo es como si fuera tele-transportada s un mundo en el que no estoy presente, pero se lo que pasa a mi alrededor, es como si no existiera, como si no tuviera problemas.

Pero lamentablemente no es así.

Cuando la biblioteca no estaba abierta, voy a la vieja iglesia (la cual nadie visita hoy en día, ni siquiera los fines de semana), con el Padre Pedro, a tocar los instrumentos, desolados, que nadie quiere tocar más que yo;

En ese lugar hay de todo tipo de instrumentos, hay un piano, una guitarra, un bajo, un violín, un chelo, un clarinete, un triángulo y otros muchos instrumentos que no se me sus nombres. El Padre Pedro me enseñó a tocar todos y a leer sus partituras, pero por alguna extraña razón, amaba el violín.

La lectura y la música son lo que me hacen ser yo misma, ellos dos y mi querida abuela son lo único con lo que me impulso a salir adelante con mí complicada vida.

La escuela no era el mejor lugar para despegar mi mente, ahí siempre me ocurría algo malo. Pero necesitaba la escuela, si quiera tener un mejor futuro que el de mi padre.

Ya estaba anocheciendo, eran las siete y media de la noche, termine de limpiar y recoger las mesas y los manteles de la funda. Mi abuela ya había terminado de lavar todos los trastes.  Apague todo y mi abuela y yo nos metimos a la casa ya que la funda estaba en la cochera.

-¡Grace!- grito mi padre con furia y alcohol en sus palabras.

Mire a mi abuela y ella mi hizo una seña con los ojos para que fuera a atenderlo.

Corrí hacia la sala, no era necesario estar cerca de mi padre para percatar el molesto olor a cigarro y botellas usadas.

-¿Qué sucede?- dije con voz educada y dulce, ya que mi abuela me había dicho que siempre tenía que dirigirle la palabra educadamente. Aunque sinceramente yo creo que no se merecía mi padre tanta atención y respeto.

-Se me acabo el alcohol, ve por más niña insolente y lo quiero mira- me dijo mientras chasqueaba los dedos en mi cara como burla -¡RA-PI-DI-TO!-

Asentí y me dirigí a la cocina, abrí el refrigerador en busca de la cerveza. Escuché unos pasos acercarse, al instante supe que era mi querida abuela.

- ¿Qué te ha pedido, miga? - me pregunto con su dulce y arrugada voz.

- Lo de siempre… no entiendo porque lo consientes tanto, él no debe de tratarnos así, que no entiende que somos su familia, no sus criadas- le respondí mientras secaba el vidrio dela cerveza y le quitaba la tapa.

-Otra vez con eso-me reclamo ella –Ya te lo he dicho mil veces, tu padre hace esto por dolor. Tu ya sabes que cuando…

En lo que mi abuela daba su cermon de siempre (que por cierto ya me sabia de memoria) sus palabras fueron interrumpidas por los gritos de mi padre necesitado de alchol; Mi abuela y yo miramos hacia la puerta. "Es mejor que le de lo que quiere" pense, tome las cervezas y me encamine  a la sala, antes de entrar, llene mis pulmones de aire fresco y despues entre.

Mire la tele de reojo, estaba jugando el equipo favorito de mi padre, deje las tres cervezas en la mesa y mi padre vocifero.
-¡Vaya, ya era hora mujer!- , le entregue una cerveza en la mano, acto seguido me la arrebato dandole un gran sorbo, como si fuera la ultima gota de agua del desierto.

-¿Se te ofrece algo mas?- pregunte sin pensarlo.

Mi padre, me volteo a ver con desagrado y furia, -Quiero que te me largues de aqui, "chamaquita"- me grito mientras agitaba sus manos como si me fuera a espantar como un perro de la calle.Di unos pasos atras y despues me di la vuelta, cerre mis ojos al escuchar como mi padre decia entre dientes "Maldita niña, solo sabe estorbar", me  dirigi a la cocina para darle las buenas noches a mi abuela, despues me encamine a las escaleras para pasar al segundo piso en donde se encontraban las habitaciones.

Entre a mi habitacion, no era muy grande, pero era mi espacio personal; Pintado con un color lila, con una cama individual pegada a la pared; Me sente en mi cama y empeze a sepillar mi cabello color miel.
Mientras me cepillaba el cabello empeze a tararear la cancion que mi mama me cantaba cuando estaba en su vientre. Mientras la tarareaba me imaginaba a mi mama abrazandome, pero en el interior sabia que esas imagenes no eran mas que ilusiones; Mi madre habia fallecido cuando me dio a luz, pero mi abuela se encargaba de cantarme la cancion para quedarme dormina cuando era una niña. Nunca recibi un abrazo de mi padre o una muñeca para mi cumpleaños, lamentablemente la vida me obligo a creecer demasiado rapido.



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En el texto hay: musica, amistadincondicional, teennovel

Editado: 25.11.2018

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