Prólogo

- El amor no es para siempre, Eirisse, solo fuiste una etapa y una pérdida de tiempo, ya entiendelo. Una apuesta es una apuesta… Se trata de engañar, y qué crees?, yo gané 

- ¿Qué? ¿De qué estás hablando? NO, eso es mentira, y todo lo que vivimos?! Fue real!, yo lo sentí, joder! NO… Me estás mintiendo, cierto? YA! Dime que es un chiste o algo, que no jugaste conmigo y me engañaste a pesar de todo lo que te dije… DÍMELO!- Dijo mientras golpeaba mi pecho con sus pequeñas manos-

- Lo siento, Eirisse, me cansé de jugar, fue divertido... pero me aburrí. No sabía cómo decirte que yo no sentía lo mismo, así que tuve que fingir que sí, esperé a que tú terminaras conmigo, pero eso nunca pasó.

- Claro que no iba a pasar, ¡YO TE AMABA!... y creía que tú a mí también…

- Pues ya ves que no- ahí cambió todo…

- Okey... Perfecto… ¿Quieres que… que desaparezca?, lo haré- Dice mientras limpia las lágrimas de sus mejillas- Tenías razón, sabes?

- Eh?

- No todo lo que se quiere se puede tener, y el destino me lo acaba de demostrar hoy. Cuídate, sé feliz… Ah! Y aunque me llames perra egoísta o cualquier otra cosa, espero que algún día alguien te joda tanto, que recuerdes que tu me jodiste primero. El karma puede ser una perra, pero siempre será una perra justa. Hasta nunca, Adriel.