Perdón, por elegirte a ti. (libro 1)

CAPÍTULO 2

Es sábado por la mañana son las 7:00 a.m. adler se preparaba para estudiar sus lecciones tenia trabajos pendientes por entregar, si no cumplia con ello seria devuelto a Alemania por orden de sus padres y temia que eso pasara, Müller hacia el desayuno tenia experiencia en el tema culinario.

—Joven es muy temprano para que esté haciendo eso debería por lo menos desayunar mire que hice unos hotcakes —persuadiéndolo—. ¿Que dice?

—Tengo que terminar este ensayo responsabilidad es lo que me pide mi padre, además debo enviarlo lo más pronto posible en un rato comeré.

—Esta bien como usted diga joven —retirándose a desayunar el solo al comedor.

Ese mismo día saldría Litzy trataba de escoger que ponerse de su armario vio una camisa de mangas largas ideal para una noche fría indecisa aun probo otras opciones, le pidió asesoría a su hermana gemela Lesly sobre que llevar puesto algo informal la diferencia entre ellas dos era que esta no tenía la misma estatura como ella, estudiaba fotografía y amante de los animales.

—Te seré sincera te quedará mejor la camiseta rosa y el pantalón de tallo alto, hace mucho no lo usas, deberías considerarlo  —cruzando los brazos—. No acepto un no como respuesta.

—Está bien —susurro—. Eso si usare el abrigo largo violeta —sonrió de forma pícara.

—No combinan, pero no hay manera de hacerte cambiar de parecer —suspiro alejándose para continuar leyendo una revista en su habitación.

Caía la noche hacia un frío gélido sin embargo no se pronosticaba lluvia, se retocó un poco los labios con brillo labial y se hizo la típica coleta esta vez a la altura de la coronilla, le lucía por tener el cabello lacio y fleco la hacían ver coqueta. Bajo las escaleras afanada la esperaban sus amigas una de ellas había pedido permiso para usar el carro de los padres, le comento a su madre que volvería algo tarde y que no se preocupara.

Se le ocurrió a Adler salir a pasear miro la hora en su reloj que traía en su muñeca, acordó con Chris ir a algún sitio que fuera agradable y no peligroso, le telefoneo enseguida para confirmar que iría este se escaparía porque tenía prohibido salir de noche, ya que su madre era muy sobre protectora. antes de colgar vio que Müller no tenía una buena cara a raíz del mencionado plan sugirió esperarlo en otra parte a una calle de ahí.

—Sé lo que me vas a decir y no es lo que piensas acaso debo encerrarme no tiene lógica si quiero dominar el idioma — le indico agarrando su chaqueta y las llaves de repuesto.

—Espere —se levantó del sofá hacia él—. ¿Cómo sabré que estará bien y seguro? acuerdese que mi trabajo es velar por su integridad.

—Estaré bien no me pasará nada iré con Chris, te recomiendo que te relajes — cerrando la puerta tras de sí.

Tal como habían quedado los dos jovencitos cogieron rumbo desconocidos, a lo que iban hablando sobre a donde ir Adler se dejaba guiar por su nuevo amigo, al final estuvieron de acuerdo de acudir a la feria él no tenía ni idea de que era o que significaba ese término le parecía divertida la idea, al acercarse las luces de neón de muchos colores, las tracciones, miles de personas accediendo en fila quedo encantado con lo que veía a su paso todo tan distinto se sintió libre de disfrutar sin que tuviera vigilancia, el control que sus progenitores ejercían sobre este lo asfixiaba a veces. una sonrisa se dibujó en su rostro la inocencia aun vivía dentro de él, parecía un niño cuando le daban un caramelo, Chris se percató de su cambio de ánimo le causo gracia tanto que chasqueo sus dedos delante de él. 

—Por favor, ni que nunca fueras venido a una feria si es lo que más abunda en todo estados unidos.

—Lo sé, pero mira todo esto hay tantos juegos mecánicos en que nos podemos entretener —haciendo un ademán con la mano.

Justo a lo lejos Chris se quedó mirando y Adler se giró para saber el motivo, la pelirroja de la universidad no daba crédito a lo que sus ojos atestiguaban hipnotizado completamente por unos segundos y este le toco el hombro haciéndole señas.

—¿Ves lo que yo veo?

—Si, al grupo de chicas universitarias —disimulando el interés en una de ellas

—¿Cómo sabes que son universitarias? Si apenas vas en preparatoria igual que yo —cuestiono con suspicacia.

—Es que tienen pinta de serlo supongo ¿crees que son de nuestra edad?

—Pues no, si te he dicho que tengo un hermano mayor que estudia allá y la conoce a ella —apuntando con el dedo a la pelirroja.

Asombrado de la coincidencia más oportuna para él, nació una pequeña esperanza de acercamiento todo encajaba poco a poco era cuestión de entablar amistad con el hermano de Chris para obtener por lo menos una conversación amigable. se dispusieron a practicar tiro al blanco con una escopeta por un peluche que daban como premio, para el aquel juego era inofensivo nada peligroso, sin quien lo regañara en varias ocasiones fallo no dándose por vencido hasta que dio en el blanco recibiendo un peluche de conejo blanco grande, nunca le habían comprado uno por considerarlo una cosa de niñas a su amigo no le fue mal tampoco le atino de un solo intento, ganándose un peluche de oso panda de ahí fueron a los carritos chocones la fila para subirse no tenía fin, estaba desistiendo de seguir y sorpresa aparece el hermano mayor de su acompañante.

—¡Hola, chicos! Los saludo un joven de aspecto cuidado bien perfumado.

—Él es mi hermano del que te hable, se llama Josh.

—Hola josh, un gusto conocerte  —saludo cortésmente.

—Con que eres el nuevo y único amigo de mi pequeño hermano —dándole una palmada en el brazo.

—Si, ese mismo —lo reparo de arriba hacia abajo—. Supe que estudias en una de las universidades más prestigiosas de nueva york, debes de conocer muchas chicas distinguidas.

—Claro que si, y unas bellezas de mujeres y con unas personalidades derrochadoras, ¡oye! ¡sí que eres alto! —añadió.




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