La mañana siguiente Lorna viene a mi habitación para ir juntas al comedor.
Llegue bastante tarde al castillo pues Pierre no quería dejarme marchar hasta asegurarse que estaba bien.
-Hoy el desayuno no será tan delicioso como suele serlo- dice distraídamente Lorna sentada en mi cama esperando a que termine de trenzarme el pelo.
-¿Y a que es debido si puedo saberlo? - pregunto curiosa intentando evitar sonreír.
-Claro que puedes saberlo es de domino publico, nuestra querida cocinera principal Greta se encuentra indispuesta, es una pena pues es la mejor cocinera de la zona.
- Pobrecita y ¿Cuál es su malestar?
- No finjas pena se que no la soportas después de lo que paso con tu dama de compañía - mientras habla ato mi trenza y me levanto del tocador, Lorna me imita y ambas nos salimos de la estancia - pero ya que estas tan interesada en saberlo - prosigue mientras caminamos por los oscuros y fríos pasillos- su malestar es estomacal, estará indispuesta unos días, luego volverá a estar fuerte como un roble.
Asiento con la cabeza distraídamente mirando de el enorme mural de la mujer con la espada en alto y el castillo de brumas tras de sí, ese mural tiene algo que me atrapa siempre que lo miro.
-Supongo que es un castigo divino por intentar envenenarte cuando estabas sola en el castillo- dice Lorna haciendo que aparte la vista por fin del mural.
-Si supongo..., espera, ¿Cómo sabes eso?- pregunto sorprendida
-El castillo tiene ojos y oídos por todos lados, es fácil enterarse de las cosas si sabes donde buscar la información, pero dejemos el tema que ya esta arreglado y démonos prisa en llegar antes de que mi tío y Damián se coman todo lo que haya en la mesa, me paso una vez y tuve que contentarme con una triste manzana durante toda la mañana.
La sala del desayuno no está sólo el Evander y Damián, sino que también estaban otros guerreros sentados alrededor de la mesa.
-Buenos días - dice Lorna arrastrándome con ella a la mesa en la que estaban sentados el señor de las tierras y otros hombres, mientras camino no puedo evitar mirar a Evander que sentado en la cabecera de la mesa, su cabellera negra esta recogida en una coleta suelta, su camisola blanca esta entreabierta mostrando algo de su piel bronceada y sus definidos pectorales, cuando me doy cuenta de donde esta mi mirada la aparto avergonzada, recordándome que el Laird no debe atraerme.
Vuelvo a dirigir la mirada a la mesa cuando siento todas las miradas en mi
-Debería irme o ... - digo, pues no quiero que nadie se sienta incomodo en mi presencia y yo también quiero desayunar con tranquilidad, estoy hambrienta, después de que me atacara la enfermedad del viajero apenas tuve apetito por lo que apenas toque la deliciosa cena que había preparado mi amigo, apetito que parece que había reaparecido esta mañana.
-No, claro que no, si he sido yo quien le ha pedido a Lorna que te traga para desayunar, lo que dije ayer lo dije muy enserio, a partir de ahora mi gente y yo seremos cordiales , a partir de este momento eres bienvenida a sentarte en mi mesa y comer mi comida - se levanta y mueve la silla que esta a su lado para que me siente en ella.
Asiento con la cabeza en un silencioso agradecimiento sentándome a su lado.
- Prosigamos con el desayuno- dice el Laird tras sentarse de nuevo en su asiento - ¿James, se han terminado de organizar las provisiones para la reunión?- pregunta Evander a uno de sus hombres.
-Se esta terminando la habilitación espacios en el castillo, comida y tiendas para la reunión mi señor.
- ¿Qué reunión? - pregunto interesada, con mi plato en alto mientras Lorna pone comida él, desde que he llegado he notado una especie de tensión entre mi amiga y Damián que sentado frente a ella no deja de mirarla y ella hace todo lo contrario intenta rehuir su mirada todo lo que puede fijando su atención en cualquier cosa como poner comida en mi plato por ejemplo.
- La reunión de clanes de las higland, se celebra cada cinco años, ¿nunca has oído hablar de ella? - me pregunta un guerrero dejándome sorprendida, he este hombre le he visto unas cuantas veces, incluso le salve de un ataque de uno de los bandidos, pero nunca me ha hablado directamente.
-No, por el nombre supongo que los clanes se reúnen en un lugar por algún motivo que desconozco.- bebo un trago de zumo que de mi vaso nerviosa, no se si la verdadera Isolde debería conocer la reunión, pero si miento puedo decir algo erroneo y sería todavía más sospechoso.
-¿Como no puedes conocerla? es algo que influye a todos los clanes incluso al tuyo.
-Isolde ha estado enferma la mayor parte de su vida, por lo que dicen pasaba todo el tiempo entre las paredes de sus aposentos, por lo que no creo que este sepa mucho sobre los asuntos de los clanes y sus celebraciones.- dice Damián hablando por primera vez desde que he me he sentado en la mesa, siendo sus palabras la escusa perfecta para explicar porque la hija de un Laird no sabe sobre una reunión de gran relevancia para los clanes.
-No estas mal desencamina Isolde- dice el Laird volviendo al tema la reunión- todos los clanes se reúnen en el clan elegido para ese año, se hacen juegos, fiestas y reuniones este miembros de los clanes de toda Escocia para afianzar las relaciones entre los clanes, también para llegar a acuerdos comerciales y alianzas beneficiosas.
-Entonces si van a venir todos los clanes, significa que el clan McQueen también va a venir.
Un silencio incomodo invade la sala, aunque estén intentando aceptarme como una invitada temporal, el clan al que creen que pertenezco, los rencores del pasado no se olvidan fácilmente y más si hay por medio derramamiento de sangre.
Es Lorna la que rompe el incomodo silencio.
-Así es Isolde, al principio los McQueen no iban a ser invitados a la reunión pero después de tu unión con mi tío se pactado una especie de tregua temporal por orden del rey, por lo que dentro de dos semanas podrás volver a ver a tu padre- Lorna me dedica una sonrisa antes de llevarse a su boca un trozo de huevo.