Pequeños cuantos para reírse un rato.

Capitulo 2

  Esta historia, trata de un tarro de papas pringles. Las rojas, las originales.

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  El tarro de papas llamado" Charlie" era un tarro de papas con ideas inovadoras. Creía que cambiaría el mundo. Pero, para cambiar el mundo, tenía que dar el primer paso, que era salir del estante y viajar a alguna casa. Viajar a la casa de algún humano, no era cualquier cosa. No, no. Era un lujo de los mejores. Por eso, si demostraba que atraía a un humano lo suficiente, daba su primer paso. Pero, lo que ningún producto en el supermercado sabía, era que cuando viajaban, nunca volvían. Solo, una aceituna rebelde se escapó de la casa, y volvío diciendo disparates, que en las casas se comían a la comida...pero nadie le creyó. Por eso, la mandaron por la alcantarilla, donde segurwmente, alguna rata ya se la había comido.

   El tarro de papas, con mucho esfuerzo, se arrastró hacia el frente del estante. Allí, una nena chiquita tomó al tarro...DE AL LADO! El tarro de papas no lo podía creer. Se lanzó estilo pájaro y terminó en el cochecito de la mamá de la niña. Allí, habían unas salchichas, unos panes de panchos y Charlie. Nuestro protagonista, estaba exultante. Y se durmió el resto del camino.

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 Una vez llegada a la casa, escuchó una conversación ateradora. Era la nena, el hermano mayor y la mamá:

Nena-Mamá, vamos a comer salchichas y papas?

Mama-Si, hija

Hermano-Ma, puedo agarrar papas? Es que te fuistes y no había comida.}

Mamá-Ok, Kvothe, Ok

 Charlie, estaba aterrado. Usando su estructura clíndrica, rodó hacia afuera. Allí, un monstruo babeador lo tomó y lo llevó, agujeréandole todo el cuerpo. Lo dejó en la esquina del super. Allí, el tarro rodó hasta dentro, luego a la sección, y por último, al estante. Cómo subio? No me pregunten, es una de las grandes preguntas sin respuesta, como la de por qué mi hermana babea tanto? Nadie lo sabe. Charlie, les contó todo, pero no les creían. Después, llegó Tarro de Papas operado para parecer más linda se los comprobó con su espejo de plata, que captura a muchas luz en los no e acuerdo qué fotos. 

  El final de este cuento, es muy abrupto. Resulto qué los policiía ya sospechaban de esto, pero, qué se les va a hacer? Nada, porque comida entra todos los meses. Y si se van, la masacre continuará. Lo único que se puede hacer, es echarse gases para que sepan mal, así nadie compra allí. Y Charlie el tarro de papas se cayó y rodó. En condiciónes normales, nada le hubiese pasado. Pero, al tener los ajugeros, las papas de su interior se rompieron, y murió solo, con la rata de companía. Bueno, tecnicamente, mrió acomapañado, pero la pobre rata solo quería comerse los restos. 




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