Perdida en tu mirada

Capítulo 3

-Y usted señor Taylor, cuantas veces no me ha humillado frente a, diferentes empleados y miembros importantes de la compañía, de nuevos inversionistas y potenciales clientes; Cuántas veces no se ha llevado gran parte del crédito por el trabajo que yo hago; Cuantas veces me ha hecho trabajar más de lo debido sin pagar un peso extra por eso y dígame cuántas otras no he soportado sus mal humor y tratos despectivos. Y aun así tiene el descaro de decir que soy incompetente, inepta y su karma.

Me sentía exhausta, como si acabara de correr un maratón de 250 km y además hubiera llegado en último lugar, la fuerza había abandonado mi cuerpo como si fuera el final del día, pero no podía irme a casa, debía continuar en aquel lugar y con aquel hombre.   

-Usted no es más que una simple secretaria señorita Jones, no es indispensable, cualquier persona puede hacer mucho mejor su trabajo.

La voz de Nick seguía siendo desdeñosa, aunque un poco más suabe y aunque ya habíamos discutido muchas veces antes con Nicholas, esta discusión no se comparaba con ninguna de las que habíamos tenido tiempo atrás, su mejilla izquierda estaba roja por la fuerte bofetada que le había dado, y sus facciones se habían relajado, la ira había sido reemplazada por sorpresa, era más que obvio que no esperaba que su secretaria lo abofeteara esa mañana.

-y que espera, ¿porque no ha buscado a alguien más?, ¿porque no ha pedido cambio de planta?

Mi voz era firme, pero ya no podía más con todo eso, ya no tenía más energía para lidiar con estas constantes peleas, ya no quería estar más en el campo de guerra enfrentándome a aquel hombre y, sin embargo, seguí mi discurso.

-Me esfuerzo al mil por ciento en mi trabajo diariamente, hago cada una de las cosas que me pide, aunque sean total y completamente absurdas, o no tengan nada que ver con mi trabajo; he soportado sus constantes groserías y malos tratos; y sigo sin entender el por qué si le molesta tanto mi manera de trabajar, no ha pedido que me cambien de planta o porque simplemente no me despide.

Di un suspiro largo, mientras tomaba la valentía de hacer lo que estaba por hacer, era hora de ponerle fin de una vez por todas a estos problemas entre él y yo.

 -Pero sabe que señor Taylor, lo voy a liberar finalmente de este karma que aparentemente lo ha perseguido por demasiado tiempo, ya no va tener que lidiar con esta secretaria tan incompetente de la que siempre se queja, es más ya no va tener que verme más en esta compañía, se acabó.

Toda esa situación me había llevado al límite, ya no aguantaba más a ese hombre y esta vez estaba dispuesta a hacerle caso a las palabras de Sam, renunciaría, aunque eso implicara esperar 6 meses más para terminar mi especialización no me importaba, estaba harta de las peleas y malos tratos de Nicholas Taylor, a partir de ese momento dejaba mis armas y me retiraba de la aquella guerra que había empezado a los 13 años.

Los ojos de Nick recorrían cada centímetro de mi cara en busca de algo de lo que aún no estaba segura, quizás buscaba ira, fastidio, venganza o quizás algo de duda, de la que pudiera garrase para evitar, salieras de mi bica las palabras que él sabía que aún no pronunciaba y que en el momento en el que lo hiciera no habría marcha atrás.

Quizás estaba buscando aquello que había visto la noche anterior en mi cara que lo hizo pensar que solo era una amenaza, la noche anterior lo era, pero hoy todo había cambiado y todo había llegado a su fin, no estaba dispuesta a seguir en aquel juego que en muchas ocasiones había llegado muy lejos, y que había convertido a esta en la partida final.

Nick seguía sin emitir palabra alguna, lo que agradecí infinitamente, no quería decirlo en ese momento, porque estaba segura que las palabras saldrían un poco débiles y dudosas, haría una carta oficial informando de mi renuncia y dándole por lo menos un mes, para conseguir alguien que ocupara mi puesto y por supuesto, para que yo pudiera dejar todo en orden para evitar algún problema futuro, al ver que el seguía solo mirándome abrí la agenda para empezar a leer todo el itinerario del día.

-En 30 minutos tiene una reunión con el gerente de Márquetin, tiene algunas propuesta nuevas que le quieren plantear; a las 11:30 am  tiene una junta con el señor Torres, para la aplicación de plazos y renovación de contratos, en la construcción del hotel que se está llevando a cabo en la Isla Roosevelt; a la 1pm tiene un almuerzo con la señorita Magenta, que por cierto a llamado 10 veces para confirmar; a las 3 pm se tiene que reunirse con su padre para terminar los últimos detalles de la propuesta que se presentó hace un momento en la junta y a las 7  pm la cena con su madre, no siendo más me retiro.

Me giré y empecé a caminar a la gran puerta de madera, pero la voz de Nicholas me detuvo

-No he autorizado que te retires Emma.

Cuando empezaba a llamarme por mi nombre me irritaba terriblemente, era su forma de pedir disculpas por algo estúpido, y aunque en realidad necesitaba salir de allí lo antes posible, di un corto suspiro y me giré para quedar de frente al señor Taylor nuevamente.

-Se que le debo una disculpa por lo sucedido en la sala de juntas, así que lo siento mucho señor Taylor, me comporte como una adolescente, y fue poco profesional haber hecho eso.

La boca de Nick se abrió y se cerró un par de veces, pero de ella no salió una sola palabra. Mis disculpas significaban en realidad estaba dando por terminado todo lo que aquello que no fuera profesional entre nosotros, y que deseaban profundamente llevar el último tiempo aquí en paz, en verdad quería que todo pasara lo más rápido posible y al no obtener respuesta alguna solo proseguí con mi trabajo como correspondía.  




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