Pequeños Relatos y otros no tanto

Un boleto

Damas y caballeros, niños y niñas o quienes sea que nos acompañen el día de hoy -hace una reverencia- sean bienvenidos.

Hoy les ofrezco algo especial... y se preguntarán, ¿Qué es? Pues nada más y nada menos que un boleto. Un boleto directo al mundo de los sueños.

Y sé que se han de preguntar ¿para qué lo querríamos? La respuesta es bastante sencilla, de hecho. Ese boleto -señala el boleto en su mano- es para que tomen el tren de los sueños y viajen directo a mi mundo de los sueños, y me acompañen en una travesía espectacular por alguno de esos sueños extravagantes que tengo.

Habrá muchas aventuras, cosas raras y sin sentido. Pero dejadme advertirles que puede ser peligroso, pues en ocasiones han querido atentar contra mí en ese lugar; no prometo que salgan bien, y si terminan con un trauma no es mi culpa (lean las letras chiquitas), pues no sé con qué me pueda encontrar en ellos.

El boleto se encontrará en la estación de tren -apunta al lugar con un bastón- si lo quieren solo pídanlo. Tomen valor y suban, arriésguense y conozcan un mundo diferente, donde no sabes con qué te encontraras.

Eso sí, trae una mochila contigo, con lo que creas necesario. Yo publicare mis sueños por aquí, y si has soñado algo parecido no dudes en compartirlo.

Sin más que decir, me despido de ustedes y nos vemos en una próxima ocasión -hace otra reverencia- gracias por su atención. -ofrece una sonrisa, saludos y desaparece en una nube de humo lila y polvos mágicos. Después de desaparecer suena el tren, anunciando su ida-.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.