Pasión en Puntas

Capítulo 5

Cuando regreso a la mesa ya no estaban los chicos y menos Galeth. Entonces Cristal se preocupó en eso se acerca un hombre con cara de perverso queriendo tomar a Cristal de la cintura y está me da un puntapiés y lo mira y le dice.

— Carajo, abusado no respeta, o está drogado.

— Bueno como la vi sola, además sus compañeros deben de estar en la parte de atrás del club.

— ¡Cómo! —exclamo ella. — Me puedes decir dónde es.

— Claro si quieres te acompaño.

— No gracias dígame por donde.

El hombre le señalo una puerta y al entrar un pasillo con varias puertas, no sabía donde estaba ella en esas habitaciones y entro en una pero no había nadie hasta que escucho voz del otro lado. Y le dio curiosidad y se acercó a la pared, se dio cuenta que la pared tenía una ventana grande, entonces pensó que se veía a la calle, cuando corrió la cortina vio a varias personas en la habitación era una mujer con dos hombres. Cristal trago con fuerza, como veía que aquella mujer era embestida por los dos hombres al mismo tiempo.

Aquello a Cristal la dejo con el cuerpo caliente y deseosa, era la primera vez que veía aquello. Y siguió observando lo que hacían.

Un de los hombre voltio a la mujer y la penetraba por detrás y el otro tenía su pene en la boca y la hacía tragar todo hasta hacerla sacarlo. Luego uno de los hombres se acostó en la cama y penetro a la mujer por detrás mientras el otro le chupaba sus partes. La mujer gritaba de placer. Algo que no entendía Cristal era dos hombres. Y pensó donde lo rusos la habían traído a las dos y donde estaba su amiga.

Pero sin segui a viendo lo que hacían los hombres con la mujer hasta que la mujer se acercó a la venta de seguro del otro lado era un espejo y un de los hombre la cogió allí mismo frente a ella.

En ese momento alguien entro en la habitación donde estaba ella, era aquel hombre que la quería tocar, y le dice.

— Eso he gusta mirar miloya moya.

— Que quiere decir con eso.

— Mi bella, mi amor porque no lo hacemos los dos

— No... —Cristal estaba asustada.

El hombre se acercaba más a ella, y su amiga perdida. En eso el hombre le agarra por la mano para llevarla a la cama, pero Cristal se resistió.

— Suélteme por favor.

— No hasta que seas mía, o es que no sabes que este club, es aparte de tomar un bulder.

— No lo sabía así que suélteme.

En eso el hombre la lanzó en la cama, pero Cristal se levantó y se le enfrentó, metiéndole un puntapiés en sus partes intima que este cayó al suelo del dolor y Cristal salió corriendo. No sabía por donde había una puerta solo corrió por el pasillo. Hasta llegar a una puerta que daba a la salida y siguió corriendo, no sabia así a donde pero no quería estar allí, en aquel lugar.

Así que no supo donde estaba solo que corría por su vida, o su virginidad porque Cristal nunca le había entregado aquello a Michel, la brisa fría soplaba y ella comenzó a llorar por todo aquello que están pasando. Quería escapar de aquella realidad. Y en ese momento siguió corriendo sin saber a dónde solo quería escapar de todo aquello.

No supo cuando fue lo que corrió, en ese momento llegó a un cruze y cuando iba a pasar, vio la luz de un auto destellar frente a ella, Cristal se detuvo en medio de la calle y el auto la golpeó de un costado y cayó de golpe al suelo. Ella abrió los ojos y vio a un hombre alto bajar del auto preocupado. Al mirarla se asustó mucho porque tenía sangre que corría se la frente y la nariz.

En ese momento saco su teléfono y llamo a emergencia.

— novecientos once cual es su emergencia.

— Por favor puede enviar un ambulancia a la avenida seis, sampeteburgo. —Misha se le quedaba viendo tirada allí a su lado.

— Diganos cual es la emergencia señor.

— Mujer de veinti tantos años, se metió entre mi auto y la he atropellado. — Misha se le quedó viendo y recordó donde había visto aquella joven, recordó que era la joven que se había y con en el aeropuerto.

— Podemos enviar una ambulancia pero tardará en el llegar al lugar por la nieve señor. —dijo la mujer del 911.

Misha colgó la llamada y llamo a unos de sus hombres.

— Romanov, mándame un equipo a la avenida seis de sampeteburgo, acabo de atropellar a una mujer y está mal herida. Y la ambulancia tardará en llegar y no quiero que la mujer muera aquí.

— Si, señor enseguida estaré con el equipo allí. —dijo Romanov el guardaespalda de Mijaíl.

Mientras llegaba el equipo, Mijaíl se quitó el abrigo y se lo puso a la joven, ella abrió los ojos un momento y lo miro y dijo.

— ¿Que ha pasado?.

Cuando se quería levantar se agarra la cabeza pero unas manos fuerte la hicieron bajar de nuevo al suelo.

— Cálmese ya vienen los médicos en camino.

— No, deje morir. Me quiero morir déjeme aquí váyase. —le dijo Cristal llorando desesperada.

La joven volvió a desmayarse y Misha le tenía la cabeza agarrada. Y la miró y le dijo.




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