Capítulo 1

Corría desesperada por el bosque con la respiración agitada.

- ¡Atrápenla! - se acercaban más y más los aldeanos.

- ¡Corran que se va a escapar! - mis pies ya no daban para más.

- Lo siento Harold por la incomodidad - le dije al felino que tenía en mi bolso con dificultad.

Paré en medio de dos caminos y corrí hacia el camino izquierdo, al llegar hasta el final, había piedras amontonadas formando así un muro de un gran largo y que rodeaba los lados , era una gran muralla para evitar entrar al lugar que estaba detras de este.

No tuve otra opción más que escalarla.

- Agarrate bien pequeño - le dije a mi gato.

Harold era el nombre que le puse a mi pequeño amigo.

Desde que mis padres murieron he estado con la compañía de mi gato y tres personas más que son los más cercanos a mí.

Escalé el muro, en el proceso casí me caía y me corté la palma de mi mano, pero la adrenalina que llevaba era demasiada que sólo ignoré el dolor. Llegué hasta arriba del muro y me quedé a horcajadas .

Ví que había un gran arbusto abajo.

- Espero que eso suavise mi caída - No pude ocultar mi terror que tenía.

- Miau - Harold me lamió la mano.

- Perdóname por lo que te estoy haciendo pasar Harold - lo acaricie y lo miré con tristesa.

- ¡¿A dónde se ha ido?! - un grito me sobresaltó.

- ¡Encuentrenla!.

- Se acercan, que no inunde el pánico- dije deseperada. Miré hacia el arbusto del otro lado.

- ¡Por ahí! - miré de nuevo donde provenían los gritos, de lejos entre los árboles vi que se acercaban con antorchas, abrí mis ojos como nunca.

- Al diablo - me tiré al arbusto protegiendo con mis brazos a Harold que estaba en mi bolso .

Caí en el arbusto y quedamos cubiertos de hojas. Se escucharon como el grupo de aldeanos se fueron de largo hacia otro camino ya que no podían pasar esta muralla por temor, este era donde se podía dirigir hacia la ciudad de las criaturas que admiro.

Criaturas divinas, celestiales y admirables. Razones por lo cual me quieren matar. No es que ellos tengan la culpa, sino que por tratar de comprender a su especie.

Mi vida siempre se ha complicado por eso, por pensar diferente a los demás y por tratar de probar que podemos unirnos y convivir juntos, sin guerra.

Pero al hacer eso, me conllevó a ser sacrificada. Esa es la razón por la que ahora estoy huyendo de todo el pueblo y razón por la que ahora estoy al otro lado con los catalogados "moustros".

Me levanté y me sacudí, lo mismo hice con Harold y el bolso.

- ¿Estas bien? - comprobé si mi amiguito no estaba dañado y resiví un maullido como respuesta a un sí - Bien, mi libro sobre criaturas - revisé mis únicas cosas que tenía en mi bolso - Sí está, monedas - comprobé si estaban - sí, ¿Agua y comida? - saqué los panes que tenía- Ay que mala suerte, están aplastados.

Revisé si tenía mi daga y mi joyería que era una cadena que mi madre me obsequió y un anillo de mi padre, estos me los dieron antes que murieran en un tipo de accidente. Por culpa de ello me quedé huérfana a los siete años y he vivido sola desde entonces, actualmente tengo dieciséis años.

Se dice que las criaturas mataron a mis padres , algo que no creo, porque al igual que yo, mis padres querían estar en paz con las criaturas que admiro.

Mis padres tenían una conexión especial, siempre unidos en las buenas y en las malas. Los dos me enseñaron que todos debemos convivir en armonía, sin importar las diferencias. Ellos estudiaban a todas las clases de criaturas, detallando que tipo de clases hay y que niveles habían, lo que comían, sus clases de poderes, defectos, debilidades, etc. Y lo escribían en un libro, libro el cual tengo yo en mis manos y mi mayor tesoro.

Mis padres siempre me decían que me parecía más a mi madre que a mi padre, tengo cabello negro, una piel morena pálida, labios gruesos y la actitud de mi madre, mi madre era pequeña y también heredé su estatura. De mi padre heredé sus ojos café oscuro, las cejas más pobladas y también su caracter terca.

Como los extraño.

Los cuerpos de mis padres me los entregaron y pedí que unos amigos de ellos los enterraran en el sendero donde ellos y yo íbamos.

Era nuestro lugar favorito de los tres, siempre nos poníamos en la orilla para resivir el aire fresco, despejar nuestras mentes, observar el atardecer y en la noche admirar las estrellas. Prometí que conseguiría poder unir a un grupo de criaturas y humanos para que convivan sin pelear y no descansaré hasta cumplirlo.

Aprendí a sobrevivir por mí misma, trabajando y estudiando a las criaturas a la misma vez. Fue dificil y lo sigue siendo , pero eso no me detendrá, si pude huir de las crueles personas que me querían matar , puedo lograr hasta lo inimaginable.

- Bien todo esta bien , no me falta nada, ¿Ahora que haremos? - suspiré, observe mi ropa que estaba un poco sucia- bueno al menos no esta rota.

Sacudí mi vestimenta simple que consistía de un pantalón y una blusa larga para estar más cómoda. Gracias a Sasha (mi mejor amiga) tengo esta clase de ropa, si no la conociera, mi vestimenta siempre estaría descuidada.

Sasha, Archie y Matheo siempre han estado para mí desde que nos conocimos.

A Sasha y Archie son hermanos mellizos, los conocí cuando unas niñas molestaban a Sasha sólo por ser la hija del emperador y como eran más, yo me metí para ayudarla, terminamos golpeadas pero las otras terminaron peor, Archie nos dió una regañada por andar peleando y nos atendió los golpes a las dos.

Y a Matheo lo conocí porque sus padres eran los amigos de los míos, sus padres James y Cly siempre me trataron como una hija más en su familia.

Los chicos y yo hemos sido muy unidos pero lastimosamente, me fuí sin decirles nada, pero es mejor que no sepan donde estoy.

- Bien Harold todo está listo - me hice una cola de caballo y ajusté mi bolso - A caminar se ha dicho.

Me dispuse a caminar entre los árboles y arbustos , se escuchaba como los buhos cantaban , digno momento de terror.