Perdón, por elegirte a ti. (libro 1)

CAPÍTULO 9

En tanto su unigénito forjaba una amistad con una neoyorquina, el señor y la señora waltmannhausen hacían presencia en un evento social renombrado y privado, codeándose con otras familias adineradas en general, parientes e integrantes de célebres compañías entre los que pertenecían a estas uno de los caballeros notables, el señor hanndorf de contextura delgada y cabello corto castaño, tenía la tendencia de fumar habanos sus favoritos enviados desde cuba, su querida esposa una dama en toda la palabra vestía a la moda dueña de varios clubes muy populares, su prole eran dos; un hijo de 20 años llamado Derek un soltero codiciado que realizaba estudios en Inglaterra por consiguiente su ausencia en la velada y una hija de 15 años de nombre Carleigh, en especial esta última que compartía con Adler una estrecho lazo de afecto basado en el apego desde la infancia siendo ella la que le diera su primer beso a partir de entonces eran inseparables.

—Papá, ¿por qué no asistió Adler? —dice Carleigh decepcionada—. ¿Sucede algo?

—Vendrá en otra ocasión no le des importancia a eso, tu amigo debe estar haciendo cosas que justifican su falta —llevándole su cabello dorado atrás de la oreja.

—Saldré a ver el jardín ¡está hermoso! Viste que tiene unas fuentes de agua cristalina —cambiando su ánimo en breve.

—Hazlo si ves que te apetece no te alejes mucho —dándole un beso en la frente.

Deambulo por el vasto jardín en la lejanía se demarcaba el flamante prado recién cortado, palpo con sus dedos las flores que ahí surgían, una específicamente atrajo su atención la flor rosa osiria distintiva por sus tonalidades con los pétalos rojos y en su centro color blanco, porque fue lo que le regalo el día que se conocieron su tesoro como lo apodaba, la arranco llevándola en su mano. Destacaba con su vestido tipo cocktail negro azabache, en verdad lo quería teniendo la afición de mirar fijamente al firmamento estrellado recordándolo. A miles de kilómetros feliz sin poder procesar que la chica que creyó aislada para el ahora mismo convertido en amigos, dio un avance considerable ya no le haría desplantes adicionalmente programaron que la acompañaría en su primer día cuando consiguiera empleo. Müller verificaba la correspondencia a esa hora, la valiosa carta que recibiría en ese documento se le notificaba que estaba autorizado a ejercer como representante de este ante la entidad bancaria instada por los padres, con la explicación de no desamparar a su hijo económicamente en tierras lejanas.

—¿Qué son esos documentos Müller? —inquirió al verle con múltiples papeles sobre la mesita de la sala.

—Documentos de suma prioridad para valerme del buen uso de mis facultades con mis jefes.

—¡Pero son las 11:00 pm! Yo me iré a dormir estoy cansado.

Él continuo repasando aquellos informes hasta muy de noche.

Había planeado con previsión ir donde Chris se completaba tres días sin verlo, sin previo aviso una llamada al parecer de su mejor amigo al contestar se llevó una confusa singularidad.

—¿Con quién tengo el gusto de hablar?

—Si hola, este no sé como decírtelo lo que pasa —hubo una pausa—. Chris desapareció ayer en las horas de la mañana, he informado a las autoridades, pero nada pueden hacer de momento hurgaba en su recámara y halle tú número.

La señora hablaba con preocupación y pavor.

—Yo no lo he visto desde el jueves, me uniré en su localización señora si eso apacigua su prolongada agonía.

—Te lo agradecería muchacho.

Le comunico rápidamente a Müller la novedad y lo que haría al involucrarse, no dio objeción por tratarse de una inmediatez, se cargó su mochila introdujo dinero en sus bolsillos delanteros de su pantalón, él lo escoltaría como era su trabajo sin que lo viera se metió el revolver debajo de su abrigo. Dos patrullas merodeaban por la zona al interponerse el respectivo denuncio por su desaparición, la madre de él se secaba las lágrimas con un pañuelo al momento de que ellos defendieran del auto.

—Hola señora… —la saludo, el chico acercándose a ella.

—Soy chloe Jones me reconforta tu pronta venida, se que eres su único amigo porque se le dificulta hacer amistades en la preparatoria  —aludiendo a la insuficiencia social de su hijo con otros chicos.

—Chris es de esas personas que nunca olvidarías tan fácilmente, gracias a su extraordinario ingenio —se silenció—. ¡Extraordinario! ¡Exacto! en nuestras pasadas charlas me platico de lo mucho que le dolía el abandono de su padre que ansiaba una contestación de su parte con lo cual eso termino lo utilizaba para calificarlo.

La señora jones empezó a gritar desconsolada evidentemente incidió su comentario y su custodio la sostuvo al desmoronarse.

—¡Mi hijo se fue a buscar al infeliz ese! Me aseguré que lo erradicara de sus recuerdos.

—¿Dónde vive su exmarido? 

—En el estado de Ohio en mansfield —dijo a lo lejos, mientras iba a su casa.

Sustrajo una hoja de papel con los datos de su dirección.

—Hay un serio inconveniente me enteré de que se mudó a georgetown carolina del sur —les desvelo desesperanzada.

—Aún estamos a tiempo de encontrarlo si está en mansfield yo me encargaré de ir hasta allá, Es mi amigo y sobre todo un hermano no desistiré en dar con su ubicación.

Le sugirió a ella darle la eventual pista de su suerte a la policía de este modo facilitaría su regreso cuanto antes. Müller vacilante al ofrecimiento de él, deliberaron por unos minutos su fundamento se basaba en que estando en un país ajeno peligraban, tendrías que trasladarse en bus y eso era inadmisible para sus señores. Aparte se relacionaba con un chico que apenas diferenciaba el bien del mal, podría estar perdido y atemorizado, se expondrían a la deriva. En un callejón oscuro y precario Chris con escasamente 15 años sintió pánico, su finalidad fue ver a su padre descubriendo que se marchó con su nueva familia al sur de estados unidos, su dinero lo perdió al dejar su morral en el autobús "tonto, no haces nada bien" se inculpaba asimismo. revivió sus últimas semanas porque le habían dado una excelente amistad y a una madre bondadosa, se tumbó en unos cartones que yacían en el suelo jamás figuro quedarse en una ciudad incierta y dormir en la intemperie. Tomaron el tren que los llevaría hasta aquel lugar tardarían alrededor de 2 horas, lo indicado con el objeto de evaluar las opciones y contar con un plan B.




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