Pensamientos Nocturnos

Único

Las manos se aferraron a la carne encendida,

las uñas se clavaron en la piel.

Fue la sed de lo prohibido el conductor

y sedientos bebieron de sus sexos.

Ellos eran uno y lo demás no existía.

Se amaron en el calor de un momento solitario.

Un único momento de aquel atardecer.



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En el texto hay: poesia, poesía de verso libre

Editado: 18.09.2024

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