Capítulo 4

Cuando la compañía llegó al hotel, todo se compartieron las habitaciones a Galeth y Cristal las pusieron juntas con otra chica más que compartirían la habitación.

— Uy... Carajo nos tocó la niña bonita se Milena, la verdad que no la soporto.

— Bueno Galeth no puedes hacer nada. —le dijo Cristal riendo.

— Será que aguantare a la perra esa pretenciosas y creída.

— Deja tranquila y mejor vamos a subir a ordenar las cosas y salir a ver a conocer. —Cristal puso los ojos en blanco al mirar así arriba.

— Bueno eso si suena interesante, pero tenemos que salir cuando el profesor lo diga y nos de permiso.

—Le dijo la morenaza con una palmada en la espalda.

Luego tomaron sus maletas, y subieron en el ascensor. Cuando llegaron en la habitación se lanzaron en la cama y estaba sonriendo de la felicidad. En ese momento llegó Milena con su cara de siempre.

— No se pueden comportar sinceramente son unas nacas.

En eso Galeth se enojo por aquella palabras.

— Por que piensas que eres hija de mami y papi no vas a tratar como te da la gana sifrina barata.

— Baratas ustedes que no saben dónde se encuentran.

— Mira estúpida mejor no sigas hablando que eres una patética.

Galeth en eso la agarra por los cabellos dorado de una rubia peliteñida. Cristal la detiene para que Galeth no siga jalandole los cabellos, menos que le llamaran la atención.

— Ya está bueno dejen de alarse los cabellos, no vayan a llamarnos la atención y nos ponga una regla más.

— Lo que dice Cristal es verdad no queremos que el profesor nos penalice por cualquier cosa.

Galeth la soltó y la miró a los ojos, y le dice.

— Espero que la próxima vez no digas nada Milena.

— Bueno esta bien no volveré a meterme con ustedes. —pero ella pensaba otra cosa.

"Está me la pagas Galeth, y esa estúpida de Cristal también nada se quedara así".

En ese momento tocaron la puerta diciendo que tenían que bajar al lobby para hablar sobre la presentación. Así que las tres bajaron y Galeth miraba a Milena cómo si quiera hacer una maldad con ella. Pero Milena ya sabía cómo se vengaría de lo que le había hecho.

Mientras esperaban al profesor, Cristal hablaba con Galeth sobre las presentaciones y también de la escapada que se iba ha dar durante la estadía en Rusia. En ese momento llegó sus profesores de ballet. Todas suspiraron cuando vieron entras a dos chicos rusos que integrarían al ballet. Todas por supuesto suspiraron y cuchicharon menos Cristal que solo hacía era pensar en su hermana y su novio. Por supuesto que ya no lo era.

— Bueno chicas, chicos les presento a dos integrantes más para las presentaciones, ellos no acompañaran durante los ensayos y nos ayudarán en algunas cosas.

Todas las chicas se echaron a reír y se miraron una con las otras. Mientras que Galeth ya le había echado el ojo a uno de los dos. Claro que el otro chico estaba también observándola.

— Bueno chicas como ya saben, ellos estarán observando lo que hacer así que espero disfruten esta noche de la comida y que vayan a descansar.

Pero Galeth y Cristal tenían otros planes, de salir a divertirse. Pero los dos chicos rusos le habían puesto el ojo Cristal. En lo más profundo de su ser los chicos eran algo perversos y malo. Así que las invitaron y que a pasar la noche bailando para llevarla a otro lugar y hacer con ellas sus perversidades.

— Hola si quieren podemos irnos a otro lugar, que les parece las estabamos observando.

Galeth que era la más maliciosa y extrovertida le dice.

— Y que tan interesante es la salida.

El otro chico le dice.

— Muy pero muy interesante, las podríamos llevar a una disco y bailar su quieren toda la noche.

En eso interrumpe Cristal.

— Si y sobre todo los castiguen como ya lo han hecho ya.

— Pero no se preocupen volveremos antes del amanecer.

Los dos chicos se miraron la cara de tramar algo con ellas dos. Y Cristal los mira dubitativa, pero Galeth como siempre la insista hacer las cosas prohibidas, que a veces Cristal acepta.

— Bueno esta bien pero tenemos que volver antes que se den cuenta.

— Claro que sí, no se preocupen que estarán de regreso antes del amanecer.

Y los dos chicos se sonrieron, los día eran chicos bien parecido y con un toque de picardía. Pero ni Cristal ni Galeth sabían las intenciones de aquellos dos personajes de cara de niños. Al cabo de un rato las chicas se encontraron con ellos en la entrada del hotel y allí comenzaron su travesía por la bella ciudad de Rusia y a conocer un poco.

— La ciudad de esdiabuego es muy bella de noche.

— Claro que sí, chicas y conocerán un poco de ella así que vamos a un club nuevo qué abrieron. —el otro chico responde.

— Si se van a divertirse mucho vamos.