Me dirijí a toda prisa hacía al aula que me tocaba, llegaba tarde. Como de costumbre, no se como me lo hacía pero siempre llegaba tarde a todo. Aún recuerdo la vez que mamá me pidió que llegará temprano a cenar a casa porque la familia de su nuevo novio venía a conocernos. Acabé en la comisaria por exceso de velocidad, la historia es graciosa pero como de costumbre mamá no se digno a escucharla simplemente la decepcioné, como solía hacer.
Cruzo rápidamente el pasillo hasta llegar a una puerta negra, pero me detengo justo antes de empujarla. Debería picar? Hacer como si nada? Disculparme por llegar tarde? O no? Pero que carajos estoy diciendo? Me armo de valor y decido empujarla pero cuando lo hago un chico pasa corriendo justo por mi lado para entrar al aula a toda prisa, tropiezo y se me cae un libro. ¡Pum! Parece que no soy la única que llega tarde.
Justo cuando recojo el libro del suelo levanto la vista y veo que todas las miradas se centran en mi. Intento localizar a Arlet y Jessica pero en vez de eso me encuentro con la mirada furiosa del profesor.
-Parece que este año tenemos a alguien que se gana al título a la impuntual del año ¿No es así señorita...?-
-Evelyn Cass
-Señorita Cass digame porque a decidido interrumpir mi clase con su magnífica entrada- dijo con sarcasmo
-Lo lamento a sido sin querer, puede seguir con la clase si usted quiere, prometo no molestar- contesto calmada
-Faltaría más, pero cuentenos ¿Porqué llega tarde?- se cruzó de brazos
Tragué saliva y miré a la multitud de estudiantes que me miraban con curiosidad, se estaban entreteniendo con esto, seguro que este señor daba unas clases de pena en las que te aburres como nunca. Decidí terminar con nuestra charla. A quien le importaba porque llegaba tarde.
-Me temo que eso no es su incumbencia ¿ Puedo sentarme ya? O va seguir con el interrogatorio?- pregunte exasperada
Se quedó estupefacto, pero el enfado en su cara apareció de nueva tan rápido como se había ido.
-Adelante, coja asiento al lado del señor Scott y disfrute de los cuarenta-i-cinco minutos que quedan de clase-
Que?
-Del señor Scott?- pregunté confundida
¿ese no era..?
-Si, ¿Además de impuntual también es sorda? Sientese al lado de suu compañero Killian Scott, seguro que te explica muy bien lo que a pasado en el tiempo que has decidido malgastar- señaló el asiento
Esto no podia estar pasando ¿porque no podia librame de él ni un puñetero segundo? Era como un grano en el culo pero de esos que aparecen sin saber porque cojones a decidido aparecer, solo para joder, ese era él y estaba dispuesta a explotarlo hasta que no quedará nada de él. Vale, una comparación un poco asquerosa, pero así me sentía.
Miré hacía el asiento que segundos antes había señalado <Don Caramargado> y lo vi mirando hacía mi. Estaba sonriendo, estaba sonriendome.
-¿Piensa quedarse ahí toda la clase? Porque si es así ya puede salir por donde a entrado-
-No, no, ya me siento- me dirijí hacía el asiento y fue entonces cuando vi la melena pelirroja de Arlet que me miraba con una cara de pena, en cambio Jess me miraba con cara graciosa.
Me acomodé en el asiento y saqué un boli junto con una libreta para apuntar lo que decía aquel hombre, si quería aprobar aquella asignatura debía sacar muy buenas notas, porque por actitud no me subiría ni una milésima, aunque si le hiciera un pequeño favor... no dios Eve que dices.
-Me parece que no le caes muy bien- giré mi cara hacía la persona que estaba a mi lado.
-No me digas- contesté irónicamente.
-Si, aunque no paraba de mirarte las tetas el muy pervertido- dijo con una sonrisa, abrí la boca para decir algo pero no me salían las palabras.
-¿No te habías dado cuentas? Dios Eve se veía de lejos-
-Si, seguro que si Killian, pero eso no me hará aprobar así que calla y deja que me concentre- pero siguio hablando ignorando mi comentario
-Sin en embargo, si le hicieras algún trabajito...-
-Eres un asqueroso ¿Crees que me cepillo a todos los tios que me encuentro en mi camino?- le corté
-Yo no he dicho eso-
-Ahh no pero lo has insinuado, escuchame bien, no soy una puta, ni de lejos- contesté enfadada
-Eve yo no he dicho que seas una puta deja de poner palabras que no he dicho en mi boca- escupió enfadado
-Serás capullo, que tu te folles a todas tus profesoras para poder aprobar no significa que yo también vaya hacerlo ¿también le haces pajas a este para aprobar? O es solo que le caes bien por arte de magia-
-Eve...- se empezó a reir
-¿Que te hace tanta gracia?- lrcante mi ceja
-Tu, dios no me follo a mis profesoras, son todas viejas y arrugadas, además muchos de mis profesores son hombres- afirma
-Ya, muy bien- me cruzé de brazos
-¿Muy bien? Vamos conejita no te enfades
-¿Conejita?
-Si, por fuera pareces adorable pero si te acercas muerdes- aseguró
Eso no tiene sentido
-Eso no es verdad, no soy adorable
-Si lo eres, con esa nariz pequeñita y esas pequitas pareces la niña buena de mami y papi-
-¿Y que tengo que hacer para no parecer adorable?¿Pintarme los labios de negro y tatuarme <no te acerques que muerdo>?-
-No, pero debo admitir que con uno que dijera <propiedad de Killian Scott> te verías muy sexy- afirmó
-Eres un descerebrado, en la vida me tatuaría eso-
-¿Que te apuestas?
-No me apuesto nada
-Vamos conejita, se creativa!- me animó
-Me apuesto mis dos preciosas piernas a que nunca pasará eso-
-¿Estas segura? Sin esas dos piernas hay muchas posiciones que no...-
-Eres un cerdo!
-Un cerdo muy sexy
-No
-Si
-No
-Si
-No
-Mierda conejita si!
-Eres un capullo- afirmé
-Me parece que no entiendes el concepto de sexy, no tiene nada que ver con el carácter-