Kenna 7

Con Isa todo era más fácil, no había peleas innecesarias, celos, encuentros románticos ni mucho menos. Sabía las cosas que le interesaban; que no padecía ninguna enfermedad de transmisión sexual, mi número de teléfono para cuando queriamos follar y que me gusta dominar.

Nunca se quedó a dormir en casa, es de mal gusto dormir con follamigos, nuestras vidas siempre fueron privadas y si nos veían salir juntas decíamos que éramos colegas del trabajo.

En la cena de hoy le informé que ya no nos podíamos ver, que me iba de la ciudad. Desde el inicio de nuestra relación coital habíamos puesto reglas, y una de ellas era no contactar a la otra luego de que la relación se diera por terminada. Así que mientras los platicábamos acordamos respetarla.
Ella se lo tomo bien, a pesar de que la agarró por sorpresa. No sabía lo que me pasaba ya que nunca hablabamos de nuestros problemas. Éramos un escape la una para la otra.

Nos pasamos toda la cena platicando de cosas que habían pasado en el hospital las tres semanas en las que falte. De cómo iba a extrañar los polvos exprés en aquella sala de descanso y los baños.

Cada que hablaba su voz era más sensual y seductora, me estaba provocando, por ende, le di lo que tanto quería. Follamos en el parqueo del restaurant, pero no fue suficiente y lo seguimos en mi casa. Ya sabía cómo le gustaba que la tocara, me la aprendí de memoria en tan solo un mes. Nos despedimos con un beso en la mejilla— absurdo, porque antes su boca estaba devorando mi coño —y nos deseamos una feliz vida.
Los días pasaron volando y ya estaba lista para mudarme, elegí la casa que más se adaptaba a mis gustos, estaba a 15 minutos del centro, costaba poco y tenía lo esencial. Las personas que se encargarían de la mudanza estaban desde la mañana en mi casa, sacando los muebles y el montón de caja apiladas.

Seguía sin decirle nada a mis padres, la verdad es que ya controlaban mi vida lo suficiente y no quería que opinaran sobre esto. Quedé con que el lunes temprano le enviaría un mail a Marta, para avisarle que de ahora en adelante nuestras secciones se harían por videollamada, no estaba muy segura de que le fuera a gustar mucho la idea, pero era eso o nada.