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Mi teléfono comenzó a sonar y me pareció de lo más extraño al saber quién era el que llamaba. 

- ¿Bueno? 

- Hola, perdona, necesito pedirte un gran favor. Es de suma urgencia –se notaba en su voz que no estaba jugando.  

- Bien, dime. ¿Qué necesitas? 

(…) 

Recogí todas mis cosas y salí de la oficina. 

“Me han arrestado, necesito que busques unas cosas por mí. No digas nada, soy inocente y es por eso que te llamo. Eres la única persona que sé que creerá en mí. Cuento contigo” 

Bastaron esas palabras para hacerme recapacitar y corrí lo más rápido que pude. ¿Qué es lo que está ocurriendo? Salí y llegué al apartamento, me dirigí hacia donde me dijo y tomé lo que necesitaba. Tuve mucho cuidado, como él me había pedido. 

Llegué a la estación y no dude en preguntar.  

- Vengo a ver a Brais Hernández. El oficial me dijo que me dejaran pasar. 

- Al fondo del pasillo, tercera puerta a la izquierda. 

No escuché más y caminé lo más rápido posible. Toqué la puerta y pasé. Ahí estaba él, ansioso y asustado, lo podía ver en su mirada. 

- Oficial, tengo pruebas –dijo él.  

Le entregué el bolso al oficial y salí de ahí. Me senté a esperar que era lo que sucedería y quería con todas mis fuerzas que lo que haya hecho, sirviera de algo. El oficial del caso me dijo que podía estar del otro lado del interrogatorio. 

Lo veía nervioso pero seguro de lo que estaba haciendo.  

- Esa es la memoria de la cámara de mi apartamento. Puede revisarla y ver que a la hora en que todo sucedió, yo estaba en mi apartamento. Escuché unos gritos y ahí fue cuando salí a ver qué estaba pasando.  

Todo esto me parecía bastante extraño. Brais no haría jamás algo así, y menos a la persona que el tanto amaba. Vivía por ella.  

El oficial acercó la memoria al reproductor y se vio una imagen de video en la pantalla. Se podía notar a Brais justo a las 19:28 pm, hora cuando todo sucedió. De pronto, Brais tomo algo que no podía distinguirse y salió del apartamento a las 19:47 pm.  

- ¿Ve?, no estuve en la hora del crimen. 

- Me gustaría poder decirte que esto es suficiente, pero no es así. Aunque esta fuera la prueba que se necesita, tus huellas están por doquier en la escena y además... son las únicas que se pudieron encontrar.  

Okey... esto está muy mal.  

- Oficial disculpe, conozco demasiado a Brais y sé cómo es. Estoy totalmente segura de que él no ha sido.  

- ¿Quién es usted? -me interrogó. 

- Soy la madre de Brais...

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