Cap 2

-Solo estaba acomodando los papeles del Señor presidente- dije firmemente, escondiendo la hoja donde estaba anotando todo.
-Y que era lo que estaba anotando?- se cruzo de brazos luego de cerrar la puerta.
-Nada si? Necesito terminar esto, así que por favor querría estar a solas ... Además esta no es su área, no tendría por que preocuparse. Por algo fui elegida como la mano derecha de el presidente, tengo su máxima confianza- acercándome a su rostro intente que se alejara, pero lo único que logre fue que se acercara mas a mi y susurrara algo.
-Si... eso ya lo note, de hecho me gustaría preguntarle como fue que logro esa confianza tan grande con el desde un principio.- dijo susurrando mientras levantaba una ceja.
Acaso una mujer no puede tener una buena relaciòn con un hombre sin que nadie piense nada raro?
-Por que no vuelves al trabajo Charles?- abrí la puerta detrás de el y lo empuje levemente. 
-Por que no me obligas?- dijo desafiante.
Esta situación se volvía cada minuto mas tensa.
No se en que momento se había vuelto tan... agresivo hacia mi.
Acaso no se daba cuenta de lo que estaba haciendo? Estaba a punto de comerse el problema mas grande de su vida si alguien escuchaba lo que pasaba cada vez que estaba cerca mío.
No era la primera vez que pasaba, y no seria la ultima hasta que lo arregle sola de manera pacifica con el o tenga que recurrir a el Presidente o a el Consejo.
-Acaso te incomoda que este aquí?- pregunto antes de que el presidente se parara detrás de el.
-Tal vez a ella no Señor Charles, pero a mi si. No esta permitiendo a mi secretaria, o mejor dicho amiga y compañera, seguir con su trabajo. Así que por favor le voy a ordenar que se retire de la oficina.- Respondió el Presidente hacia la respuesta dirigida a mi.
-Si señor, cuanto lo siento.- se dio media vuelta para marcharse, no sin antes giñarme.
Antes de decir algo, agradecer tal vez por haberme sacado de esa situación incomoda, guarde los papeles que habían quedado desparramados sobre su mesa de trabajo para que el pudiera continuar con las demás cosas.
Guarde todas las carpetas, con la hoja donde estaba anotando todo, en uno de los cajones de mi oficina, ya que al fin y al cabo tenia que guardarlos allí.
Luego de eso me dirigí a la oficina central para ver si necesitaba algo, tal vez quería contarme lo que había pasado en la reunión.
-Muchas gracias Señor, lamento informarle que no logre terminar con lo que me pidió por la interrupción de mi compañero.- dije mientras le servía una taza de café.
-No hay problema Coraline.- se lo notaba enojado tal vez, su voz era seca, se lo notaba sin ganas. Seguro lo que había pasado anteriormente lo había molestado.
Pero estaba segura que no había sido solo eso; si bien el solía defenderme todo el tiempo, 
Muchas veces estuve a punto de ser descubierta, por muchos trabajadores, hasta incluso el mismo presidente.
-Disculpe mi atrevimiento Señor, pero lo noto extraño. A caso sucedió algo?- pregunte mientras dejaba la taza de café junto a los papeles que este leía preocupadamente.
Este movió su cabeza asintiendo, como agradeciendo mi gesto. Pero no respondió mi pregunta, es por eso que decidí pidiendo permiso, abandonar la sala para poder continuar con lo mío. Lo dejaría solo unas horas y luego vería si todo esta bien con el.
Cerré la puerta y al entrar en mi oficina puse traba a esta, para que nada me interrumpa, para poder terminar con esto rápidamente. Se suponía que lo único que tenia que hacer era guardarlos en una carpeta, no leerlos. 
Pero era imposible que luego de años escuchando información confidencial y robando papeles importantes no me interesara lo que estaba pasando.
Era información confidencial a la cual, por mas de ser muy cercana al presidente, no tenia derecho a acceder. 
La primera pagina hablaba sobre las elecciones, lo que el Presidente tenia que decir en los medios para poder ganar. Nada importante.
La segunda hoja mostraba las personas que, si mi instinto no falla, eran a las cuales habría que pagarles para ayudar a Alex a subir a la presidencia. Habían otros presidentes "amigos", jefes de los mejores periódicos, gente normal, ciudadanos, familia, trabajadores etc.
La suma que se tenia que entregar a cada uno de ellos era realmente grande.
Mucho mas grande que mi sueldo, hasta el de Charles.
Y lo que la siguiente pagina decía era como lograrían recaudar ese dinero, sin levantar sospechas, sin tener que realizar campañas ni nada de eso: les bajarían el sueldo a todos los empleados, incluida yo, poniendo la escusa de que realizarían una donación enorme a una empresa sin bienes de lucro que ayudaba a las familias de África.
De verdad este chico era capas de eso? Parecía tan amable, buena persona. Eso había sido lo que lo ayudo a subir al poder: ese rostro angelical que daba confianza a cualquiera, era una persona que siempre defendí a muerte, que realmente admire los primeros años, hasta que comencé a enterarme de las cosas que hacia para salvarse, de toda esa información que había en las grandes pilas de papel.
Fue esa la razón por la que comencé a robar la información, archivarla en mis dispositivos, en papeles, todo de diferentes maneras para que nadie logre encontrarlas.
Laura, mi mejor amiga, con la cual compartía el departamento, sabia toda esta información, todo detalladamente a igual que yo.
Ella había diseñado el plan perfecto para comenzar a soltar la información; tenia todo sumamente planeado, lo que haríamos si fallaba algo, si nos perseguían y lo mas difícil: si alguien nos encontraba.
Lo que tenia en mis manos, lo que estaba escribiendo, no era nada comparado con todo lo que habían hecho. Esto era solo un granito de maldad.
Pero estas eran las cosas que hacían que todos los días fuera mas difícil actuar decentemente frente al Presidente.
No podía cambiar de un día para otro, comenzaría a dudar de mi...
Por eso tenia que seguir fingiendo
Seguir apoyándolo
Seguir enamorándolo...