De nuevo voy llegando tarde al colegio, algunas veces porque tengo tarea y lo olvide, otras veces porque me levantó tarde, pero casi siempre es porque al ir caminando nos encontramos, yo no puedo disimular, aún no me han enseñado, pero cuando lo veo mi corazón deja de palpitar por unos segundos, muchas veces creo que el lo descubre, y es por eso que pongo un minuto los pies en la tierra, en ese instante lo despido con un abrazo y un beso en la mejilla, es algo tan lindo que me quedaría ahí toda la vida, pero en eso suena mi teléfono y veo que es una alarma de que hace 10 minutos ya debería estar en mi clase de matemáticas, creo que a la maestra no le gustará, la materia nunca me gustó, pero la maestra me agrada, aunque mis pensamientos los ocupa otra persona, así que profesores no traten de llamar la atención de una chica enamorada y menos con los sentimientos que yo tengo, sigo caminando con el fin de que ya acaben las clases para poder...
Al menos verlo, de sólo pensar en que lo voy a poder escuchar, me dan ganas de ser un fantasma y estar siempre y en cada momento cerca de él.
Lo quiero demasiado como para no pensarlo todo el día, llega el receso y en todo lo que pienso es en él, es tan asombroso que si me pidiera matrimonio, en vez de aceptar, creo que caería rendida a sus pies, llegan muchos pensamientos a mi mente, todos de él, hasta que llegan las niñas más tontas del instituto y me llegan a molestar, empiezan a criticarme de lo que debería hacer y de lo que no, da la casualidad que ellas son las más idiotas, pero te aseguró que todas ya tienen novios, yo no, pero si estoy enamorada alocadamente de un hombre maravilloso, yo no les doy mucha importancia a esas chicas bobas, luego de que suena el timbre para volver a clases, gracias al cielo sólo quedan tres.
Ups!!!
Recordé que sigue la peor clase de todas, en donde la maestra me humilla de mis emociones y de mis sentimientos hacia él, me regaña y me insulta delante de mis compañeros, no le agradó pero ese odio nos tenemos mutuamente, Lo Amó y aunque a la maestra no le guste es mi vida no la suya.
Al acabarse las clases me voy por el mismo camino que siempre, esperando así poder verle, porque si hay algo que me encanta de él es su sonrisa, tan encantadora como angelical, resivo una llamada de un número desconocido, contestó y es de una maestra que me agrada, es la de literatura, y me dice que mañana a la hora después del receso tengo exámen, me despido y cuelgo el celular, al seguir caminando, no prestó atención al camino, dado que, sigo jugando con mis pensamientos, y de repente chocó con una persona...
-¿Qué? lo siento mucho Sr Roberto.