Mes 14, día 22/4.109
Doy un salto a un lado y hacia atrás para evitar que la esfera de luz color morado golpee mi cuerpo, en el proceso, parece que doy una vuelta en el aire, algo a lo que no estoy acostumbrada, y termino cayendo en una posición que podría ser de rodillas con las manos apoyadas en la tierra, lo que me deja en desventaja porque enseguida, una segunda esfera de luz viene hacia mí y está vez no soy tan rápida.
La esfera golpea arriba de mi seno izquierdo y me envía hacia atrás, no sin antes hacer que de otra vuelta en el aire y está vez caiga al suelo golpeando mi espalda en el proceso.
Duele. Y por un momento, solo unos segundos, no siento las piernas y me cuesta incorporarme.
-Creí que eras más rápida -Exhalo fuerte y me siento. Papá camina hacia mí como si estuviera decepcionado.
Hoy la clase no se trata de teoría o crear esferas de luz, está vez el hace lo que luce como un entrenamiento, un fuerte entrenamiento para mí.
-Lo fui a la primera y estaba en muy mala posición para ser tan rápida a la segunda.
-Excusas. Ponte de pie -Ordena y muy a mi pesar lo obedezco- Esquiva y devuelve el golpe -Quiero decirle que mi puntería no es la mejor como para devolver golpes, pero, si lo digo, puede preguntar y no estoy en condiciones de mentir, no hoy. Así que me mantengo en silencio y lo observo tomar distancia de mí- No vas dejar que llegue a ti ¿Está claro? Si lo haces, le daré un mal reporte a tu madre y sabes lo que te negara con un mal reporte -La excursión. Asiento dándole a entender que he entendido y procuro poner todo mi empeño en hacer un buen trabajo para que mamá no pueda negarme el permiso.
La primera esfera de luz es lanzada y la esquivo con éxito, pero vuelvo a quedar en una mala posición, por lo que, cuando viene la segunda, me dejo caer en el suelo por completo y la esfera pasa por encima de mí.
Me pongo de pie rápidamente, pero no lo suficiente como para esquivar la tercera sin salir ilesa. La esfera de luz golpea mi brazo derecho y el dolor me hace cerrar los ojos momentáneamente.
Error.
Cuando vuelvo a abrirlos, solo segundos después, papá viene corriendo hacia mí y no es nada bonito cuando cada una de sus manos tiene una esfera de luz. Obligo a mi cuerpo a correr y una de las esferas pasa por mi lado, muy cerca de mi mejilla.
-¡Defiéndete! -Soy consciente de que fallaré, pero aun así creo la esfera de luz y solo volteo parte de mi cuerpo el tiempo suficiente como para apuntar al suelo, donde estoy segura si puedo golpear.
Dejo ir la esfera de luz y da justo donde quería, pero eso no es suficiente para que Wendell se detenga, de hecho, parece un incentivo para que corra con más fuerza hacia mí y lance dos esferas.
Si voy a la izquierda o la derecha, seré golpeada, por lo que me arrojo al suelo con los pies hacia adelante para deslizarme y poder tener las manos libres. Hago una esfera de luz y la lanzo con el mismo objetivo, está vez, papá tropieza con sus pies, pero no cae al suelo, por lo que sigue corriendo hacia mí.
Me pongo de pie y me obligo a correr como lo hago cuando estoy con William y llego a un árbol que subo para protegerme y estar lejos del alcance de mi padre.
Una vez arriba y con la respiración agitada, me siento en una de las ramas más altas y observo a papá mirarme desde abajo con una de sus cejas encarnadas. No puedo descifrar si está contento, si lo que he hecho lo hace feliz o simplemente lo he enojado más.
-Bien hecho, Anahia -Sus palabras me sorprenden, por lo que bajo unas ramas hasta que puede verme y le sonrío. Él no me devuelve la sonrisa y en lugar de eso lanza dos esferas hacia mí, tan rápido que no puedo reaccionar y las esferas me golpean, haciendo que pierda el equilibrio y caiga al suelo.
No sé si duele más el golpe o que me haya atacado con la guardia baja.
Me decido por el golpe porque definitivamente ese dolor no va a desaparecer tan rápido como llegó. Me siento en el césped y el dolor se concentra en la parte baja de mi espalda, cerca del comienzo de mi trasero.
Definitivamente lo que más me duele es el golpe.
-No debes bajar la guardia.
-Creí que ya habías acabado -Resoplo y sobo la zona porque eso definitivamente duele.
-¿Eso es lo que vas pensar cuando estés peleando?
-Mi objetivo no es pelear, es dialogar y llegar a un acuerdo -Le refuto y eso solo parece cabrearlo un poco más.
-Tienes que estar preparada para cualquier cosa que suceda. Si te agreden, debes saber defenderte.
-No quiero llegar eso. Y hablando de eso, quiero hablar con los líderes de los imperios con los que estás negociando la alianza -Exijo. Es una idea que lleva rondando mi cabeza desde ayer. Quizás, si yo hablo y expongo una manera, cualquiera que se me ocurra, de solucionar este problema, no tenemos que llegar a ese extremo y Xander y yo no tendremos que pelear.