El pensarte
cuando ya es medianoche y el reloj marca las doce,
cuando los recuerdos invaden la mente,
cuando tu imagen se hace presente,
cuando el sueño se vuelve ausente,
y cuando todos duermen plácidamente...
Tus recuerdos siempre los he asemejado a cuando estás en una montaña rusa. En lo más alto, desde allí la vista es maravillosa, así como los "te amo", las risas, los detalles, los momentos, esos instantes perfectos que parecen eternos. Todo está bien antes de caer en una velocidad abismal donde todas tus emociones se mezclan: miedo, euforia, náuseas, rechazo. La vorágine emocional solo se detiene cuando la atracción llega al final del recorrido. Pero al bajar, al terminar, ocurre algo curioso: quedas aturdido, en blanco, impactado, sin saber cómo reaccionar; si reír o llorar.
Y así, caminas hasta un banco. Al sentarte, te preguntas:
¿Quiero volver a repetir después de todo?
Es un dilema que resuena en el silencio de la medianoche
Espero hallar las respuestas al pensarte.
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